Teléfonos vs. Cámaras

Por Óscar Colorado Nates*

Artículo publicado originalmente el 10 de marzo de 2012 y actualizado el 12 de enero de 2016. 

¿Substituirá el teléfono móvil a la cámara fotográfica?


Esa es una pregunta que me inquietó hace algún tiempo. La ubicuidad del teléfono móvil con su cámara integrada es apabullante. Tal vez el primer signo de que la cámara en el teléfono móvil comenzaba un nuevo dominio en el registro audiovisual fue hace unos años cuando  Cisco decidió cancelar su exitosa video-cámara Flip. La empresa argumentó que los consumidores tenían en sus teléfonos todo lo que necesitaban, incluyendo una cámara de video.

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Los académicos del departamento de fotografía de la Stanford University  han experimentado con nuevas tecnologías y software para cámaras digitales y desde mayo de 2011 reclamaban que la industria tradicional de cámaras fotográficas tomaba una dirección equivocada y que los fabricantes de  dispositivos móviles (llámense teléfonos, iPad, tablets, iPod Touch, etc.) estaban  en lo correcto.

Explicaban que la industria de las cámaras lo mantiene todo cerrado y en secreto, no existe un flujo de información ni desarrollos entre empresas ni universidades y que no hay una comunidad de software open source. En Stanford piensan que  las empresas como Canon, Nikon, Olympus o Pentax se dedican a vender hardware pero no software y que estas compañías no se sienten cómodas en el ecosistema de las redes sociales.

¿Cámaras Open Source?

Con su proyecto llamado Frankencamera (en obvia alusión a la criatura del ficticio Dr. Víctor Frankenstein) estos universitarios buscan crear una plataforma flexible, tanto en el hardware como en el software.

Sobre este último punto, ellos están buscando crear con la FCam API una plataforma común para desarrolladores que permita a los diseñadores de cámaras innovar y utilizar lenguaje estándar (C++, en este caso).


Entre las ideas que están desarrollando se encuentra una aplicación de HDR en tiempo real, es decir, la cámara realizar tres exposiciones, las mezcla y las muestra antes de capturar la imagen.

Con un código común y acceso abierto a las posibilidades físicas de la cámara, se podría tender un puente entre los arquitectos del hardware y los desarrolladores del software.

Eso está muy bien, pero suena a…

Hasta aquí el asunto suena increíble e innovador: en su momento era lo más fresco e interesante que había leído sobre le futuro de la cámara. Hoy ese futuro se actualiza mediantes los dispositivos móviles.
Las dos plataformas que cristalizan los sueños stanfordianos para la fotografía están presentes tanto en el iPhone de Apple como en los dispositivos Android. Algunas apps de fotografía para iPhone (por ejemplo Camera+) agregan funcionalidades que originalmente fueron omitidas por Apple en la primera cámara del iPhone, como por ejemplo un temporizador o la habilidad de enfocar y exponer la fotografía en puntos distintos dentro del mismo cuadro. Un buen signo es que cada versión del iPhone y del sistema operativo iOS abre nuevas funcionalidades a los desarrolladores.

Instagram se convirtió en un referente gracias a sus efectos instantáneos pero, sobre todo, por su filosofía de red social para compartir  las fotografías e interactuar con otros usuarios. Instagram resultó ser una  app tan relevante que el mismísimo Mark Zuckerberg decidió comprar a Instagram por mil millones de dólares: la noticia causó furor. El éxito y tendencia de los famosos filtros ha sido tanta que incluso Apple los ha incorporado en el iOS7.

Hay otras apps como Hipstamatic (precursora de Instagram) que convierten al teléfono móvil en una herramienta creativa excelente.

Ahora bien, en cuanto a las cámaras dedicadas intriga que los intentos por crear filtros en la cámara ofrezcan resultados tan poco atractivos y limitados. Las cámaras con Wi-Fi tampoco han sido la panacea en la conectividad: es complicado configurarlas. Todavía hoy ninguna cámara fotográfica ha logrado la sencillez en la conectividad de los teléfonos móviles, especialmente los smart phones.

Hoy tenemos a 5.2 mil millones de personas con teléfonos celulares, la mayoría con cámaras integradas. Hoy existen 1.5 mil millones de smartphones equipadas con un sistema operativo que permite todo lo que han soñado en Stanford para una cámara fotográfica.

¿Y si cambiamos el paradigma?

En Polaroid se plantearon el siguiente escenario: ¿y si en lugar de un teléfono con cámara creamos una cámara que tenga el sistema operativo Android? Esa era la promesa de la Polaroid SC1630 Smart Camera. Realmente luce como un smart phone, pero al frente no aparece la esperada mini-óptica acompañada de un ineficiente LED. Es una auténtica cámara, con una óptica 3x razonable, un sensor de 16 megapixeles que no es del tamaño de una cabeza de alfiler y un flash estroboscópico como Dios (o mejor dicho como el Sr. Edgerton) manda.

Por supuesto que al ser un dispositivo dedicado, no es necesario esperar a que el teléfono dedique una parte de su microprocesador y memoria a iniciar la app para la cámara. Se pueden hacer fotos de inmediato y utilizar el software preferido (Instagram o muchos otros) para un post-procesamiento inmediato una conexión a Facebook, Twitter, Flickr, etcétera.

Polaroid presentó su Smart Camera en el CES de Las Vegas en enero de 2012 pero a la fecha de revisión de este post (12 de enero de 2016) aún no hay precio disponible ni fecha de lanzamiento. Todo parece indicar que esta cámara jamás aparecerá.

De hecho, ya todo mundo parece olvidar que la mismísima «Lady Gárgara» fue nombrada creative director de Polaroid y que en rumboso evento anunció unos mágicos lentes (¿Google Glass?.  Ya se ve que la smart camera de Polaroid sufrió el mismo destino de los smart shades. En Polaroid parecen haber desaparecido del mapa tanto la Smart Camera como Lady Gaga, los Smart Shades y no es de extrañar que con tantos saltos en su estrategia ya hubiera estado no hace mucho en bancarrota.

También en su momento aparecieron rumores donde se indicaba que algunas cámaras Alpha NEX podrían incluir el sistema operativo Android pero el tema  también parece haberse desvancido.

Nokia trata de sobrevivir

Nokia cometió varios errores importantes en su historia: el primero fue aferrarse al sistema operativo Symbian, y para empeorar las cosas al entrar al mercado de los smartphones eligió Windows Phone. La decisión provocó que Microsoft comprara la unidad de negocios de teléfonos móviles de Nokia. Aunque Nokia ha generado teléfonos con cámaras líder, como el Nokia Lumia 1020 el futuro de la marca aún es incierto.

Las Smart Cams ascienden (…y descienden)

El 22 de agosto de 2012 Nikon anunció su modelo Coolpix S800C que ofrecía zoom óptico de diez aumentos, Wi-Fi, GPS y una pantalla de 3.5 pulgadas. La cámara opera con el sitema operativo Android en su versión 2.3 Gingerbread. Desgraciadamente la crítica no ha sido buena con la Coolpix S800C. Cnet ataca que la cámara es lenta, el zoom 10x provoca tener un sensor demasiado pequeño, autonomía de batería baja y la calidad de imagen no es mucho mejor a la de una Point & Shoot. Pocket-Lint también criticó la vida batería además de un precio excesivo.

El 29 de agosto de 2012 Samsung anunció su modelo Galaxy Camera con sistema operativo Android 4.1 (Jelly Bean).

El dispositivo ofrece amplia conectividad mediante Wi-Fi pero también con 3G y una versión dedicada Wi-Fi+4G. Resulta peculiar que la cámara comparte la denominación que el fabricante coreano reservaba para su línea de teléfonos inteligentes. La Galaxy Camera no tiene funcionalidades telefónicas celulares. Es una cámara que usa Android, no un teléfono que incluye una cámara.

El 13 de noviembre de 2012, Samsung hizo público el kernel code, es decir el corazón de la Galaxy Camera  para que terceros (desarrolladores, hackers o cualquier interesado) puedan tener acceso total a las funcionalidades y hardware de la cámara. Esto es muy notable, porque Samsung abre auténticamente las puertas a que se le saque todo el jugo posible a su equipo y hace realidad los sueños y predicciones hechos en Stanford. Ningún fabricante antes había abierto sus especificaciones, hardware y software a terceros.

Con este hecho sin precedente, Samsung ofrece posibilidades reales para que los desarrolladores puedan crear apps específicas para esta cámara que podrían abrir posibilidades realmente nuevas y mejores que las ofrecidas por el propio fabricante. Esto implica una inteligencia colectiva que desarrollaría la tecnología y la relación hardware-software como nunca antes en la era digital. Solamente es importante recordar que el gran éxito de la fotografía en 1839 se debió a que el gobierno abrió la patente y muchos desarrolladores (entonces se les llamaba simplemente «científicos») pudieron hacer mejoras tecnológicas en un ambiente de genuino open source.

Todo lo anterior es un importante hito que pueda cambiar radicalmente las posibilidades de la cámara.

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La calidad de imagen de la Galaxy Camera está a la par de las cámaras compactas más baratas, pero con una etiqueta de precio superior a la de una réflex básica.

Connect.dpreview.com publicó la reseña completa de la Samsung Galaxy Camera y el resultado no fue muy alentador. La resolución de 16mpx era muy superior a la que podían manejar las aplicaciones de fotografía, el tiempo de arranque es muy lento y la calidad de imagen mejor que la de un celular pero mediocre o aún para Point & Shoot. Sin embargo la cámara costaba $600usd, más que lo que se tiene que desembolsar por una cámara de entusiasta o una réflex básica.

Además, el software no aprovechaba muchas de las posibilidades de la cámara como el botón de obturación dedicado o la palanca de zoom.

Como las dos smart cams no lograron un total de ventas para crear una masa crítica, los desarrolladores no se interesaron en crear versiones adecuadas para este nuevo tipo de cámaras. En cierto sentido el hardware está superando al software, lo mismo está ocurriendo con el iPad y su pantalla retina que obligó a los desarrolladores a mejorar substancialmente sus aplicaciones para poder aprovechar las nuevas posibilidades del hardware.

Sin embargo el iPad es uno de los productos más revolucionarios de la historia y se han vendido hasta el momento unos 100 millones de unidades, lo que ofrece un universo lo suficientemente atractivo para los desarrolladores de software que se ponen al día en las mejoras del sistema operativo y el hardware tan pronto como les es posible. No será sencillo ni rápido que existan 100 millones de smart cams (cámaras dedicadas con sistema operativo Android) para enamorar a los programadores de aplicaciones.

Mientras no existan aplicaciones que aprovechen la posibilidad de un hardware más poderoso que las cámaras agregadas a los teléfonos móviles, las smart cams se reducen a un gadget más de alcance limitado, vida de batería mediocre, imagen promedio y precio exorbitante.

Polaroid ¿Otra vez?

Tras un año del anuncio de la Smart Camera de Polaroid, primero aparecieron rumores en Internet (22 de diciembre, 2012) de un modelo de cámara Polaroid (la IM1836) de óptica intercambiable con sistema operativo Android. Finalmente Polaroid hizo oficial el anuncio el 7 de enero de 2013. Sin embargo siguen pasando los años sin que aparezca el equipo disponible al público (12 de enero de 2016). En tal sentido la credibilidad de Polaroid, como puede notarse, está por los suelos. Es increíble que las páginas de rumores en internet sean más confiables que los comunicados oficiales de la empresa fundada hace 75 por Edwin Herbert Land.

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Ahora bien, aunque suena interesante, ¿si Polaroid ya contaba con un prototipo muy avanzado de Smart Camera por qué no ha visto la luz? Y además, ¿Qué tipo de óptica utilizará? Seguiremos los desarrollos al respecto durante los próximos meses y actualizaremos la información periódicamente (si es que hay algo que actualizar, dada la actual credibilidad de Polaroid).

Las Smart Cameras se quedaron en promesa.

¿Y si cambiamos el paradigma (otra vez)?

Con un mercado tan atractivo no es extraño que los gigantes de la electrónica busquen, desesperadamente, cómo hincarle el diente. Sony ha pensado de forma distinta: Si el teléfono no va a la cámara ¿Por qué no llevamos a la cámara al teléfono?

La estrategia fue crear un objetivo con CPU y sistema de intercomunicación incorporado para compensar los problemas de los diminutos sensores y lentes de los teléfonos móviles. ¿El resultado? Los modelos QX10 y QX100. ¿Y el otro resultado? Que son lentos, complejos, estorbosos y tampoco se han convertido en la panacea: la gente sigue usando su micro-sensor y la mini-óptica incorporada al móvil.

Quizá no haga falta más para hacer la obligada selfie en el baño o la foto del café en Starbucks.

Sony QX100 montada en un teléfono Samsung. Otro intento fallido.
Sony QX100 montada en un teléfono Samsung. Otro intento fallido.

Los profesionales al ataque

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Para esta fotografía Dan Chung utilizó su iPhone 4S, un adaptador Schneider ojo de pez y la aplicación Snapseed. © Dan Chung/Guardian

Cada vez hay más fotoperiodistas que están empleando las cámaras en sus teléfonos móviles para coberturas noticiosas. Por ejemplo Ben Lowy  lo ha utilizado para realizar coberturas periodísticas en Afganistán y Time publicó una fotografía suya del huracán Sandy realizada con su teléfono móvil.

Kira Pollack, editora de imagen en la revista Time decidió que los fotógrafos encargados de reportar la historia del huracán utilizaran sus teléfonos con Instagram.

Por su parte Dan Chung utilizó también su iPhone y la aplicación Snapseed para realizar sus historias en las pasadas olimpiadas de Londres 2012.

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Ben Lowy utilizó la cámara de su teléfono móvil para realizar esta fotografía que apareció en la portada de la revista Time.

Incluso plataformas concentradoras de imágenes periodísticas como Demotix están aceptando fotografías realizadas con teléfonos. Esta tendencia se está generalizando en otros medios noticiosos.

Las dos grandes desventajas de los teléfonos móviles para la cobertura periodística son su escasa calidad en condiciones bajas de luz y la lentitud relativa. Aún devotos del iPhone como Ben Lowy utilizan en paralelo cámaras réflex y las de su teléfono móvil.

También es importante hacer notar que las cámaras de los teléfonos han tenido una mejora creciente en los últimos años. Esta comparativa de modelos de iPhone es muy elocuente en sí misma:

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La supuesta venganza de las cámaras

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Canon PowerShot N

Si las smart cams han resultado hasta el momento decepcionante, resulta peculiar que varias de las tecnologías desarrolladas para los teléfonos están siendo exitosamente adaptadas a las cámaras.

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Pantalla táctil en la Canon Rebel T4i. Imagen cortesía de dpreview.com ©DPreview 2012

Canon ha utilizado los mismos tipos de pantalla táctil utilizadas en los smart phones para sus cámaras réflex T3i (600D), T4i (650D), T5i (700D), t6i (750D), t6s (760D), 70D y SL1 (100D) y lanzó la Canon PowerShot N, una cámara de diseño singular, inspirada en la facilidad de uso de los teléfonos, pantalla táctil, conexión inalámbrica wi-fi pero con el poder de una cámara dedicada. La apuesta de Canon tuvo eco entre el público pues ya existe una segunda cámara de la serie N, la Canon Powershot N100. La aparición de esta cámara es un reconocimiento que indica la preocupación de las marcas tradicionales de máquinas fotográficas por generar productos competitivos frente a los imparables teléfonos móviles. Sin embargo no han tenido el éxito esperado.

El uso actual de las fotografías

Tal vez el pecado mayor de Kodak fue el pretender seguir un esquema de negocio basado en consumibles y revelado, sino el no saber adaptarse al uso de la fotografía en el siglo XXI. Sin embargo no fue su único error.
En el siglo XX, la fotografía era un objeto, una cosa, algo tangible que se podía tocar, ver, incluso oler. Pero hoy, en la era de la conectividad, el paradigma ha cambiado.

Un porcentaje elevadísimo de fotografías digitales jamás serán impresas. Pregunté a un grupo de cien estudiantes de Fotografía Digital cuántas fotografías hechas con sus nuevas cámaras habían impreso. La respuesta fue, en su gran mayoría, cero. Lo mismo se aplicaba a sus fotografías hechas con el teléfono móvil: no encontré un solo alumno que hubiera impreso una fotografía capturada con la cámara de su teléfono. Espero poder hacer una encuesta para tener datos duros.

Sin embargo, en este último caso, coincidieron en que una parte importante de sus imágenes acababa en Facebook, Flickr, 500px, Instagram o alguna otra red social.

De modo que el otro pecado capital de Kodak fue el no adaptarse a un entorno y uso de las fotografías totalmente nuevo en donde solamente se imprimen copias en papel para la abuela.

Hoy hasta las cámaras más modestas son capaces de capturar  20 megapíxeles. Nuestras pantallas apenas requieren 2 megapíxeles de resolución para llenar un monitor HD 1080. El iPhone 6s+ con su maravillosa pantalla retina exige únicamente 2,2 megapíxeles para lucir en pantalla completa. En estos tamaños, aún una fotografía con ciertos defectos (ruido, vibrada) lucirá aceptable.

De hecho en algunas condiciones de luz favorable, resulta francamente difícil aún para un ojo experimentado el determinar si una fotografía fue hecha con un móvil o incluso con una réflex digital a partir de una visualización en pantalla.  CNN ofrece un reto on-line para que el usuario decida si la fotografía fue hecha con un celular o con una cámara fotográfica.

El reporte publicado en el TomiHonen Almanac ya se establecía en 2013 que el 90% de las personas hacen fotografías con sus teléfonos exclusivamente.

¿Y el futuro?

La pregunta original era ¿Sustituirá el teléfono a la cámara fotográfica? Vimos las interesantes aportaciones de los académicos de Stanford quienes realmente nos convencían con sus argumentos a favor del open source. También descubrimos cómo los fabricantes de teléfonos sí han logrado orientarse exitosamente hacia un ecosistema de redes sociales. Además, aceptamos el  nuevo uso de la fotografía que ha sustituido el papel por la pantalla LCD, Retina u oLED.

El despegue de las fotografías en teléfonos móviles es ya una realidad y es muy claro que han rebasado a las cámaras convencionales. El declive de las cámaras dedicadas orientadas al consumidor es un hecho incontrovertible. La firma de investigación de mercado iSuppli  predijo que a partir de 2014  la venta de cámaras fotográficas disminuiría notablemente y estuvo en lo cierto.

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Statista presentó una estadística de ventas de cámaras digitales desde 1999 y se puede notar, inmediatamente, el «efecto burbuja». 2010 fue el año pico, pero desde entonces la caída en la venta de cámaras digitales ha ido en picada. En cambio, puede apreciarse que al 12 de enero de 2016, en Flickr lo que se impone de manera apabullante son los teléfonos móviles:

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Datos al 12 de enero de 2016
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Datos al 12 de enero de 2016

https://www.flickr.com/cameras

https://www.flickr.com/cameras

DPreview.com, el sitio de reseñas fotográficas más importante del mundo hoy también ofrece su sitio Connect, una división dedicada exclusivamente a dispositivos móviles. DxO Mark también cuenta, desde hace tiempo, con su apartado dedicado a los teléfonos móviles. No son únicamente los consumidores quienes están mutando sus hábitos fotográficos hacia los dispositivos móviles: hay una tendencia entera en la industria que está moviéndose hacia esos rumbos.

La cámara en el teléfono es la nueva Brownie

El teléfono móvil es (y seguirá siendo) el dispositivo por excelencia para la clásica instantánea del «michu». © Fanny et Vincent

Ahora bien, algo de lo que no me queda duda es que se continuará usando el móvil para capturar la reunión familiar, la fotito del gato, la instantánea de una grieta que nos llamó la atención al pasar, etcétera. Parece no caber duda de que la cámara en el teléfono ya es el medio de captura por excelencia de la fotografía vernácula. Tal vez el smart phone no sea el futuro de la cámara fotográfica en su totalidad, pero ya es indudablemente la Brownie del siglo XXI, es decir, el dispositivo fotográfico para el gran público. Si el  Volkswagen es el «auto del pueblo», el teléfono móvil es una especie de volkskamera.

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Kodak Brownie Fiesta modelo Flash (1949-1961). Foto © Óscar Colorado (2013)

Sin embargo a quien le interesa la fotografía más a fondo todavía necesita un dispositivo dedicado. Todavía habemos fotógrafos que detestamos la lentitud de las cámaras en los teléfonos móviles, aunque se trate de un iPhone 6s o un Galaxy S6 Edge (aunque hay que reconocer que han mejorado notablemente en velocidad). También es cierto que si necesitamos realizar fotografías en condiciones difíciles de luz los teléfonos automáticamente pierden la batalla y las réflex full frame permiten fotografías que eran imposibles en el pasado. Hoy las sensibilidades ISO en cámaras profesionales son apabullantes.

Tal vez no a todo el mundo le resulta prioritario subir cuanto antes sus fotografías a Facebook ni compartirlas vía Instagram. ¿Y si en ciertos círculos fotográficos se imprimen más fotografías de lo que ocurre entre el consumidor promedio?

Si bien es cierto que ya hay una franca contracción del segmento de cámaras Point & Shoot, el mercado no es el mismo para las réflex digitales. Por otra parte las cámaras de óptica intercambiable sin espejo va a la alza, especialmente impulsada por la apuesta high end de Sony y sus cámaras Alpha de gama alta.

La aparición de cámaras con sensores full frame orientadas al fotógrafo amateur/semi-profesional indicaron una tendencia interesante en el otro lado del espectro. Si los consumidores abandonan las cámaras casuales, gracias a los teléfonos cada vez más aficionados se interesan en la fotografía y terminan comprando una cámara más capaz que les permiten realizar imágenes con excelente calidad y rapidez en condiciones de luz donde sus teléfonos celulares son incapaces de lograr una foto medianamente decente, al menos todavía.

Lo que resulta una tendencia clara es el uso primario por parte de los aficionados del teléfono móvil como dispositivo fotográfico y que aún los fotógrafos profesionales adoptamos este formato como un formato siempre disponible cuya omnipresencia compensa en algún sentido su falta de velocidad y calidad en condiciones de poca luminosidad. Hoy por hoy el iPhone es la cámara fotográfica más popular del mundo.

Para el teléfono móvil el reto sigue siendo, al menos por el momento, el uso de sensores demasiado pequeños y óptica igualmente diminuta. Con los desarrollos de sensores curvos y otras posibilidades tecnológicas la brecha se irá cerrando poco a poco.

Quizás, quizás, quizás…

Y tal vez, solamente tal vez, la cámara fotográfica, sigue tan vigente, apasionante y deseada como en 1839 cuando Louis Jacques Mandé Daguerre se presentó ante la Academia de Ciencias de París. El romántico que hay en mí se inclina a pensar que así será, que la muerte de la cámara fotográfica como dispositivo dedicado quizás aún no ha llegado, pero al mismo tiempo me parece extraordinario que exista la posibilidad de contar con un universo fotográfico con millones de fotos que están disponibles para todo el mundo a través de Internet. El que tengamos una cámara siempre en el bolsillo es, a no dudarlo, una bienvenida herramienta. No importan sus limitaciones, las cámaras en los teléfonos móviles han demostrado que la pasión del ser humano por la fotografía está más viva que nunca.


oscar_colorado_natesÓscar Colorado Nates es Profesor/Investigador titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México).

Es autor de los libros:

  • Ideas Decisivas: 800 reflexiones fotográficas (2a. Edición)
  • Fotografía 3.0 Y después de la Postfotografía ¿Qué?
  • Instagram, el ojo del mundo
  • Fotografía de documentalismo social
  • Fotografía Artística Contemporánea
  • El Mejor Fotógrafo del Mundo.

Columnista en el periódico El Universal (Cd. de México).
Editor y Director General de la revista fotográfica MIRADAS.

Co-fundador de la Sociedad Mexicana de Daguerrotipia y miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY).

Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las posturas de la Universidad Panamericana.


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7 comentarios sobre “Teléfonos vs. Cámaras”

    1. Creo que los teléfonos tendrán siempre la ventaja de la portabilidad, pero para trabajos donde la calidad y/o la velocidad sean fundamentales, las cámaras dedicadas (y hoy las reflex) siguen siendo una herramienta insustituible. Gracias por el comentario d0bler. Saludos, Óscar Colorado

  1. para segun que tipo de fotos la discrepcion de un movil puede ser mas importante que la calidad de una camara.
    disparar un plano cerrado con un 35mm en un robado es imposible en estos tiempos donde hay una gran preocupacion por preservar el anonimato. eso a dia de hoy te lo puede ofrecer un iphone por poner un ejemplo

  2. Excelente articulo, me dio una visión de lo que ha estado pasando con las cámaras en los últimos años.

    Hoy con celulares como el iPhone 6s, lumia 950xl y el Sony Z5 con cámaras que tiene resolución de 23 megapíxeles y grabación 4K nos seguimos preguntando ¿Substituirá el teléfono móvil a la cámara fotográfica? Mi respuesta es SI

    *(sin incluir a los fotógrafos ya que ellos si necesitan una cámara profesional para su trabajo)

    1. Sin duda los celulares siguen mejorando y eso es muy bueno. De hecho ya hay una tendencia clara en la que los teléfonos móviles están sustituyendo a las cámaras de consumidor. Sin embargo aún hay un trecho por seguir para que los celulares puedan sustituir a las cámaras de gama más alta. En cualquier caso, la diferencia hoy en calidad es abismal respecto de lo que había hace 5 años. Una clave importante está en el desarrollo de mejores sensores porque siempre está la limitación física del espacio. Muchas gracias por el comentario, muchos saludos.

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