La crónica del hombre que se hizo cámara para convertirse, finalmente, en cuervo.
Por Óscar Colorado Nates*
Del estudio familiar a Tokio
Masahisa Fukase nació en Bifuka (distrito de Nakagawa, Hokkaido 9) en 1934. Su familia tenía un foto estudio llamado Fukase Shashinkan fundado por su abuelo en 1908. [1] Masahisa se graduó de la Universidad Nihon (Tokio) donde obtuvo su diploma en el departamento de fotografía artística (1956). Se suponía que debería haber regresado para hacerse cargo del estudio familiar pero se enamoró de Tokio y trabajó en el Nippon Design Center y con la editorial Kawade Shobo Shinsha [2]. Para 1961 expuso su trabajo Kill the Pigs sobre a matanza animal en un rastro.[3a].
En 1968 se hizo fotógrafo independiente y presentó con éxito su trabajo en revistas de fotografía y exposiciones.
Las fotos íntimas
A principios de la década de 1960 Fukase contrajo matrimonio con su primera esposa Yukiyo Kawakami, quien aparecería en su libro de 1971 titulado Yugi: Homo Ludence. [3b]
En 1963 volvería a casarse, esta vez con Yohko Wanibe (también conocido solamente como «Yoko») quien se convertiría en su musa definitiva. De esta época surgen numerosas fotografías tanto de Yoko como de sus gatos. Las fotos más líricas y juguetonas de esta época dieron como resultado la exposición Play. Su fotografía reflejaba los aspectos mas cercanos y cotidianos de en su vida. Posteriormente se produce el libro «Yohko», que se publicaría hasta 1978.
La crítica recibió bien las fotos que le hizo Fukase a su esposa y comenzó a tener buenas ventas de su trabajo. Masahisa se distinguió por apartarse del nihilismo típico de su generación. Como buen fotógrafo japonés, el formato de foto-libro fue un vehículo importante para difundir su trabajo.
Junto con otros fotógrafos como Shomei Tomatsu, Daido Moriy, Nobuyushi Araki, Eikoh Hosoe, Noriaki Yokosuka y otros inició una escuela fotográfica que bautizaron The Workshop.
El quebranto
Yoko acabó abandonando a su marido en 1976, después de 13 años de matrimonio, quien escribió en The Incurable Egoist:
«Vivimos juntos durante 10 años, pero él únicamente me vio a través de la lente, y estoy convencida de que todas las imágenes donde aparezco son, incuestionablemente, fotografías de él mismo.»[4]
Fukase, totalmente deprimido, viajó hacia su tierra natal en Hokkaido. Para entonces sus problemas con el alcohol se habían combinado con las reyertas matrimoniales. De modo que el viaje a la norteña isla de Hokkaido era, para él, indudablemente un escape.
Mientras viajaba en el tren comenzó a notar los pájaros que encontraba. De ahí surgió su gran tema fotográfico: las aves en general pero los cuervos en particular.
Más que fotografías de las aves, realmente son un claro reflejo de su situación emocional. «A su manera, estas fotos recuerdan el arte tradicional del sumi-e con su tinta deslavada…» [5]
En la mitología japonesa los cuervos pertenecen a una especie de sujetos sobrenaturales llamados tengu. Es una figura de mal agüero, impredecible y peligrosa. [6]
Las fotografías de Fukase son oscuras, con el grano reventado. Estos cuervos lo mismo aparecen vivos que muertos, barridos, sus huellas o sus sombras. [7]
De estas imágenes surgió, 10 años después, su libro Karasu (Cuervos, 1986) de gran éxito. En Estados Unidos se presentó como The Solitude of Ravens, título irónico porque los cuervos son, en realidad, aves sociales. Karasu fue considerado por un panel de expertos con fotógrafos como Chis Killip o el escritor Gerry Badger como el mejor foto-libro en 25 años (1986-2009) superando, incluso, al mítico The Ballad of Sexual Dependance de Nan Goldin [8]. Fukase quería que el libro se llamara Tonpoku-ki o «La crónica de una escapada al norte.» El editor Shoji Yamagishi propuso para el trabajo el título «Cuervos» por la gran cantidad de fotos que había de estas aves. A Fukase no le gustaba demasiado el nombre porque le parecía de fotografías de fauna. Finalmente aceptó porque la idea de los cuervos le remitía al concepto de tabi-garasu, que significa «viajar como cuervo» y que se aplica a los vagabundos. [9]
El pasaje de La Torre de Londres de Natsume Soseki reverbera en las fotos de Fukase:
«Un cuervo desciende. Con alas agazapadas y un pico negro afilado, mira fijamente. Este pájaro duende, transformado a partir de una costra centenaria, observa ceñudamente esta tierra de perdición. Un olmo se mece con el viento. Un pájaro está posado en una rama. Otro se le une. De dónde viene, no lo sé. » [9b]
Y es que, en el trabajo de Fukase, parecería que las personas se han vuelto cuervos y viceversa. Y también, en más de una imagen, el fotógrafo parece transfigurarse en cuervo y ver el mundo con ojos de ave, no siempre desde las alturas, sino también desde el suelo. Este es el trabajo más elevado de Fukase, paradójicamente, su abismo más hondo.
Exposiciones
Fukase participó en la exposición New Japanese Photography en el Museum of Modern Art (1974). En 1984 expuso en el Oxford Museum of Modern Art en la exposición «Black Sun: The Eyes of Four» y con la exhibición «By Night» en la Fondation Cartier pour l’Art Contemporain en 1996 y en Out of Japan del Victoria & Albert Museum (2002).
Ganó el premio Nabou en 1976 por su exposición Karasu y el premio especial en el Higashikawa Photography Awards (1992).
Enfermo de «Yo»
Hizo a principios de la década de 1990 dos series: BUKUBUKU (1990) y Private Scenes (1990-1991). Se trata de series con obsesivos, prácticamente enfermizos, autorretratos.
El fotógrafo que se convirtió en cuervo
Harto de hacerse fotos a sí mismo regresó a los cuervos, que fotografiaba con un súper telefoto desde la ventana de su estudio. Tomo Kosuga explica que Fukase se levantaba todas las mañanas y, en lugar de verse al espejo, fotografiaba cuervos porque «…él mismo se había convertido en un cuervo».[10]
Dice Akira Hasegawa que
«Si hay un tema subyacente en el trabajo de Fukase, es una sensación de incompatibilidad con todo en la vida cotidiana. En mi opinión, Fukase nunca pudo encontrar compatibilidad o armonía en sus relaciones con mujeres o con sus amigos cercanos. Cuando veo las fotografías de gatos de Fukase, me hace creer que fotografió a gatos y mujeres de la misma manera: sin emociones. Para él, no había diferencia en estos dos sujetos ya que ambos existían fuera de su propio mundo interior, un mundo que no tenía lugar en la sociedad tradicional japonesa. Fukase era un alma extraviada «. [11]
En 1992 rodó por la escalera de su bar favorito: el golpe le dejó en coma durante veinte años. Yoko lo visitó en el hospital cada dos semanas durante dos décadas hasta que el fotógrafo falleció en 2012 a los 78 años. [12]
* Dr. Óscar Colorado Nates,
(Ciudad de México, 1969)
Académico, crítico, analista y promotor de la fotografía.
Doctor «cum laude» en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Narrativa y Producción Digital por la Universidad Panamericana (Cd. de México) donde es Investigador de Tiempo Completo y Profesor Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada así como Docente de Posgrado en Narrativa y Nuevas Tecnologías.
Autor de libros como Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo; Instagram, el ojo del mundo; Fotografía de Documentalismo Social; Fotografía Artística Contemporánea; El Mejor Fotógrafo del Mundo y Pensamientos Decisivos: 650 reflexiones fotográficas.
Miembro del Seminario de Imagen y Cultura, la Asociación Mexicana de Estudios de Estética, el Seminario Permanente de Análisis y Crítica Cinematográfica (SEPANCINE) y de The Photographic Historical Society (Rochester, NY), entre otras agrupaciones académicas.
Las opiniones vertidas en los artículos y producciones audio-visuales son personales.
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Fuentes de investigación
- Benge Harvey. Masahisa Fukase died last week. http://harveybenge.blogspot.com/2012/06/masahisa-fukase-died-last-week.html Consultada el 15 de septiembre de 2019
- Everything Explained, Masahisa Fukase. Disponible http://everything.explained.today/Masahisa_Fukase/ Consultada el 29 de mayo de 2016
- Fallis Greg, Masahisa Fukase. Disponible en http://www.utata.org/sundaysalon/masahisa-fukase/ Consultada el 29 de mayo de 2016
- Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido.
- O’Hagan Sean, Masahisa Fukase: the man who photographed nothing but his wife. https://www.theguardian.com/artanddesign/2015/jul/13/masahisa-fukase-photographed-nothing-but-his-wife Consultada el 18 de octubre de 2022
- O’Hagan Sean, Masahisa Fukase’s Ravens: the best photobook of the past 25 years? Disponible en https://www.theguardian.com/artanddesign/2010/may/24/masahisa-fukase-ravens-photobook Consultada el 29 de mayo de 2016
- O’Hagan Sean, Masahisa Fukase: the man who photographed nothing but his wife. Disponible en https://www.theguardian.com/artanddesign/2015/jul/13/masahisa-fukase-photographed-nothing-but-his-wife Consultada el 29 de mayo de 2016
Notas
[1] Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido. Pág. 137
[2] Everything Explained, Masahisa Fukase. Disponible http://everything.explained.today/Masahisa_Fukase/ Consultada el 29 de mayo de 2016
[3a] Benge Harvey. Masahisa Fukase died last week. http://harveybenge.blogspot.com/2012/06/masahisa-fukase-died-last-week.html Consultada el 15 de septiembre de 2019
[3b] O’Hagan Sean, Masahisa Fukase: the man who photographed nothing but his wife. https://www.theguardian.com/artanddesign/2015/jul/13/masahisa-fukase-photographed-nothing-but-his-wife Consultada el 18 de octubre de 2022
[4] Fukase Masahis. Op. Cit. Pág. 139
[5] Fallis Greg, Masahisa Fukase. Disponible en http://www.utata.org/sundaysalon/masahisa-fukase/ Consultada el 29 de mayo de 2016
[6] O’Hagan Sean, Masahisa Fukase’s Ravens: the best photobook of the past 25 years? Disponible en https://www.theguardian.com/artanddesign/2010/may/24/masahisa-fukase-ravens-photobook Consultada el 29 de mayo de 2016
[7] Ídem
[8] Benge Harvey, Op. Cit.
[9] Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido. Pág. 141
[9b] Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido. Pág. 133 La traducción es nuestra.
[10] Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido. Pág. 145
[11] Fukase Masahisa. Ravens. Mack, 2017. Reino Unido. Pág. 134
[12] O’Hagan Sean, Op. Cit
Muchas gracias Doctor Oscar, un hermoso recuento de la vida de un ser humano-fotógrafo muy compleja y que retrato con su cámara….y con un final triste para quien las imágenes permiten
ver un poco de su yo….muy interior
La historia de Masahisa me parece indispensable para apreciar más sus fotos y comprender que más allá de una solución plástica o un estilo, hay detrás una vida y una historia que sirve de columna vertebral y que hace que este trabajo tenga una razón de ser muy clara. ¡Gracias por el comentario y muchos saludos!
Siento que sus fotos son lúgubres, pero así como lo cuentas Masahisa Fukase era un tipo «raro» y eso ayuda a comprender el por qué de sus imágenes. Como siempre me maravillo del trabajo que haces buscando fechas, nombres, anécdotas para hacer estos geniales artículos. Un abrazo!!
Muchas gracias Ernesto. Efectivamente, aquí sí que se aplica con Fukase que era una «rara avis» y sus fotos necesariamente tienen que entenderse en el contexto de lo que vivía para disfrutar su significado de manera más plena. ¡Muchos saludos y mil gracias!
Me encantan tus artículos, qué manera de aprender contigo!!!!! Ojalá vinieras a dar un par de charlas a Chile aquí se hace mucha foto, pero falta análisis y pensamiento al que hacer fotográfico.
Mucho desorden creo yo dentro de su mundo interior… exactamente lo trasmitido a sus fotografías. También oscuras y geniales sus cuervos!!!