Eugene Richards: Inquebrantable

El fotógrafo que colocó un espejo frente a Estados Unidos y el reflejo asustó al mundo.

Por Óscar Colorado Nates*

Eugene Richards tenía 23 años en 1967 cuando hizo trizas su carnet militar y envió los pedazos al gobierno estadounidense en señal de protesta contra la guerra de Vietnam. Para su propia sorpresa, en lugar de ser arrestado por negarse a prestar el servicio militar obligatorio durante la guerra de Vietnam, recibió una invitación que cambió su vida: Participar en las acciones sociales de VISTA Volunteers in Service to America (Voluntarios al Servicio de Estados Unidos). Hacer caso a la llamada casi le costó la vida, o se la dio, según quiera verse.

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Al trabajar con la comunidad negra en Arkansas la vida de Richards dio un giro y su fotografía acabaría dirigiéndose a los problemas de las familias, la vejez y la muerte en Estados Unidos; la adicción a las drogas; la enfermedad y las salas de emergencia… Temas incómodos para su natal Estados Unidos, sin duda, y un reto para el mundo entero.

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Hijo de la clase trabajadora

Eugene Richards nació en 1944 en Dorchester, al sur de Boston (Massachusetts). Hijo de  de una familia trabajadora, su vida fotográfica inició cuando veía imágenes en revistas como Life. A los 16 años quiso que le compraran una cámara para su cumpleaños.[1] Como la madre no tenía dinero suficiente con su salario de sirvienta, consiguió una cámara Kodak Exacta usada.[2] La experiencia de hacer fotografías le resultó mágica y comenzó haciendo paisajes a color a la par de sus trabajos de verano.

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Para 1967 el hijo de un pintor de casas se graduó de la Northeastern University en Inglés y Periodismo. Ese mismo año se matriculó en un curso del legendario Minor White en el M.I.T y su vida fotográfica dio un salto cuántico.

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Minor White

Minor White fue una de las figuras fotográficas más importantes de la segunda mitad del siglo XX: mezcla de fotógrafo y monje Zen formó e inspiró a una generación entera, y a Eugene Richards quien lo recuerda: “[White] Era toda una figura en la comunidad bostoniana de aquellos tiempos. Siempre me decía que me calmara: quería que todo el mundo bajara la velocidad.”[3]

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© David Ulrich. Retrato de Minor White

El mentor buscaba que sus pupilos expresaran sus emociones a través de la cámara, como un catalizador. “Buscaba que sus alumnos tradujeran lo que sentían a través de la fotografía como medio de expresión”[4] abunda Richards. “Te hacía ‘ver’ y nos enseñaba las diferencias entre la manera de ver de la cámara y la percepción del ojo.”[5] Para Eugene la llamada no era solamente a tomar las cosas con más calma, también era una invitación a apreciar la belleza en sí misma.[6]

Algunas imágenes de Minor White:

Fue en aquella época cuando llegó Vietnam, que violentó profundamente el ánimo de Eugene Richards.

La VISTA en Arkansas

El programa VISTA (Volunteers in Service to America) mandaba voluntarios a las partes empobrecidas de Estados Unidos. Cuando bajó del autobús jamás imaginó que daría el primer paso en la senda, no siempre recta y casi siempre llena de cardos y espinas de la fotografía de documentalismo social. Eugene formó parte de los servicios de salud.[7] Ciertamente esperaba pobreza, pero no el nivel de racismo salvaje que le embistió.

eugene_richards_Reverend and Mrs. Landers. Hughes, Ark., 1969.

Richards recuerda: “Un día estaba en un restaurante de una estación de autocar en el pueblo de Wynne; llegó una pareja de colegas suyos afro-americanos y, desde luego, se sentaron pero fueron expulsados del lugar a punta de pistola.”[8]

El trabajo de Eugene le llevaría sumergirse en la cultura local: asistía a iglesias de afro-americanos, comía con las familias negras y vivía en albergues y casas cuyos dueños también eran negros. Aún siendo blanco, estas acciones de Richards llamaron la atención: le acabaron matando al perro a tiros, un hombre le cortó la cara con una navaja de rasurar y el fotógrafo recibió amenzas del Klu Klux Klan.[9]

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La toma de contacto con las familias necesitadas, pero sobre todo con el lacerante racismo, fue una llamada de atención para Eugene Richards. Pero un día despertó sufriendo convulsiones y amnesia: casi le habían matado a golpes y no recordaba nada. El joven terminó en un hospital en Texas: Hasta la fecha tiene problemas de orientación.[10]

De esta experiencia surgió un proyecto toral que tituló Few Comforts or Surprises: The Arkansas Delta. Se trata de un registro de la vida de los empobrecidos y discriminados raciales en el sur de Estados Unidos. Este trabajo lo publicó el MIT en 1973.

Richards regresó a su lugar natal, Dorchester, y generó una crónica sobre un lugar tan cercano para él que tituló Dorchester Days que generó el libro correspondiente en 1978. Fue un trabajo íntimo de una comunidad trabajadora que le abrió a Richards las puertas del mundo.

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Tras este proyecto inició su carrera fotográfica como freelancer y publicaría para Life Magazine, el London Sunday Times, The New York Times por mencionar apenas algunas pubicaciones. Luego, sería invitado en 1979 a formar parte del Olimpo Fotográfico al unirse a la agencia fotográfica más importante del mundo: Magnum Photos.

Proyectos

Eugene Richards comenzó a realizar coberturas y asignaciones. Él mismo dice que “… no buscas los proyectos, ellos llegan a ti.”[11] Así que muchos temas que fueron cubiertos originalmente tras una orden de trabajo se acabaron convirtiendo en cuerpos de obra importantes.

Exploding into life

Eugene realizó trabajos casi íntimos, que le resultaban cercanísimos, como la exploración ya mencionada de Dorchester’s Days y un ensayo sobre la lucha contra el cáncer que luchó, para perder finalmente, su primera esposa  Dorothea Lynch. El resultado fue el libro Exploding Into Life que le valió el premio Nikon’s Book of the year. Luego retrató la pobreza estadounidense de mediados de la década de 1980 en Below the Line: Living Poor en America premiado con el Infinity Award del International Center of Photography de Nueva York.

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Eugene Richards. Exploding into life.

The Knife & Gun Club: Scenes from an Emergency Room

La siguiente parada fue a la sala de emergencias con The Knife & Gun Club: Scenes from an emergency Room,  trabajo galardonado por la propia asociación de médicos American College of Emergency Physicians.

 

Cocaine True, Cocaine Blue

Uno de sus trabajos más criticados fue Cocaine True, Cocaine Blue no por la calidad fotográfica, sino por mostrar el problema del uso de las drogas duras. Nuevamente, este cuerpo de obra fue galardonado, en esta ocasión con el Kraszna-Krausz Award a la innovación en la publicación de libros de fotografía.

Americans We

Si Estados Unidos achacó a la condición de extranjero a Robert Frank del retrato negativo sobre los estadounidenses por su trabajo The Americans, Eugene Richards -estadounidense de pura cepa- puso un espejo cuyo reflejo escandalizó a Norte América con Americans We.

 

Proyectos recientes

Entre los trabajos más recientes de Richard está el volumen recopilatorio que incluye el trabajo de 15 ensayos diferentes bajo un mismo techo titulado Fat Boy que fue considerado el Mejor Libro del Año en el Pictures of the Year International (POYI).  Eugene trabajó en The Blue Room sobre los hogares rurales abandonados en Estados Unidos; War is Personal trata de las consecuencias de la guerra contra Iraq y Red Ball of Sun Slipping Down sobre el delta de Arkansas.

Además de las preseas comentadas, Eugene Richards se ha hecho acreedor a otras distinciones como la  Beca W. Eugene Smith o la Beca Guggenheim; recibió también el fondo National Endowment for the Arts. Obtuvo la Medalla a la Excelencia Leica así como el Premio Oskar Barnack. Otro de los honores más importantes del fotógrafo ha sido recibir el Robert F. Kennedy Lifetime Achievement Journalism Award.

A pesar de los reconocimientos, Richards confiesa que el trabajo del documentalismo social tiene oportunidades limitadas, es incluso impopular y no es considerado un arte.[12]

Modus operandi

En el estilo de Richards se dice que hay trazas de William Klein y, ciertamente, de Robert Frank. A Richards le gusta estar cerca. Si Robert Capa invitada a acercarse para hacer fotos poderosas, Eugene lleva el consejo al extremo: “Si puedo tocar a alguien entonces puedo fotografiarle.”[13]

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Siempre utiliza un gran angular que le parece tan complejo como la vida misma que es un poo fracturada e incompleta “como mi propia fotografía”[14] reconoce el documentalista social.

Aunque Eugene Richards ha trabajado en color, piensa que el blanco y negro tiene una solemnidad y significaciones excepcionales.[15]

Sobre su estilo

Se ha dicho que Richards explora el mundo y sus temas sociales a través de un prisma conformado con las vidas de los individuos que captura con su cámara. En Richards la convergencia entre lo público y lo privado lleva a la redención.[16] Su trabajo es lírico y extrañamente bello sin esconder la miseria o la dureza de la muerte o la enfermedad.

Sus temas son, al final del día, de lo más trascendente: nacimiento y muerte, resiliencia y resistencia humana ante la adversidad.[17]

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Julián Zugazagoitia dice que “Eugene Richards confronta a los sujetos difíciles con una honestidad que es a la vez apasionada, controvertida, lírica, hermosa y melancólica.” [18]

Las imágenes de Richards son desgarradoras y compasivas, brutales y hermosas… todo de un solo golpe. [19] No es extraño que, frecuentemente, ya el primer encuentro con este fotógrafo acabe en knock-out.

eugene_richards_Sgt. Jose Pequeno with his mother, Nelida Bagley. West Roxbury, Mass., 2008.

Eugene no es un insensible o un utilitarista: “Con frecuencia me siento incómodo al fotografiar, especialmente de la gente que sufre, está herida o hambrienta. En esos momentos me tengo que recordar que es  mi trabajo.”[20] “¿Por qué hago lo que hago? A veces lo amas, otras lo odias. No puedes decir siempre que lo adoras, pero estar estático es mortal…”[21]

Legado

Richards comprende la responsabilidad que implica el contar la historia de los demás con empatía, compasión y fidelidad.[22]

El impacto del trabajo de Eugene Richards es grande: ha inspirado a generaciones de fotógrafos para documentar las grietas de la sociedad estadounidense. Eugene ha tenido la valentía de poner en la opinión pública los temas que la gente no conoce, o que prefiere ignorar.[23]

eugene_richards_Back from prison, Shantytown, New York City, 1986

Hacia una valoración de las fotografías de Eugene Richard

El trabajo de Eugene Richards es, a no dudarlo, complejo. Sus encuadres con grandes angulares no son sencillo. Sus temas crujen, rechinan y nos confrontan. Tiene la maestría necesaria para capturar cuadros con armonía o belleza, pero no llega al punto de estetizar la miseria. Sus fotografías son memorables. No es un conjunto de imágenes lindas que pasan desapercibidas: Richards nos da una bofetada con la mano bien abierta. Tambaleamos aturdidos tras el primer encuentro y luego viene la fascinante resolución formal: la composición, la luz. Los temas que trata son siempre corto-punzo-contundentes; un desafío a la comodidad. Pero, al mismo tiempo, no son una respuesta facilona al escándalo. Los tópicos que aborda Richards corren siempre el peligro de caer en el sensacionalismo o en el morbo, pero con Eugene nunca se llega a estos extremos.

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Muchas fotografías de Richards son incómodas porque nos mueven a pensar, a ir más allá de la apariencia y cuestionar el papel de la belleza cuando la cámara se enfrente a la miseria humana. Sin embargo, es un trabajo que representa la oportunidad de examinar los temas sórdidos sin una mirada morbosa. Tal vez Eugene Richards quiera decirnos, a través de sus fotos, lo mucho que le ha importado la gente con la que se ha topado, cámara en mano.

Eugene no solo captura a un Estados Unidos muy lejano de la perfección: nos confronta con nuestras propias asperezas personales. No se trata solamente de una confrontación contra el American Dream sino contra nuestra propia comodidad o auto-complacencia, lo mismo en lo social que en lo fotográfico. ¿Estamos fotografiando aquello que nos agrede profundamente? ¿Nuestra cámara es una herramienta de expresión personal y social? ¿Nos hemos planteado que es un instrumento que no solamente tiene un potencial estético sino también para exponer, denunciar y opinar?

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A manera de conclusión

Quizá el poder de las fotografías de Eugene Richards proviene de su profundo compromiso con los temas, de una reacción muy profunda que se traslada a la imagen fija.

Aunque Richards ha experimentado con la imagen en movimiento, es en la fotografía fija donde evoca y provoca. En cierta medida podría pensarse que la fotografía de Richards es como la imaginería de Robert Frank con esteroides.

La fotogafía de Richards no es fácil y no siempre es linda, pero tampoco se trata de una grotesca oda al feísmo. Toca temas duros, esos que muchas veces preferimos ignorar, y lo hace con una finura muy compleja donde deambula entre lo explícito y lo sugerido. Es un trabajo que puede verse una y otra vez, y que al comprender sus motivos se vuelve fascinante. Es un trabajo hondo, sí, pero no hay que olvidar que en las profundidades suele habitar la oscuridad.

Eugene Richards, 2013
Eugene Richards

Eugene Richards ha trabajado durante cuarenta años y si tuviera que sintetizarse en una sola palabra su actitud, su ética, su opinión y su trabajo, quizá la más precisa sería inquebrantable.


oscar_colorado_nates_2018* Por Óscar Colorado Nates, académico, crítico, analista y promotor de la fotografía. Doctorando en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid y master en Narrativa y Producción Digital por la Universidad Panamericana (Cd. de México) donde es Investigador de Tiempo Completo y Profesor Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada así como Docente de Posgrado en Narrativa y Nuevas Tecnologías

Autor de libros como Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo o Instagram, el ojo del mundo, entre otros. Ha publicado en OscarEnFotos más de 200 artículos sobre cultura fotográfica. Es editor del blog de fotografía Mirada Universal en el diario El Universal (Cd. de México). Productor, director y conductor del programa de radio Imagen Líquida.   Conferenciante internacional en foros académicos y de divulgación sobre la fotografía. 

Miembro del Seminario de Imagen y Cultura, la Asociación Mexicana de Estudios de Estética, el Seminario Permanente de Análisis y Crítica Cinematográfica (SEPANCINE) o de The Photographic Historical Society (Rochester, NY), entre otras.


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Fuentes de investigación


Notas

[1] Estrin, James. “Eugene Richards: A Life in Photography”. 20 de abril de 2017 accedido el 4 de septiembre de 2018. https://lens.blogs.nytimes.com/2017/04/20/eugene-richards-a-life-in-photography/

[2] Pitnik, Richard. “Eugene Richards: Pictures on the Edge”. S. f. Accedido el 4 de agosto de 2018. https://www.bandwmag.com/articles/eugene-richards-pictures-on-the-edge

[3] Wolgast, Stephen. “Innovator Eugene Richards”. S. f. Accedido el 4 de septiembre de 2018 https://nppa.org/page/innovator-eugene-richards

[4] Ídem

[5] Eastman Museum. “EUGENE RICHARDS: THE RUN-ON OF TIME. June 10–October 22, 2017, Main Galleries” S. F. Accedido el 4 de septiembre de 2018. https://www.eastman.org/eugene-richards

[6] Estrin, James. Op. cit

[7] Wolgast, Stephen. “Innovator Eugene Richards”. S. f. Accedido el 4 de septiembre de 2018 https://nppa.org/page/innovator-eugene-richards

[8] Cook Greg. “After Helping Sharecroppers In The South, Eugene Richards Came Home To Boston’s Busing Battles — Taking Photos That Launched His Career”. 27 de octubre de 2017. Accedido el 4 de septiembre de 2018. http://www.wbur.org/artery/2017/10/27/eugene-richards

[9] Wolgast, Stephen. Op. Cit. 

[10] Ídem

[11] Eastman Museum.  Op. Cit. 

[12] Ídem

[13] Photo-Quotations. “EUGENE RICHARDS [Photographer, b. 1944, Dorchester, Massachusetts, lives in New York.» S. f. Accedido el 4 de septiembre de 2018. http://photoquotations.com/a/569/Eugene+Richard

[14] Eastman Museum.  Op. Cit. 

[15] Ídem

[16] Ídem

[17] Lighton, Kathleen. “First Museum Retrospective of Photographer Eugene Richards Opens at Nelson-Atkins.” 27 de noviembre de 2017 accedido el 4 de septiembre de 2018. https://nelson-atkins.org/first-museum-retrospective-photographer-eugene-richards-opens-nelson-atkins/

[18] Ídem

[19] Mother Jones. “Eugene Richards Is the Photographer America Needs Now.” 26 de junio de 2017. Accedido el 4 de septiembre de 2018. https://www.motherjones.com/media/2017/06/eugene-richards-is-the-photographer-america-needs-now/

[20] Estrin, James. Op. cit

[21] Ídem 

[22] Mother Jones. Op. Cit..

[23] Ídem


 

 

15 comentarios sobre “Eugene Richards: Inquebrantable”

  1. Gracias maestro Oscar por su aportación; no conocía a Eugene; con el análisis expuesto me lleva a decir que es como el complemento de “Los Americanos “ de R. Frank. Saludos

  2. Hola Oscar, reconozco que no conocia el trabajo de Eugene Richards y como dices la primera impresión me ha dejado KO. Impresionante es la palabra. Como impresionante es tu labor y tu conocimiento. Algún día el premio deberían dártelo a tí.

  3. No conocía a Eugene Richards. Excelente este artículo, me llevó a un Estados Unidos que puede pensarse que no existe, pero con estas imágenes se muestra su latencia. GRACIAS, Óscar, de nuevo por mostrarnos caminos en la fotografía que, si no fuera por este espacio, quizás jamás conocería. Un abrazo. Saludos!

    1. Muchísimas gracias Ernesto; efectivamente Richards es una figura que tal vez por su cercanía cronológica no se ubica igual que otros grandes maestros, sin embargo su fotografía es muy poderosa y -dices bien- descubre un Estados Unidos que, aunque no lo parezca, está ahí. ¡Gracias siempre y un fuerte abrazo!

  4. Contento por tu regreso, te agradezco una vez más por el material fotográfico que nos seleccionas, siempre impecable. Tal vez te puedan interesar de mi país (ARG), Adriana Lestido y Pablo Piovano (entre otros, por supuesto), fuerte abrazo!

  5. Muchas gracias Oscar, por compartirnos esta galería, no sabia de el, la verdad me ha dejado impresionado, coincido con todos los comentarios. es un magnifico trabajo, ademas tiene algo en su mirada, tiene una mirada especial,no se como describirla. Y como bien mencionas su trabajo es fascinante.
    Al igual que tu trabajo… Felicidades !! un saludo.

    1. Muchísimas gracias Armando, creo que es uno de esos fotógrafos que -como bien dices- algo tienen en la mirada difícil de describir pero fácil de sentir y eso, en fotografía, me parece que es fundamental. ¡Muchos saludos y un abrazo!

  6. Feliz de poder volver a disfrutar de estos artículos magistrales. No sabía nada de este autor y gracias a este artículo he podido conocerlo y impresionarme con sus magníficas fotografías que no creo que puedan dejar a nadie indiferente. Muy impactante su trabajo.
    Muchas gracias

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