Friedrich Seidenstücker: galería y mini-bio

Presentamos una galería especial y mini-biografía del fotógrafo alemán que capturó la alegría berlinesa de las entre-guerras y las ruinas que dejarían las bombas.

Friedrich Seidenstücker

Por Óscar Colorado Nates* 

En un hogar para ancianos de Wilmelsdorf (Berlín) murió un residente de 84 años: Había sido un escultor fracasado y pronto cayó en el olvido. Era 1966, pero tan sólo cinco años después un coleccionista rescataría dos cajas de madera de un recogedor de basura berlinés. El contenido: 15.000 fotografías.[1]

El fotógrafo alemán Friedrich Seidenstücker nació en 1883. Fabricó su primera cámara a los 13 años[2] y luego estudio ingeniería en Hagen. En 1904 se mudó a Berlín donde comenzó a dedicarse a la escultura.

Durante la primera guerra mundial fue empleado como ingeniero aeronáutico en la Zeppelin-Ba AG en Postdam. Terminada la guerra estudió escultura y viajó a Roma, París y Munich entre 1921-1923. [3]

A pesar de todos sus esfuerzos y deseos, la escultura nunca le recompensó. Sin embargo, nunca salía sin su cámara fotográfica y, sin saberlo, comenzó a construir un cuerpo de obra fotográfico adelantado a su tiempo.

Fotógrafo gozoso

En el período de entre-guerras, la fotografía de Seidenstücker es alegre, jovial, inusualmente humorística.[4] Parece una suerte de continuación de los franceses Lartigue y sus capturas del tiempo y la sorpresa o una anticipación de Doisneau y los humanistas galos. La alegría de Lartigue provenía de la inocencia, y el humor de Doisneau por un deseo de vuelta a la normalidad, pero el contagioso gozo de Seidenstücker parece no tener más fuente que el propio fotógrafo.

Friedrich sale a las calles de Berlín y realiza tomas optimistas, desenfadadas, nada pretenciosas,[5] pero con una hondura propia de los grandes maestros.[6] Seidenstrück publicaría algunas de sus fotografías en revistas como “Uhu”, “Woche”, “Querschnitt”, “Vossischen Zeitung” o “Dame”.[7]

La temática y estilo de Seidenstrücker es única en Alemania pues se desmarca de las tradiciones de la Nueva Objetividad de Renger-Patzsch y luego de la Fotografía Subjetiva de Otto Steinert. Friedrich trabaja a su propio aire.

Si Eugène Atget hizo las fotos del Paris que se fue, Seidenstücker lo haría del Berlín que estaba por irse.

La guerra

La llegada de la II Guerra Mundial implicó una regulación más estricta de los espacios públicos berlineses, de modo que salir de paseo con la cámara en calles repleta de propaganda y uniformados no era ni fácil ni agradable. Seidenstücker creó, entonces, un mundo propio en su casa y comenzó a realizar desnudos.[8] Gustaba de las chicas bien formadas, de piernas largas. Y resultaba peculiar que muchas no eran modelos profesionales, sino mujeres que encontraba y que se dejaban fotografiar por aquel hombre afable, de mirada inocente.

De las risas a las ruinas

La caída del III Reich y la victoria de los aliados fue motivo de alegría para el mundo, pero no para Friedrich Seidenstücker; las bombas habían arrasado mucho más que edificios: había demolido por completo las alegres escenas que el fotógrafo encontraba en cada esquina de Berlín. Surgen entonces sus fotografías de ruinas, monumentos con edificios destrozados por las bombas como telón de fondo. En el Berlín de la posguerra parecía que no había lugar para la esperanza, el optimismo ni la candidez de Seidenstücker.

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El zoológico

Durante la reconstrucción de la capital germana, ahora escindida como botín entre soviéticos y estadounidenses, Friedrich regresó a la calle, pero a un espacio público por el que siempre había sentido gran fascinación: el zoológico. Casi la mitad de su producción fotográfica tuvo como motivo central hipopótamos, rinocerontes y todos los huéspedes del zoo berlinés. El fotógrafo alemán se convierte entonces en precursor de Garry Winogrand. Sin embargo, mientras el estadounidense compara lobos con jóvenes que seducen a las chicas o señoras que parecen hipopótamos, para Michael Bee el fotógrafo berlinés “ …busca lo humano en los animales y lo animal en el humano.”[9] Winogrand trabajó en los zoológicos hacia 1966, antes de que se diera a conocer la obra del alemán, por lo que no se pueden pensar en una influencia o anticipación; más bien parece un típico caso de serendipia donde dos visionarios coinciden temáticamente.

Sus visitas al zoológico se incrementan conforme se va haciendo viejo, empleado permanente de la importante editorial alemana Ullstein Verlag.[10] El propio Seidenstücker escribiría “Mi actividad principal en los últimos días, a pesar del calor, era ir al zoológico a buscar nuevos rinocerontes todas las mañanas”[11] y afirmaba que él era un “cortador de momentos”[12]

Revaloración y rescate

Desgraciadamente, Friedrich Seidenstücker no ha llegado a las alturas de un reconocimiento como el de Vivian Maier. Seguramente porque no había un John Maloof que lo promoviera (o que se beneficiara de su trabajo) ni una maquinaria de comunicación en 1971 como la que existe hoy gracias al Internet y las redes sociales.

Sin embargo, Friedrich Seidenstücker es uno de esos tesoros escondidos a quien se le han dedicado relativamente pocas exposiciones y libros, pero cuya re-valoración sigue esperando que salgan a la luz más de sus fotografías optimistas, desenfadadas, inocentes y llenas de alegría. Hoy las fotos de Friedrich Seidenstücker nos hacen más falta que nunca.

Friedrich Seidenstücker


dr_oscar_colorado_2* Dr. Óscar Colorado Nates,
(Ciudad de México, 1969)

Académico, crítico, analista y promotor de la fotografía.

Doctor «cum laude» en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Narrativa y Producción Digital por la Universidad Panamericana (Cd. de México) donde es Investigador de Tiempo Completo y Profesor Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada así como Docente de Posgrado en Nuevas Narrativas.  
Autor de libros como Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo; Fotografía de Documentalismo Social; Instagram, el ojo del mundo; Fotografía Artística Contemporánea y Pensamientos Decisivos: 650 reflexiones fotográficas.
Comunicador transmedia, es director y conductor del programa de radio Imagen Líquida y creador de productos audiovisuales de divulgación como FotoPop y reflexión como El Mundo de la Fotografía.
Fundador del Observatorio de Cultura Fotográfica. Miembro del Seminario de Imagen y Cultura, la Asociación Mexicana de Estudios en Estética (AMEST), el Seminario Permanente de Análisis y Crítica Cinematográfica (SEPANCINE) y de The Photographic Historical Society (Rochester, NY), entre otras agrupaciones académicas. Participa en el Programa de Apoyo a Proyectos para Innovar y Mejorar la Educación (PAPIME) de la Universidad Nacional Autónoma de México.


Las opiniones vertidas en los artículos y producciones audio-visuales son personales.
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Fuentes de investigación


Notas

[1] Michael Bee, «Immer auf dem Sprung», 25 de septiembre de 2011, https://www.morgenpost.de/printarchiv/biz/article105111574/Immer-auf-dem-Sprung.html.

[2] Ídem

[3] «Kicken Berlin | Friedrich Seidenstücker», Kicken Gallery, accedido 7 de diciembre de 2019, http://www.kicken-gallery.com/artists/friedrich-seidenstuecker.

[4] «Friedrich Seidenstücker», Berlinschegalerie, accedido 7 de diciembre de 2019, https://berlinischegalerie.de/en/exhibition/friedrich-seidenstuecker/.

[5] «Friedrich Seidenstücker | Photography | Hatje Cantz», accedido 7 de diciembre de 2019, https://www.hatjecantz.de/friedrich-seidenstuecker-2914-1.html.

[7] Michael Bee,  Op. Cit.

[8] Jan Oberlander, «Friedrich Seidenstücker: Der fröhliche Blick», accedido 7 de diciembre de 2019, https://www.tagesspiegel.de/kultur/fotografie-friedrich-seidenstuecker-der-froehliche-blick/4673924.html.

[9] Michael Bee,  Op. Cit.

[10] «Kicken Berlin | Friedrich Seidenstücker», Op. Cit.

[11] Ídem

[12] Jan Oberlander, Op. Cit.

12 comentarios sobre “Friedrich Seidenstücker: galería y mini-bio”

  1. ¿Cuántos grandes fotógrafos habrán quedado en el olvido porque una casualidad no los recuperó? Frente a esas fotos de los alegres años veinte (donde un kgr. de pan, en el peor periodo de inflación, llegó a costar 200.000.000. de marcos) me ha llamado la atención sus fotos de los animañes del zoológico. Transmiten humanidad y cierta tristeza, como si estuviera desengañado de los verdaderos humanos y encontrara la inocencia perdida en esos animales cautivos.
    Un saludo Óscar y, como siempre, gracias por tus enseñanzas.

    1. Muy cierto lo que dices. Y es que hace no tantos años el fotógrafo amateur no tenía mayores oportunidades de compartir su trabajo. Hoy con las redes sociales podemos compartir nuestras aventuras fotográficas con cualquiera sin esfuerzo. Los tiempos cambian, pero, como bien dices ¿cuántos otros grandes se han quedado en el olvido? Muy interesantes también tus comentarios sobre las fotos de los zoológicos de Seindestrücker. ¡Abrazo!

  2. Vi las fotos antes de leer el artículo y, efectivamente, estas imágenes transmiten serenidad, paz, alegría, inocencia… Óscar ¿cuántos fotógrafos conoces? Es increíble que guardes en tu memoria tanta información. En fin… MUCHAS GRACIAS de nuevo!! Saludos!!

    1. Justo por eso quise adoptar este formato donde primero aparecen las fotos y luego la biografía para volver a ellas con más información y -al mismo tiempo- respetar la mirada fresca del observador. ¿Cuántos fotógrafos conozco? ¡Muchos menos de los quisiera! Siempre me fascina que la fotografía es un Mediterráneo interminable. ¡Un abrazo muy fuerte, querido Ernesto!

  3. Excelente trabajo como siempre, y si, la verdad es que sorprende mucho todos los fotógrafos que conoces, un privilegio y un honor leerte y aprender tanto de todo tu trabajo, ademas de seguir educando la niña de mis ojos en esta manera de mirar otras obras, de tantos autores anónimos, conocidos, amateurs y grandes maestros etc.

    Un abrazo !!!

  4. Hola Dr. Oscar, como siempre es un disfrutar, un conocer, un aprender y un verdadero placer entregarse a la lectura y a la observación de sus artículos, caracterizados por una excelente armonía en la escritura, con un rigor académico, pero al mismo tiempo tan claros; gracias, gracias por su valioso tiempo en la realización de estos trabajos, que son esperados con la ansiedad de un niño por abrir una llamativa bolsa de dulces. Mis parabienes de salud, armonía, bendiciones y felicidad para usted y sus seres queridos en estas fiestas decembrinas, un caluroso abrazo.

    1. Estimado Víctor Manuel, de verdad te agradezco mucho el comentario que me hace muy feliz porque encuentra un eco y un interés. Tus palabras me animan mucho a seguir con esta labor. Te mando también un saludo grande y mis mejores deseos para ti y los tuyos en estas fiestas de fin de año.

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