La peregrinación interior de Lorenzo Armendáriz

Lorenzo Armendáriz. Foto septiembre 2010. Fotografía de Alonso Castillo (detalle, editada).

Por Óscar Colorado Nates*

Lorenzo Armendáriz (San Luis Potosí, 1961) es un fotógrafo neo-documentalista que ha centrado su trabajo en el peregrinar humano. Con su trabajo Senderos de la Fe, ha logrado retratar dos viajes: el físico, exteriorizado en la peregrinación y el espiritual, una jornada hacia el interior.

Génesis de un viaje

Armendáriz comenzó el vagabundeo fotográfico cuando preparaba su tesis para graduarse como licenciado en turismo. Aceptó la invitación para participar en el Instituto Nacional Indigenista donde inició un trabajo fotográfico que cubriría casi 50 proyectos de registro étnico.

Lorenzo Armendáriz. De la serie «Centinelas del Tiempo». México, 1993

En 1993 concluye su trabajo Centinelas del tiempo donde empieza a dar señales de no ser un mero fotógrafo registral. Sin embargo, esta encomienda no terminaba de complacer sus inquietudes autorales: «…eran fotos de registro, claro que había una intención pero nunca una propuesta personal…» [1]  En muchas de sus imágenes comienzan a «filtrarse» las intenciones e interpretaciones de su autor. Su trabajo es un relato fotográfico:  “…me interesa vivir realidades, me interesa mucho la convivencia con la gente, convivir y compenetrar, luego ir a contarlo. En lugar de escribir, lo hago con imágenes”. [2]

Lorenzo Armendáriz. «Ánimas con banderas». Jaral de Berrio, Guanajuato, México, 2005

Gitanerías


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Armendáriz es nieto de un húngaro, y la búsqueda de su ancestro le condujo hasta los gitanos asentados en México. La ontología cíngara influyó directamente en su forma de mirar y en la creación del discurso que lo caracterizaría en su obra fotográfica. Comienza a generar un vocabulario propio formado por sombras, reflejos y atmósferas nocturnas. Privilegia la imagen misteriosa donde los rostros no se revelan totalmente. Armendáriz dice que los gitanos «…están y no están, son como  invisibles, es como su personalidad  y así empiezo a manejar este estilo de retratarlos  con ese misterio”. [3]

Lorenzo Armendáriz. Título y fecha desconocidos.

Los contraluces gitanos se incorporan en la épica visual de Armendáriz:  “Empecé a experimentar, me clavé en las sombras, en los espejos, y después entendí por qué; por esa misma dualidad de los gitanos, hacia fuera parecen recios y adentro son muy nobles, son como sombras están y de repente ya no… ”  [4]

Vale la pena contrastar los trabajos de Armendáriz con los del checoslovaco Josef Koudelka quien se dio a conocer en Europa occidental a mediados de la década de 1970 con los gitanos de Eslovaquia.

Un nuevo camino

A pesar de la potencia de sus trabajos para el INI y los premios que obtuvo con sus fotografías de gitanos, aún faltaba un nuevo tránsito para el fotógrafo.  «Empecé a plantearme la manera de abordar el tema de las peregrinaciones, sin que necesariamente se tratara de una investigación ortodoxa, sino de una interpretación personal de cada una de ellas. [5]

Lorenzo Armendáriz. «Ánimas del Purgatorio». Jaral de Berrio, Guanajuato, México, 2006
Viajero incansable, Armendariz quizá encuentra en la peregrinación una proyección de su propio paso: «…yo hago foto de viaje porque existo para viajar y viajo para existir y me di cuenta que escogía puro tema que implicara desplazamientos…” [6]
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La peregrinación

La peregrinación es un auténtico símbolo de la vida, es decir, del recorrido terrenal. Pero también del camino hacia lo divino. «Acto de fe y devoción común a muchas religiones, tiene significaciones muy profundas para el creyente, que van más allá de la simple imitación del primigenio acto de caminar encarnado por la divinidad en cuestión. Desde el punto de vista simbólico, el peregrino representa la postura del hombre que vive en tránsito hacia el lugar definitivo, al que llegará luego de un arduo camino de sacrificios y pruebas. El que peregrina expresa su desapego hacia lo superfluo de la vida, demostrando su dedicación en la consecución de fines superiores.» [6bis]

Aunque en México es muy notable el viaje de los peregrinos a diversos santuarios en el territorio nacional, este éxodo espiritual no es exclusivo del cristianismo. En el Islam el peregrinaje a La Meca es una odisea que  todo musulmán debería cumplir al menos una vez en su vida. Este itinerario le ofrece al caminante la unión con la divinidad y el reposo ante la tribulación: «cómo puede saber la semilla de qué color son las hojas y las ramas si no sube al árbol, cómo puede saber uno que es uno mismo si no sale de sí y, recorriendo los extremos de su peregrinaje, entre los hombres y las mujeres del mundo, entre quienes mueren y quienes nacen, junto a los que gozan y padecen, halla por fin el asiento de su reposo.» [7]

Lorenzo Armendáriz. «Los Cargueros de San Miguel». Villa de Reyes, San Luis Potosí, México, 2005

Tres religiones evocan mediante la peregrinación el viaje de Abrahám: judíos, cristianos y musulmanes comparten jornada y patriarca. Pero la peregrinación tampoco es privativa de esta tríada de creencias originarias de medio oriente. En Asia, el budismo atesora el peregrinar por los lugares santos en India o en Japón.

Lorenzo Armendáriz. Título desconocido. De «El campo del dolor». Artes de México, 30 de octubre de 2007

«La vida es un peregrinaje donde el hombre arrastra sus pies por un camino escabroso y espinoso.  Con el nombre de Dios en sus labios, no sentirá sed, con la forma de Dios en su corazón, no sentirá ningún agotamiento, la compañía de los santos lo inspirará a viajar con esperanza y fe.  La seguridad de que Dios está al alcance del llamado, de que El está siempre cerca; Dará fuerza a sus miembros y valor a su vista.» [8]

Armendáriz plantea con su fotografía la importancia del tráfago mismo «la sensación del viaje, los preparativos. A los gitanos y a los peregrinos los excita moverse de un sitio a otro, son trayectos que emocionan, en los que se convive, hay encuentros o desencuentros de cinco o seis días bajo las inclemencias del tiempo. Y me gusta la cuestión del agotamiento físico. Una vez que llegan al Santuario pasan una o dos horas, un instante, nada, la esencia está entonces en el trayecto.» [9]

Lorenzo Armendáriz.
Lorenzo Armendáriz. «Ánima con Guadaña». Jaral de Berrio, Guanajuato, México, 2006
Lorenzo Armendáriz encuentra la esencia del peregrinar en el propio movimiento, ahí está su meollo. Aunque el caminante tiene una meta (la llegada al santuario para encontrar a Dios), paradójicamente el encuentro divino se da justamente durante el viaje.  «Al término del sendero, cuando alcanza la meta, el peregrino encuentra que ha viajado sólo de sí mismo a sí mismo, que el camino fue largo y solitario, pero que el Dios que lo ha guiado estaba durante todo este tiempo con él, a su alrededor y a su lado…» [10]
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Para Armendáriz el peregrinaje tiene dos momentos:  «…el primero enfocado a la penitencia (el trayecto de los peregrinos al santuario); y el segundo, a la gloria (las actividades de carácter mundano que se celebran una vez que se llega al santuario, es decir, los juegos de azar, la comida y el baile), la manera en que los mismos peregrinos en un viaje de sacrificio se convierten en hombres mundanos ajenos a toda santidad.» [11]

La creación de un estilo

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Toda obra creadora tiene un qué y un cómo. El primero (el qué) implica un tema, un concepto. En el caso de Armendáriz el tránsito del alma simbolizado por la peregrinación es un tema clave que sirve como columna vertebral de su obra. Ahora bien, sobre el cómo, la estructrua formal de las fotografías de Armandáriz resulta particularmente sugestivo.
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La lectura de las imágenes creadas por Lorenzo Armendáriz nos conduce, en primer término, a una búsqueda por medio de la fotografía en blanco y negro. Con la luminosidad como ingrediente fundamental de sus imágenes, la composición cobra una importancia crucial. La organización de las formas en sus fotografías resulta armónica, apoyada en los contrastes tonales y con una sutil visualización de las geometrías.
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Los encuadres panorámicos de Armendáriz ofrecen un vehículo ideal para una total inmersión en este mundo fascinante.
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Llaman la atención sus vibrados y el cuidado en los barridos que utiliza como herramientas claramente expresivas.
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Lorenzo Armendáriz. «La Cargada». Villa de Reyes, San Luis Potosí, México, 2005
La atmósfera es uno de los ingredientes clave en la obra de Armendáriz. En sus fotografías  existen tanto un ambiente psicológico como uno morfológico. Con paisajes nocturnos, lunas, cielos, tonalidades de claroscuros, reflejos en espejos o charcos, sombras, el fotógrafo logra convertirse en un autor sin intervención pero con una clara incidencia en su toma. Es un creador con decisiones claras acerca de cómo y dónde ha de colocarse para hacer la fotografía.
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El tratamiento formal
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Lorenzo Armendáriz. Título y fecha desconocidos.
Armendáriz tiene una gran claridad respecto de lo que quiere lograr visualmente hablando, llega incluso al extremo de dibujar cómo desea que luzcan sus fotografías. [12 ]
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Para alcanzar su visión, Lorenzo emplea una gran diversidad de medios. Utiliza cámaras de 35mm, pero también estenopeicas y cámaras de juguete como Holga o Lomo.
Lorenzo Armendariz. «El Cerro de la Campana II». De la serie «El Campo del Dolor», Espinazo, Nuevo León, 2003

«…experimenté con cámaras de bajo costo y desechables, estenopeicas y lomográficas, con la idea de aprovechar sus efectos y defectos en el campo documental, para lo que eran mis discursos visuales.» [13 ] “Todo el uso de cámaras estaba en función del proyecto, y las aberraciones que producían las cámaras también. Rubén Pax me fabricaba las cámaras estenopeicas y les hacía las modificaciones, yo le decía «quiero que esto se vea así», y le ponía lupas, filtros, visores… las adecuó a mis necesidades.» [14 ]

Lorenzo Armendariz. «El mundo otro». De la serie «La Milicia de San Miguel». Camino a San Felipe Torresmochas, Guanajuato, 2006

Armendáriz trabaja totalmente en analógico, aún cuando el tratamiento de sus fotografías podría lograrse vía software: “mis propuestas son análogas porque es lo que sé usar, no lo digital que sé que resuelve muchas cosas. Me dicen «lo que hiciste pudiste haberlo hecho en Photoshop». Creo que yo edito y transformo cuando tomo la foto, no me veo haciendo eso en la computadora, yo interpreto en la forma cómo tomo la foto, no les digo «ponte así», la interpretación está en cómo tomo la foto, es lo que ahora llaman neodocumentalismo o postdocumentalismo. No pienso en la posproducción sino en en el momento de tomar la foto. No estoy en contra de lo otro, simplemente no lo sé hacer.” [15]

En el ya mencionado neo-documentalismo, las herramientas complementan el vocabulario visual, inciden en la interpretación y son una postura: «lo que yo estoy contando ahora puedo narrarlo desde un punto de vista como centro y tu puedes ver las imágenes pero yo lo viví y no es que esté contando la versión de otras gentes, voy a hablar sobre lo que viví y si hablo de mi boda o de los difuntos voy a hacerlo como lo viví”. [16]

Lorenzo Armendáriz. «La Corrida». Jaral de Berrio, Guanajuato, México, 2006
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A manera de conclusión

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Es imposible mantenerse indiferente ante las imágenes de Lorenzo Armendáriz. El tratamiento formal en términos de barridos, vibrados, viñeteos o inusuales encuadres panorámicos atrapa de primera intención. Su uso de la cámara estenopeica y otros recursos de la llamada lomografía llevan los anhelos de Carlos Jurado a un nivel de complejidad temática y técnica excepcional.
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Ante una mirada más aguda, en el trabajo de Armendáriz aparecen en sus reflejos las proyecciones del fotógrafo itinerante y su vereda interior. Es en el motivo fotográfico de Armendáriz, de gran hondura y simbolismo, donde se asienta contundente su obra.
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Este neo-documentalismo que roza la fotografía de autor nos lleva, con sus estampas, a una nueva peregrinación que indaga dentro del espíritu humano en tránsito. Fotógrafo, gitano y peregrino: este es Lorenzo Armendáriz.
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Óscar Colorado Nates es Profesor/Investigador titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México).

Es autor de los libros:

  •  Ideas Decisivas: 650 reflexiones fotográficas
  •  Fotografía 3.0 Y después de la Postfotografía ¿Qué?
  • Instagram, el ojo del mundo
  •  Fotografía de documentalismo social
  • Fotografía Artística Contemporánea
  • El Mejor Fotógrafo del Mundo.

Co-fundador de la Sociedad Mexicana de Daguerrotipia y miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY).

Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las posturas de la Universidad Panamericana.

Notas
[1] Cuartoscuro, La peregrinación de un fotógrafo con alma gitana; Lorenzo Armendáriz, http://cuartoscuro.com.mx/2010/06/la-peregrinacion-de-un-fotografo-con-alma-gitana-lorenzo-armendariz/ Consultada el 27 de diciembre de 2011
[2] Castillo Alonso, Entrevista: Lorenzo Armendáriz, lo importante es el proyecto, Instituto Sonorense de Cultura, Coordinación de Artes Visuales, http://www.artesvisuales.gob.mx/2010/09/06/entrevista-lorenzo-armendariz-lo-importante-es-el-trayecto/ Consultada el 27 de diciembre de 2011
[3]  http://www.artesvisuales.gob.mx/2010/09/06/entrevista-lorenzo-armendariz-lo-importante-es-el-trayecto/ Consultada el 27 de diciembre de 2011
[4] Cuartoscuro, Op. Cit.
[5] Centro de la Imagen, Los senderos de la Fe, Lorenzo Armendáriz, Entrevista http://centrodelaimagen.conaculta.gob.mx/exposiciones/2010/lorenzo_armendariz_entrevista.html Consultada el 27 de diciembre de 2011
[6] Castillo Alonso,  Op. Cit.
[6bis] Dri Rubén, Símbolos y fetiches religiosos II, Biblos, Buenos Aires 2007, p 39
[7]  Satz Mario, El peregrinaje a la Mecahttp://homepage.mac.com/eeskenazi/lameca.html Consultada el 27 de diciembre de 2011
[8]  Sai Baba habla sobre…, Perigrinajehttp://swamisaibaba.tripod.com/peregrinaje.htm Consultada el 27 de diciembre de 2011
[9] Cuartoscuro, Op. Cit.
[10] Sai Baba habla sobre…, Op. Cit.
[11] Centro de la Imagen, Op. Cit.
[12] Cuartoscuro, Op. Cit.
[13] Centro de la Imagen, Op. Cit. 
[14] Cuartoscuro, Op. Cit.
[15] Cuartoscuro, Op. Cit.
[16] Castillo Alonso,  Op. Cit.
[17] Castillo Alonso,  Op. Cit.


Bibliografía

  • Chéroux Clément, Breve historia del error fotográfico, Ediciones Ve (Fundación Televisa), México 2009
  • Dri Rubén, Símbolos y fetiches religiosos II, Biblos, Buenos Aires 2007
  • Treviño Estela,  160 años de fotografía en México, CENART/Centro de la Imágen Oceáno, México 2007
Fuentes de Internet
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Un comentario sobre “La peregrinación interior de Lorenzo Armendáriz”

  1. Doc. Oscar Colorado, muy interesante el articulo, aunque me acostumbre que en cada uno de ellos encuentro bastantes imágenes del protagonista, en este fueron muy pocas, esperaba ver más imágenes del encuadre panorámico.
    Altamente agradecido por compartir sus valiosos conocimientos.
    Desde Colombia un abrazo rompe costillas.

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