Libro: «Prohibido el Cante. Flamenco y Fotografía»

153  fotografías seleccionadas del total de más de 200 imágenes de la exposición Prohibido el cante. Flamenco y fotografía.

Por Óscar Colorado Nates*

Fotógrafo flamenco

Permítame mi lector una confesión: Este año cumplo 25 años de tocar las guitarra y 35 de hacer fotografías. Si pudiera sintetizar mis dos pasiones artísticas fundamentales diría que son el Flamenco y la foto. De hecho estoy trabajando un proyecto multimedia de contenidos flamencos titulado Rumbos Flamencos para radioUP. Y hoy he tenido una gran sorpresa fotográfico-flamenca.

Esta mañana asistí con un grupo de participantes de fotoUP a la World Press Photo 2012 en el Museo Franz Mayer en la Ciudad de México. Por supuesto realicé mi obligada escala a la tienda de los museos que visito porque suelo encontrar buenos textos de fotografía que no suelen hallarse en otras librerías. Mi sorpresa fue grande cuando me topé con el libro Prohibido el cante. Flamenco y fotografía.

Joaquín Cortés. Elke Stolzenberg. 1995

De regreso de la exposición he podido revisar con regocijo las 153 fotografías que integran el libro. José Lebrero Stals abre: «Ya sea como realidad social o como expresión musical, el flamenco siempre ha interesado a un gran número de fotógrafos…» y prosigue en otro párrafo: «Las razones de la presencia del flamenco en la esfera fotográfica han tenido que ver con la curiosidad antropológica que despertaron sus particulares espacios cotidianos. Avivó el deseo documental de testimoniar los lugares donde han ido socializando sus protagonistas.»

El Flamenco es un fenómeno apasionante pero extraño. No soy español, soy mexicano, de modo que no tengo los prejuicios que algunos pudieran achacarle a esta forma musical vernácula. Los gitanos mismos, como ya explicaba yo en el artículo sobre Josef Koudelka, han sido motivo de escándalo y una pieza que nunca parece encajar del todo bien en el puzzle social.

Prohibido el cante. Flamenco y Fotografía me ha parecido un libro muy logrado tanto en su acercamiento al flamenco como desde la perspectiva fotográfica.  El recorrido inicia en orden cronológico durnate segunda mitad del siglo XIX hasta llegar al flamenco contemporáneo.

Aunque hubiera sido fácil decantarse por una expresión fotográfica muy típica aprovechando  los aspectos más comunes de la iconografía flamenca (vestidos, guitarras, expresión corporal de los bailaores), la colección de fotografías nos acerca más al fenómeno antropológico. Como bien apunta Lebrero «la ‘fotografía de calle’ sucitó otro método de acercamiento: se trataba entonces de construir una mirada periodísticas y crítica del mundo flamenco, de sus protagonistas públicos y anónimos, de sus seguidores y perseguidores para documentar la complejidada y las contradicciones sociales que dieron a su existencia.» Algunas fotografías son tan desgarrada y tan broncas como los primeros cantes mineros.

Camarón de la Isla, Festival de Arte Flamenco de Mont de Marsan. Jean-Luis Duzert. 1990

Hay muchas fotografías dignas de ser comentadas. Llaman la atención las aproximaciones abstractas y claramente modernistas de Horacio Coppola, Ángel Ferrant o Gertrude Fehr. Es grato encontrar el trabajo de grandes maestros como Brassaï, Manuel Álvarez Bravo, Robert Capa, Martin Munkácsi, Joseph Koudelka o Henri Cartier-Bresson.

Bailaora gitana. Brassaï. 1956

Entre las fotografías que más me conmovieron está la imagen capturada por Jean-Louis Duzert con las manos de Camarón, síntesis de voz, fuerza y emoción.  Otra fotografía que me tocó el corazón: Picasso, Vallauris, 1955 de Edward Quinn. ¿El gran maestro de las artes visuales abrazando una guitarra? ¡Puro goce!

El libro ofrece fotografías con aproximaciones registrales, capturas de fotografía vernácula, imágenes de estudio hasta estéticas contemporáneas, el libro también es un recorrido de gran interés sobre los acentos de la fotografía documental con el flamenco como tema rector.

Picasso, Vallauris. Edward Quinn. 1955

De la contraportada: «El flamenco, una de las manifestaciones culturales populares más complejas y evocadoras del siglo XX en Europa, siempre ha interesado a un gran número de fotógrafos de todo el mundo. Al fin disponemos de un estudio exhaustivo de cómo los fotógrafos en distintas épocas y por motivos diversos se han acercado a su universo

Durante el franquismo, muchas veces se pudo leer en las tabernas populares la indicación de “Prohibido el cante”. Esta edición reúne aproximadamente 170 fotografías de 70 autores internacionales. Incluye tanto a los grandes maestros del género como a quienes ocasionalmente han viajado al mundo del flamenco capturando elocuentes imágenes. Desde Laurent hasta Pierre Bonnard, la historia de la fotografía da cuenta de la evolución estética, antropológica, económica y social del flamenco.»

«Prohibido el cante. Flamenco y fotografía» incluye algunas fotografías individuales indispensables en cualquier muro flamenco.

Prohibido el cante. Flamenco y fotografía es un libro que satisface a flamencos y fotógrafos por igual. Pero a los fotógrafos aflamencados este volumen los hará entornar los ojos. Y si se disfruta con una banda sonora de fondo apropiada y algún buen vinillo estará asegurada una experiencia memorable.

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Prohibido el cante. Flamenco y fotografía
José Lebrero Stals

  • Tapa dura: 190 páginas
  • Editor: RM Verlag, S.L; Edición: 1 (17 de abril de 2009)
  • Idioma: Español
  • ISBN-10: 8492480491
  • ISBN-13: 978-8492480494

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Óscar Colorado Nates es Profesor/Investigador titular de la Cátedra “Fotografía Avanzada” en la Universidad Panamericana (Ciudad de México) donde encabeza la Academia Audiovisual. Es director general de la Agencia de Imagen FotoUP, integrante de MediosUP. Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las opiniones y/o posturas de la Universidad Panamericana.

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