Edward Weston y su Pimiento #30

Presentamos una fotografía que se ha convertido en una de las imágenes más memorables creadas por el fotógrafo modernista Edward Weston. 

Por Óscar Colorado Nates*

Una fotografía inolvidable

El Pimiento Nº 30 de Edward Weston es una de esas imágenes que se quedan grabadas en la memoria de forma indeleble. Basta con verla una vez, incluso un breve instante -como acostumbramos en esta era de redes sociales y redes visuales- para que sea una fotografía que traspase nuestra memoria, nuestra psique y emociones.

Sin embargo, su autor creía que había logrado una fotografía directa, desprovista de cualquier carga emocional. No tiene atributos psicológicos, no despierta ninguna emoción humana: este nuevo pimiento lleva a uno más allá del mundo que conocemos en la mente consciente”. [1]

Tal vez por eso “Weston detestaba las múltiples interpretaciones que la gente le daba a los tantos pimientos que fotografió.” [2]

Una fotografía moderna

Weston era un artista que, como el resto de sus compañeros de generación, buscaba despojar a la fotografía de aquella carga pictorialista con la que parecía haber sido apabullada durante el siglo XIX. Edward había fundado el grupo Los Angeles Camera Pictorialist en 1914[3], pero se rebeló y unió a la ruptura iniciada por Alfred Stieglitz, Edward Steichen y los otros “foto-secesionistas” estadounidenses. Entonces, hacia 1915, las aportaciones de Paul Strand y su “fotografía directa” resultaron fundamentales para otorgar al medio un nuevo estatuto, la autonomía que la afincara en una forma de arte particular, específica, que nada debía tomar prestado de la pintura ni de otras artes.

Edward Weston contribuyó a la madurez fotográfica al mantenerse en el rumbo puesto por Strand. Sean O’Hagan dice que Weston despojó a la fotografía de la impronta victoriana.[4]

Weston se relacionó con otros artistas que lo inspiraron a buscar la autonomía formal de la fotografía y la búsqueda de la belleza en los objetos cotidianos. Este artista coadyuvó de manera importante en la legitimación de la fotografía otorgándole un lugar preponderante en el medio artístico modernista. [5]

Weston emprende su viaje

Edward se embarcó metafóricamente en el barco del modernismo, y literalmente en el navío SS Colima junto con su hijo mayor, Chandler para viajar a México. Ahí alcanzó a Tina Modotti, su nueva aprendiz de fotografía y que era a un tiempo niñera, asistente y amante. [6]

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Atribuida a Chandler Weston. Tina Modotti y Edward Weston en el SS Colima. (1923)

Fue en la Ciudad de México, precisamente, donde Tina Modotti instó a Weston para que dirigiera la mirada hacia los sujetos más simples y funcionales. [7] En 1925 realizó imágenes de sujetos ordinarios e incluso insospechados, como un retrete.

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Excusado (Toilet) Edward Weston. 1925

Sorpresivamente, fueron estampas que tuvieron una gran acogida. Incluso el muralista mexicano Diego Rivera llegó a decir que aquella imagen de un inodoro le parecía la fotografía más bella que hubiera visto.

California y los pimientos de Weston

Para 1927 Edward Weston estaba de regreso en California y había establecido un estudio fotográfico en Carmel, poblado lejano ubicado en la costa norte de California.[8] Ahí trabajó asistido por su hijo Brett en 1929.  Una nueva amante se convierte, otra vez, en inspiradora –e instigadora- de Weston. En este caso se trata de Sonya Noskowiak quien le sugiere fotografiar unos pimientos.[9]

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Edward Weston. Pepper. ca. 1929

“Era una idea brillante, un alivio perfecto para el pimiento y la adición de luz reflectora a contornos importantes. Aún contaba con el pimiento que me permitió trabajar durante una semana. Decidí no continuar, pero algo me impedía regresarlo a la cocina, el fin de todo un buen pimiento.”[10]

Ya en 1929 Weston había tenido un primer acercamiento a los bodegones que le llevaron a experimentar con la luz y las texturas. Sin embargo, en agosto de 1930, Edward realizó una nueva serie de pimientos. Edward buscaba encontrar con su cámara

“La sustancia, la quintaesencia, de la cosa misma, ya sea acero pulido o carne palpitante.”[11]

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Edward Weston. Pepper. ca. 1929

Esta nueva serie era diferente a la que había realizado un año antes: ahora casi llenaba el cuadro y había logrado afinar el manejo de la luz para capturar una gama tonal mucho más rica.

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Edward Weston. Pepper #31. 1930

Por aquel entonces, Weston trabajaba en el formato fotográfico de 8×10 pulgadas y una cámara Commercial View de Ansco, aparejada de un objetivo Zeiss de 21 centímetros.[12]

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Cámara Ansco 8 x 10 Commercial View, similar a la que usó Edward Weston.
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Objetivo Zeiss de 21cms. f/4,5 similar al usado por Edward Weston

Fue una serie abundante, considerando los costos y complejidades de aquel formato: Edward Weston realizó al menos 35 fotografías de pimientos, él mismo decía haber hecho unas 50. [13] Sin embargo, la placa número 30 significó el culmen de su esfuerzo, su oficio y su visión. De inmediato se convirtió en su favorita, y también una de las preferidas del público en general y los coleccionistas especializados.[14]

¡Eureka!

Weston había probado muchas maneras diferentes para colocar y apoyar sus pimientos: sobre zócalos, contra arpillera o en cuencos. Sin embargo, Edward tuvo la idea de utilizar un embudo de estaño que le ofreció un fondo curvo, indefinible, y una iluminación única.[15] La estrategia resultó perfecta para obtener lo que el fotógrafo había buscado tanto.

Edward, de quien conocemos tanto gracias a sus diarios, escribió sobre la idea del embudo de estaño que “…agregaba una luz reflectante a los contornos. […] Coloqué al pimiento en el embudo, enfoque con el Zeiss y al encontrar una luz perfecta, hice una exposición de seis minutos…”[16]

Amy Conger, experta en Weston y editora del Creative Center of Photography en Arizona, explica que con esta estrategia Weston logró retratar al pimiento de una manera tridimensional, en lugar de una imagen plana. “La luz es la que otorga a esta imagen su calidad extraordinaria.”[17]

La reacción, emocionada, de Weston con esta fotografía fue insólita:

“Logré un gran negativo: ¡Con mucho el mejor! Es un clásico, totalmente satisfactorio: un pimiento, pero mucho más que un pimiento; abstracto, totalmente divorciado del sujeto aparente. No tiene atributos psicológicos, no despierta emociones humanas. Este nuevo pimiento lleva un paso adelanta a la mente consciente. Ciertamente, mucho de mi trabajo tiene esta calidad, pero este […] tiene una realidad interior absoluta, con un claro entendimiento y una revelación mística. Es una «presentación significante», es decir, una presentación que pasa a través del ser intuitivo, a través de los ojos de uno no con ellos:”[18]

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Edward Weston. Pepper #30. 1930

Weston no dejaba de asombrarse con aquellos sujetos, aparentemente banales: “… debido a su extraordinaria textura y por su poder: una fuerza que sugiere convulsiones asombrosas. Una caja de pimientos en la esquina de la tienda contiene implicaciones que me conmueven emocionalmente, más que cualquier otra forma, porque en los pimientos se encuentra una amplia gama de formas naturales y de sorpresas experimentales.”[19]

Weston escribió el 8 de agosto de 1930 que había trabajado durante una semana con el pimiento, pero en realidad era el resultado de un “…esfuerzo de 20 años, que empezó en mi juventud en una granja de Michigan, armado con una Kodak Nº 2 Bull’s Eye de 3 ½ x 3 ½, que es un logro mayúsculo. […] Es un clásico, completamente significativo, un pimiento, pero mucho más que un pimiento…”[20]

Con aquel negativo perfecto, Weston procedió a positivarlo: Realizó copias de contacto de unos 24.1 x 19.2 cms.[21] [22] Aunque Brett Weston también positivó esta fotografía de su padre, las impresiones más preciadas siempre han sido las realizadas por el propio Weston.

Una de las grandes piezas en la historia de la fotografía

Pepper #30 es una fotografía muy apreciada que se encuentran en las colecciones permanentes de instituciones como el Center for Creative Photography en Arizona, El Metropolitan Museum of Art de Nueva York, el Instituto de Arte de Minneapolis o la George Eastman House en Rochester.[23]

Pepper No. 35
Edward Weston. Pepper #35. 1930

Cuando Edward Henry Weston se había iniciado en la fotografía a los 16 años, quizá nunca imaginó que un sujeto tan sencillo se convertiría en la cúspide de un trabajo realizado durante décadas.

Un par de años más tarde de aquellos pimientos, hacia 1932, Weston co-fundaría el Grupo f/64. Junto con Ansel Adams, Willard Van Dyke, Imogen Cunninham y Sonya Noskowiak, Weston crea uno de los colectivos más importantes y emblemáticos en la historia de la fotografía.[24]

Tras aquella serie de pimientos, Weston se instala en Point Lobos. Era ya la década de 1940 y comenzó a presentar síntomas de la enfermedad de Parkinson. Realizó su última fotografía en 1948 y murió una década más tarde.[25]

Una fotografía paradigmática

Pepper #30 es una de esas fotografías paradigmáticas que marcan rumbos y que significó uno de los grandes triunfos no solo de su autor, sino de la fotografía en su conjunto.

Junto con sus imágenes de conchas marinas o desnudos, la serie de pimientos de Weston es uno de los cuerpos fotográficos más apreciados tanto por los críticos como por los coleccionistas: Una sola impresión de Weston puede alcanzar en las casas de subastas precios de hasta $1,1 millones de dólares.[26]

Pero ¿Qué es lo que convierte a esta fotografía en una pieza tan valiosa? ¿Sus cualidades tonales? ¿El calado de sus sombras profundas? ¿Las curvas casi licenciosas de un inocente pimiento? ¿La tri-dimensionalidad que parece saltar del papel plano?

La forma: curvas orgánicas

Se trata de una fotografía donde se plasma con una gran fuerza la forma del pimiento que es fluida, curvada, orgánica e irregular. Parece una masa que hubiera sido moldeada por las manos. Muchas veces se ha equiparado esta fotografía con las esculturas del modernista Hans (Jean) Arp.[27]

Al tratar de emular los trazos de estos arcos, elipses y parábolas sorprende su gracia y contradicción: a la vez parecen perfectas y deformes.

Weston ha encontrado un pimiento con unas formas peculiares, y la posición del fruto fue cuidadosamente estudiada hasta lograr la interrelación perfecta donde todas las curvas se complementan sin obstruirse.

Luz y volumen

El famoso cono de estaño ofrece una cualidad única al sujeto. Entendida bi-dimensionalmente, se convierte en un degradado que va del gris y que se eleva hacia el negro casi puro en las sombras profundas del cuadrante superior. Al mismo tiempo, entendida tri-dimensionalmente, es un fondo que asemeja la boca de una cueva.

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Edward Weston. Pimiento #30. Detalle: Esquina inferior derecha.

La superficie cónica ofrece una textura que lleva, paradójicamente, a los brochazos pictorialista de Robert Demachy.

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Es un caso extraño en el que el atrezo resulta tan atrayente como la obra de teatro que se representa en él.

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Óscar Colorado. Estudio de formas del Pimiento #30 de Edward Weston. (2017)

Asociaciones psicológicas

Le guste o no a Weston, aquel pimiento se transfigura en la psique de quienes le observan: De un mero fruto se transforma, gracias a las asociaciones psicológicas, en dos luchadores que pugnan, o unos amantes que se abrazan… O unos protuberantes glúteos. Cada quien encontrará, en ese pimiento, lo que quiera o lo que pueda ver en aquellas curvas continuadas que parecen derramarse.

La tonalidad

Pero de todas las cualidades de esta fotografía, la gama tonal ofrece un efecto tri-dimensional sin paralelo. Las once zonas tonales de Ansel Adams se quedan cortas ante una gama de grises que parece infinita. Al mismo tiempo, la imagen es un ejemplo perfecto de contraste dinámico.

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Óscar Colorado. Interpretación en vectores triangulares de Pepper #30. 2017

En el cuadrante superior derecho la curva de las altas luces choca con las sombras profundas. Este juego de luz y sombra, el clásico claroscuro renacentista, salta continuamente. La luz rebota en la superficie curvada del cono y el estaño ofrece cualidades reflejantes perfectas: se trata de una luz difusa que envuelve a todo el pimiento en un complejo juego de direcciones.

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Óscar Colorado. Estudio tonal sobre el Pimiento #30 de Edward Weston (2017)

El nivel de gama tonal que presenta Pimiento #30 es casi imposible de obtener en el terreno de la pintura  o la ilustración: otra característica plenamente (y casi exclusivamente)  fotográfica.

Sobre la tonalidad del papel

Edward Weston experimentó durante largo tiempo con la impresión usando la técnica del Platino Paladio que ofrece una gama tonal extraordinaria y un ligero virado con tonos dorados que vuelve a las imágenes más cálidas.
Sin embargo, para cuando Weston hizo estos pimientos ya estaba experimentando con el papel blanco y totalmente brillante y usando la clásica técnica de la plata sobre gelatina, que ofrece una tonalidad totalmente neutra.
Algunas de las copias de esta fotografía son amarillentas, sin embargo es probable que sea más por el paso del tiempo que por una dominante de color agregada intencionalmente por el artista.
Estas son algunas fotografías de Edward Weston que hizo a Tina Modotti y que imprimió mediante la técnica de Platino/Paladio:

“En México, Weston se había preguntado qué aspecto tendrían sus copias en un papel papel verdaderamente brillantes; antes de regresar a Estados Unidos abandonó completamente el papel de platino y paladio. Sin embargo, los papeles que empleó en un primer momento seguían siendo de un tono cálido y tenían una superficie moderadamente suave. En marzo de 1930, mientras preparaban algunas copias para su reproducción en una revista que empleaba un papel brillante, se decidió inmediatamente a cambiarse al papel realmente brillante. Consideraba esta cambio como un paso lógico en su deseo de «belleza fotográfica», aunque era consciente de que podría verse obligado a sacar copias de toda su obra. No buscaba «una emoción de segunda mano procedente de exquisitas superficies de papel o del color: solo entran en consideración el ritmo, la forma y la perfección del detalle.»” [28]

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Los distintos tipos de virados otorgaban una dominante de color característica a las distintas técnicas. De izquierda a derecha, renglón superior: Platino/Paladio, Argyrotipo, Cianotipo. Abajo: Goma sobre paladio, gumoil (aceite+goma arábiga) y cianotipo con virado usando Té (similar al efecto del Cianotipo Rex).

Tampoco habría que olvidar que estas fotografías también fueron impresas por los hijos de Weston, y podría ocurrir que existieran impresiones al platino/paladio de este mismo negativo. También por eso son tan preciados los positivados por contacto directo hechos personalmente por Weston, y son los que alcanzan mayores precios.

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Impresiones al Platino/Paladio secándose.

Finalmente, respecto de la impresión, habría que recordar que en el proceso del Platino Paladio no hay emulsión de gelatina, sino que el platino/paladio se se deposita directamente en la superficie del papel generando un depósito y una imagen totalmente mate. Este proceso data William Henry Fox Talbot, quien lo patentó. [29]

Una imagen intemporal

El Pimiento #30 es una fotografía enigmática, cuya belleza formal perdura y soporta la re-lectura y, al mismo tiempo, ofrece una densidad inconmensurable en la mente de cada observador.

Weston ha encontrado una forma que le parece emocionalmente aséptica. Sin embargo, la subjetividad de cada persona alterará, irremediablemente, la fotografía. El observador analizará esta fotografía desde su aquí y ahora, desde su lugar y circunstancia, desde su país. Todos estos elementos culturales, impregnarán al sujeto. De modo que no hay 30 pimientos, sino tantos como observadores escruten estas formas inocentes y sensuales, brillantes y oscuras, planas y tridimensionales.

Una pieza irrepetible

Una de las mejores formas de apreciar este Pimiento #30 es dar un vistazo a los innumerables homenajes que fotógrafos profesionales y amateur han realizado inspirándose en estas formas peculiares.

Sin embargo, aun conociendo de forma detallada el proceso de factura de esta imagen, algo aparentemente simple y que se puede realizar en cualquier estudio casero, tiene algo de inaprensible. Y es que, aún si se lograra emular perfectamente la luz, incluso replicar con fidelidad el famoso cono de estaño, las formas de los pimientos son auténticas huellas digitales de la naturaleza. Sus contornos son irrepetibles: los amantes de han fundido, se han podrido, o han sido engullidos, pero jamás volverán.

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Edward Weston. Pepper #30. Candler, California. 1930. Imagen de alta resolución para poder apreciar la riqueza tonal.

La fotografía de Weston se erige como el testigo de un amor, de una caricia, de una turgencia, de una lascivia o de una inocencia que penderá de una imagen fotográfica a la espera de que un nuevo observador encuentre en ella significados únicos, jamás antes descubiertos. ¿No es eso algo que muchos fotógrafos querríamos lograr? Por eso Pepper #30 podría ser, de entre toda una vida brillante de trabajo fotográfico, la imagen más importante de Edward Weston.


IMG_20200107_083941-01* Dr. Óscar Colorado Nates
Académico, crítico, analista y promotor de la fotografía.

Doctor «cum laude» en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Narrativa y Producción Digital por la Universidad Panamericana (Cd. de México) donde es Investigador de Tiempo Completo y Profesor Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada así como Docente de Posgrado en Nuevas Narrativas.  
Autor de libros como Grandes de la Fotografía; Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo; Fotografía de Documentalismo Social; Instagram, el ojo del mundo; Fotografía Artística Contemporánea y Pensamientos Decisivos: 650 reflexiones fotográficas. Colabora en medios internacionales como Black Camera o Rolling Stone Magazine. 
Comunicador transmedia, es director y conductor del programa de radio Imagen Líquida y creador de productos audiovisuales de divulgación como FotoPop y reflexión como El Mundo de la Fotografía.
Fundador del Observatorio de Cultura Fotográfica. Miembro del Seminario de Imagen y Cultura, la Asociación Mexicana de Estudios en Estética (AMEST), el Seminario Permanente de Análisis y Crítica Cinematográfica (SEPANCINE) y de The Photographic Historical Society (Rochester, NY), entre otras agrupaciones académicas.
Participa en el Programa de Apoyo a Proyectos para Innovar y Mejorar la Educación (PAPIME) de la Universidad Nacional Autónoma de México.


Las opiniones vertidas en los artículos y producciones audio-visuales son personales.
© 2011-2020 by Óscar Colorado Nates. Todos los Derechos Reservados. Esta publicación se realiza sin fines de lucro y con fines de investigación, enseñanza y/o crítica académica, artística y/o científica.


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Referencias de investigación

[1] Brena, Daniel. “¿Quién se comió el pimiento de Edward Weston?” https://medium.com/narrativa-documental/edward-weston-pimiento-no-30-1930-1c4099849a96#.ffbao9eqg

[2] Ibídem

[3] Edward Weston Official. “Biography”. http://edward-weston.com/edward-weston/

[4] O’Hagan, Sean. “Edward Weston: the greatest American photographer of his generation?” https://www.theguardian.com/artanddesign/2010/aug/18/edward-weston-photography

[5] The Art Story. “Edward Weston. American Photographer”. http://www.theartstory.org/artist-weston-edward.htm

[6] Colectivo, Arts Volume 6, Edit. The Minneapolis Society of Fine Arts, Minneapolis, 1982, Pág. 137

[7] O’Hagan, Sean. Op. Cit. 

[8] Pitts, Terence. “Edward Weston”. Colonia: Taschen, 2013. Pág. 29

[9] O’Hagan, Sean. Op. Cit. 

[10] Malo, Álvaro. “Pepper #30, 1930 – Weston.” http://pictify.saatchigallery.com/464219/pepper-30-1930-weston

[11] The Art Story. “Edward Weston. American Photographer”. http://www.theartstory.org/artist-weston-edward.htm

[12] Pepper #30. Negative 1930. Print by Cole Weston 1960” http://www.openshuttergallery.com/featured.html

[13] Edward Weston, Daybooks II, 225

[14] Sotheby’s. “Edward Weston. PEPPER (NO. 30)” http://www.sothebys.com/en/auctions/ecatalogue/2014/photographs-n09129/lot.24.html

[15] Ibídem

[16] Edward Weston, Daybooks II, 180

[17] Conger, Amy (1992). Edward Weston: Photographs from the Center for Creative

[18] Malo, Álvaro. Op. Cit. 

[19] Edward Weston, Op. Cit. , 225

[20] 101bananas. “Pepper #30. Edward Weston, 1930. B&W Photograph.” http://www.101bananas.com/art/pepper.html

[21] San Francisco Museum of Art. “Edward Weston, Pepper No. 30, 1930”. https://www.sfmoma.org/artwork/39.208

[22] Existen algunas diferencias de tamaño contra la placa original de 8 x 10 pulgadas debido a que el papel se ha contraído con el paso del tiempo.

[23] Open Shutter. “Pepper #30. Negative 1930. Print by Cole Weston 1960” http://www.openshuttergallery.com/featured.html

[24] Edward Weston Official. “Biography”. http://edward-weston.com/edward-weston/

[25] Sougez, Marie-Loup; Pérez Gallardo, Helena. Diccionario de Historia de la fotografía. Madrid: Cátedra, 2003. Pág. 458

[26] Grant, Daniel. “Not All Big Name Photography Has a Big Price.” http://www.huffingtonpost.com/daniel-grant/not-all-big-name-photogra_b_504434.html

[27] Los Angeles County Museum of Art. “Edward Weston, Photography and Modernism.” http://www.tfaoi.com/aa/1aa/1aa503.htm

[28] Pitts, Terence, Op. Cit., Pág. 33

[29] Collector’s Guide. «Platinum Photography». http://www.collectorsguide.com/fa/fa031.shtmlhttp://www.collectorsguide.com/fa/fa031.shtml


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31 comentarios sobre “Edward Weston y su Pimiento #30”

  1. hola profe, felicitaciones por el gran trabajo que permite difundir la fotografía, no de manera superficial, sino profundizando en cada tema.
    quisiera hacerle una pregunta, aunque parezca tonta, acerca de los pimientos de Weston, la foto primigenia fue en que tonalidad, sepia, blanco y negro o en otro tono, lo digo porque la he visto de muchas maneras y puede producir muchas mas explicaciones e interpretaciones. Muchas gracias

    1. Estimado Jorge, gracias por escribir, y es una pregunta muy buena y pertinente. No quise meterme más en este tema para no alargar innecesariamente el artículo pero la respuesta es la siguiente:
      Efectivamente, Edward Weston experimentó durante largo tiempo con la impresión usando la técnica del Platino Paladio que ofrece una gama tonal extraordinaria y un ligero virado con tonos dorados que vuelve a las imágenes más cálidas.
      Sin embargo, para cuando Weston hizo estos pimientos ya estaba experimentando con el papel blanco y totalmente brillante y usando la clásica técnica de la plata sobre gelatina, que ofrece una tonalidad totalmente neutra.
      Algunas de las copias que he visto son amarillentas, sin embargo es más probable que sea por el paso del tiempo que por una dominante de color agregada intencionalmente por el artista.
      Cito a Terence Pitts quien escribe:
      «En México, Weston se había preguntado qué aspecto tendrían sus copias en un papel papel verdaderamente brillantes; antes de regresar a Estados Unidos abandonó completamente el papel de platino y paladio. Sin embargo, los papeles que empleó en un primer momento seguían siendo de un tono cálido y tenían una superficie moderadamente suave. En marzo de 1930, mientras preparaban algunas copias para su reproducción en una revista que empleaba un papel brillante, se decidió inmediatamente a cambiarse al papel realmente brillante. Consideraba esta cambio como un paso lógico en su deseo de ‘belleza fotográfica’, aunque era consciente de que podría verse obligado a sacar copias de toda su obra. No buscaba ‘una emoción de segunda mano procedente de exquisitas superficies de papel o del color: solo entran en consideración el ritmo, la forma y la perfección del detalle.'» Pitts, Terence. Edward Weston. Colonia: Taschen, 2013. Pág. 33
      Tampoco habría que olvidar que estas fotografías también fueron impresas por los hijos de Weston, y podría ocurrir que existieran impresiones al Platino Paladio de este mismo negativo. También por eso son tan preciados los positivados por contacto directo hechos personalmente por Weston, y son los que alcanzan mayores precios.
      Te agradezco mucho el comentario y la pregunta. Creo que incorporaré esta información en el artículo porque veo que es, efectivamente, pertinente e interesante. ¡Un saludo grande!

  2. Una vez más, un trabajo magnifico. Una extraordinaria historia, sorprendente y como otras muchas, completamente desconocida para mi. Saludos.

  3. Estimado maestro la forma tan apasionada que escribes este artículo me gusto muchisimo. Tal vez sea la meta (sin proponersela) de un fotógrafo el llegar a una o varias imagenes a la cúspide de su placer fotográfico, esa imagen que como refieres se llegue a sentir que la moldeaste con tus propias manos sin preocuparse en un primer instante por la interpretación de los demas; una imagen que puede contener todo tipo de cosas: Erotismo, gracia, belleza, luz y todo lo contrario…

    Gracias por compartir. Un abrazo.

    1. Estimado Alejandro, siempre un gusto encontrarte por aquí y compartir estas historias. Creo que la mejor enseñanza que nos deja Weston con esta serie es la importancia de trabajar sin descanso hasta lograr crear una realidad fotográfica que parte de una visión que va madurando hasta encontrar su punto de máxima expresión. ¡Un abrazo como siempre!

  4. Hola Oscar como siempre un excelente articulo, excelentemente muy bien documentado, mil gracias Oscar por compartir Saludos !!

  5. Muchas gracias por el artículo Oscar, siempre obtengo mucho estímulo y aprendizaje de tu web. Me interesa mucho saber como has hecho la interpretación de la imagen «Pepper #30» en vectores de tono. Saludos

  6. Leyendo a Susan Sontag me encontré con la mención del pimiento de Weston, que no conocía. Al buscarlo me topé con este artículo, que me resultó muy interesante y útil. Sólo le comento para agradecerle su publicación. Definitivamente revisaré más de su blog (Esto es un blog,
    ¿no?). Y ojalá algún día pueda asistir a una clase suya.

    ¡Muchos saludos!

  7. Hola Oscar de nuevo Ángel escribiendo, voy hacer una pagina o muro en face, voy a estar analizando fotografías de Weston, Álvarez Bravo..Como ellos y otros artistas son satélites -en cuanto a ideario- en México de sus tomas fotográficas, y como se enriquecieron con ideales de artistas mexicanos. Estos ideales se basan a veces en las tradiciones, la Revolución…, y mas entrado el siglo XX como desencadena en la cinematografía o siglo de oro mexicano. Desde aquí te brindo lo bueno que sería contar con tu inestimable colaboración. Al menos que sepas qué sepas de este inicio de proyecto. Un abrazo

  8. Hola Óscar, gusto en saludarte.

    Primero que todo agradecerte por el excelente artículo, uno de los más completos en español que he visto (sino el mejor) de uno de los maestros de maestros como lo es Weston.

    No tenía idea de los «efectos secundarios» de la fotografía en la escultura moderna. Me parece notable su influencia en esa disciplina plástica.

    Agradecer también, el que hayas puesto una foto del esquema de luz que posiblemente usó el maestro. Hoy en la mañana he comprado varios pimientos y espero hacer un pequeño homenaje del Pepper N°30.

    Saludos cordiales desde Santiago de Chile
    =)

  9. Hola Doc. Oscar Colorado, una vez más felicitaciones por tan excelente articulo, inspirador, al igual de todos los artistas que citas en tus videos y blog, para tener en cuenta y escudriñar otras posibilidades aun que resulte insuperable el trabajo del maestro Edward Weston, despierta la intención de adoptar su trabajo, como lo recomiendas.
    Un abrazo rompe costillas.

  10. Qué buen análisis!!!! No te conocía el gusto por dibujar. A mi también me gusta. Ayer, antes de que actives el video de la «Fotaza» de Weston, te decía que justo se me había dado por hacer fotos de pimientos con otras verduras, pero con luz natural. Es un muy buen ejercicio por todo esto que señalás de las gamas tonales, de las formas, etcétera. Y sí, a pesar de Weston, el receptor termina la lectura con su propia experiencia. Eso pasa también con la literatura y la pintura y está buenísimo que así sea. Cariños. Mariana

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