Fotografía: ¿Talento o virtud?

 ¿Qué nos ocurre a los fotógrafos que no somos ni superiores, ni brillantes y mucho menos geniales? La genialidad no la construimos nosotros: la virtud sí.

Por Óscar Colorado Nates*

Al final de cada curso universitario, siempre le agradezco a mis alumnos y les revelo una verdad que, a veces, les sorprende: ellos han sido, en realidad, mis maestros. Y es que, de cada uno he aprendido algo. Y quisiera compartir hoy lo que me han enseñado dos grupos de alumnos: los talentosos y los virtuosos.

El fotógrafo talentoso

He tenido alumnos increíblemente talentosos. Les enseño algo y despegan rápidamente, lo asimilan con gran velocidad. Son el ejemplo vivo de aquel cliché de “tener un buen ojo fotográfico.”

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¿El fotógrafo está condenado a tener que esperar el soplo divino del talento? ¡Dios nos libre!

Sin embargo, muchos talentosos terminan arrumbando la cámara. Esto le sucede, frecuentemente, a quienes han iniciado la fotografía como un pasatiempo, un hobby, y tienen una cantidad monumental de cosas por resolver en la vida. Y entonces, entre las prioridades de esta existencia frenética que vivimos hoy en día, la cámara se va pasando, poco a poco, al final de la lista de prioridades. La gente cree que hacer fotografías es como andar en bicicleta, pero no es así. 

Busy Businessman

Por otra parte, a mis alumnos universitarios, a veces, les ocurre algo peculiar: trabajo en una Facultad de Comunicación (en España le llaman «Ciencia de la Información»). Entonces, mis clases de fotografía se convierten un componente más de su currícula universitaria. Muchos de mis alumnos más talentosos  pronto se enamoran de los micrófonos en la radio, de los guiones, la investigación o cualquiera de las numerosas disciplinas del campo comunicativo. Entonces, quienes se iniciaron con un gran talento en la fotografía corren el peligro de abandonar la cámara y dejar todo su talento en potencia. Buena parte de mi trabajo fuera del aula, mi gran reto, es mantenerles trabajando.fotografo_oscar_colorado

Del talento a la soberbia: el peligroso “sabelotodo”

Dentro de los alumnos talentosos hay un sub-tipo con el que suelo acabar confrontándome: el talentoso sabelotodo. Se trata de un fotógrafo que tiene talento, innegablemente, pero que ignora muchas cosas, cuya cultura visual es limitada pero que siente que ya sabe todo lo necesario y se niega a aprender más. Entonces se aplica aquel principio socrático del “yo sólo sé que no sé nada.” 

Cuando encuentro fotógrafos que se niegan a escuchar, que piensan que lo saben todo, entonces el camino terminó. Dejan de crecer. Trabajan, siguen haciendo fotos, pero se quedan estancados en una fotografía estereotipada, formulista, de calendario. Repiten una y otra vez los temas y tratamientos más trillados. Y en el proceso se consideran a sí mismos grandes fotógrafos.

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Las fotografías del soberbio-sabelotodo les parecen fenomenales a las personas de a pie que no saben nada sobre este medio. Y a sus autores ni se digan, sus propias creaciones les parecen ¡Sublimes! Esta falta de exigencia se conforma con poco porque, desde luego, se sabe poco. Entonces un atardecer, la fotografía de una flor o de un gatito es más que suficiente. Y eso a mí no me provoca conflicto (de todo hay en la viña del Señor). Lo peligroso es cuando aquel fotógrafo  de calendario se ve a sí mismo como parte del Olimpo, heredero legítimo de los grandes dioses del pantheon fotográfico.

vasoSe trata, entonces, de un fotógrafo al que se le puede aplicar aquella idea zen de que  “no se puede poner agua en un vaso lleno”. Y no es que el vaso de estos fotógrafos esté lleno, sino que ellos mismo se niegan a que recibir una gota más.

Por otra parte, siempre tengo la impresión de que el fotógrafo sabelotodo también es sordo porque parece no escuchar nada mas que su propia voz interna que le alaba permanentemente. Cualquier sugerencia externa la desecha automática y sistemáticamente. Cuando pide una opinión lo que realmente solicita, y quiere oír, es un halago y que se le vuelva a decir, repetidamente, lo grande que es y su prominente e ineludible éxito.

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Decía San Agustín que la soberbia no es grandeza, sino hinchazón. Y eso le pasa a los fotógrafos sin substancia, sin una búsqueda verdadera, sin seriedad, pero que se perciben a sí mismos grandes: A fuerza de alimentar sus egos se han hinchado.

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El fotógrafo virtuoso

Hay un grupo de fotógrafos que es, paradójicamente, el más interesante: el de los que no tenemos talento. Sí, aquellos cuyas fotografías son insípidas. No son fotos plagadas de errores, pero tampoco destacan en algo. Son imágenes anodinas, que no tienen pena ni gloria. Yo, lo digo con toda claridad, me sé parte de este grupo. 

Pero, con más frecuencia de lo que uno se imaginaría, estos alumnos míos que aparentan no ser una lumbrera siguen trabajando, se siguen cultivando, son como esponjas que todo lo quieren absorber. Entienden sus limitaciones pero no se dejan vencer. Y trabajan, trabajan, trabajan. Para mí son una fuente de inspiración porque muchas veces es un esfuerzo calladito, sin aspavientos. 

Un día, el menos pensado, sorprenden con una gran foto, un cuerpo de obra fenomenal, o nos comparten la publicación de sus fotos en algún foro realmente importante.

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Esto, en verdad, creo que ha de darnos mucho consuelo a los fotógrafos que estamos buscando respuestas a través de la cámara. Es una enseñanza sobre la importancia de las virtudes.

Es más importante la laboriosidad, la paciencia, la constancia, el orden, perseverancia, la resistencia, o la humildad que el tener “un gran ojo”.

Las virtudes son las que convierten a un fotógrafo mediano en un gran fotógrafo. La humildad es el gran poder del fotógrafo. Y eso me recuerda una frase, desgraciadamente no recuerdo dónde la leí: «El prepotente es poderoso un día; el humilde es poderoso toda la vida.»

Es más importante trabajar que simplemente tener talento. Lee Friedlander hizo centenares de portadas de discos para artistas del Jazz; Diane Arbus trabajó la fotografía de moda junto con su esposo antes de encontrar su grandes temas; Garry Winogrand fue fotógrafo editorial durante años. Ninguno de ellos salió de la nada, inspirados por un soplo divino. ¿Tenían talento cuando iniciaron, ese talento del que hablábamos antes? Es difícil saberlo, porque si había alguna suerte de talento inicial, ha quedado sepultado en el mar de trabajo, esfuerzo y persistencia. Es decir, si había talento, acabó sobrepasado por las virtudes.  

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Entonces, realmente no importa si hay o no talento inicialmente. Porque lo que  acaba imponiéndose a la larga es un trabajo duro impulsado por unas ganas locas, casi enfermizas, de hacer fotografía, de expresarse con la cámara, y de no esperar -muchas veces- nada a cambio. 

El talento no depende de uno: la virtud sí.

El fotógrafo talentoso siempre tiene el peligro de malograrse en el camino. Pero para el fotógrafo virtuoso el camino es un proceso que le moldea, le forma, le forja. Y eso, al final del día, es algo que sí podemos controlar porque cualquiera de nosotros, con talento o sin él, tenemos un camino fotográfico por recorrer: depende de cada uno qué hace con ese camino.


oscar_colorado_natesÓscar Colorado Nates es crítico, analista y promotor de la fotografía.

Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México).

Autor de libros como Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo o Instagram, el ojo del mundo, entre otros.

Columnista en el periódico El Universal (Cd. de México).

Co-fundador de la Sociedad Mexicana de Daguerrotipia y miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY).

Las opiniones vertidas en los artículos y producciones audio-visuales son personales.
© 2017 by Óscar Colorado Nates. Todos los Derechos Reservados. Esta publicación se realiza sin fines de lucro y con fines de investigación, enseñanza y/o crítica académica, artística y científica. Ilustraciones: © 2017 by  Óscar Colorado Nates. Todos los Derechos Reservados.

 

46 comentarios sobre “Fotografía: ¿Talento o virtud?”

  1. Hola Oscar,

    Siempre es un placer leer tus artículos, me parece una estupenda reflexión. Además, por todos tus años académicos, sabes perfectamente de lo que hablas, tendrás centenares de ejemplos.

    Hace tiempo que me dí cuenta de que la fotografía es algo muy grande, cómo para abordarlo en una vida. Siempre habrá fotógrafos por conocer, aspectos de su historia, ensayos, técnicas, curiosidades, etc. Por lo que como bien dices no cabe otra actitud que la humildad.

    Aunque con mucha menos experiencia que tú, estoy completamente de acuerdo contigo en que a la postre, siempre es más productiva la virtud, el trabajo diario, la constancia, que el talento. Lo ideal naturalmente sería aunar ambas cosas, pero puestos a elegir, me quedo también con el trabajo diario.

    En general, creo que la gente somos muy perezosas, creemos que con una “buena” cámara ya podemos hacer estupendas fotografías ¿para qué complicarse más? Un error en el que sueles incidir muchas veces. Lo que unido muchas veces, a esas grandes aspiraciones “artísticas” que parece que se nos suponen, por el mero hecho de hacer fotografías, son actitudes que creo que ayudan poco a seguir aprendiendo, a seguir mejorando, a prestar toda la atención y dedicación que se merece este magnífico medio. Lo cuál en fondo, para mí, no deja de ser un cierto desprecio hacia el medio, hacia la fotografía. Y una perdida de ese mensaje que todo el mundo podemos potencialmente transmitir con ella.

    Con todo lo que nos queda por aprender… ¡gracias maestro!

    Un abrazo,
    Braulio

    1. Braulio, coincido contigo. ¿He encontrado ejemplos de talento y trabajo? ¡Desde luego! Muy pocos, me temo. Y curiosamente, es gente de pocas palabras, que se apena incluso un poco con sus fotos, que no sabe explicarlas.
      Pero, en verdad, creo que una gran cámara no hace a un gran fotógrafo. Coincido contigo que la fotografía es inabarcable, ¡Inalcanzable! Y eso es lo que me parece absolutamente fascinante de este arte.
      ¡Un abrazo grande, Braulio!

  2. Muy interesante, aunque creo que no debemos olvidar que talento y esfuerzo o capacidad de trabajo (virtud) no son incompatibles, y a veces se dan en la misma persona. Igualmente, la falta de talento con frecuencia va de la mano de la falta de virtud. No obstante, sin esfuerzo rara vez florece el talento.
    Un saludo

    1. Desde luego que no son incompatibles, simplemente son raras. Encontrar gente con talento no es difícil. Encontrar gente perseverante tampoco. ¿Gente talentosa y virtuosa? Ese es otro tema. Como bien dices, sin trabajo ni el mayor talento logra todo su potencial y ahí es donde el esfuerzo cobra sentido. ¡Saludos!

    1. Muchas gracias Ezequiel. La fotografía puede ser un camino donde uno comienza como fotógrafo sabelotodo y poco a poco, conforme va profundizando, se va dando cuenta del tamaño de reto, la cantidad de talento y, como tú bien comentas en tu blog ¡La competencia feroz! Es el momento de trabajar en el estilo propio, por eso me ha gustado tu idea del «ojo personal». Lo que uno tampoco ha de olvidar es que los grandes maestros trabajan toda una vida para que uno acabe recordando una o dos de sus fotos. Y a veces ni eso. Pero lo importante es la pasión y el amor con el que uno haga sus fotos. Luego, viene el ir agregando posibilidades nuevas a esa bolsa de herramientas.
      He visto tus fotos y creo que de este blog puedes sacar cosas interesantes de apartados como «El Foto Ensayo» porque conjuntos de fotos como los que hiciste en Cuba son visualmente muy bien logrados pero podrían haber sido muy potentes con una narrativa y una historia. También te gustará el dossier especial de fotografía de calle. Revísalo aquí:
      https://goo.gl/yBtY8Z
      Como escribía, todos tenemos un camino. Algunos con más recorrido que otros. Pero lo importante es seguir trabajando con un sentido, ir creciendo.
      Te agradezco mucho el comentario, te felicito por tus fotos. La historia que cuentas en tu blog es fascinante y tus fotos se van nutriendo también de esas experiencias. Sigue trabajando, establece proyectos concretos. Deja un poco la foto solitaria, aislada, por trabajar series, conjuntos coherentes de imágenes que estén unidos por un mismo tema y una elección estética. Eso te ayudará a dar un siguiente paso importante.
      Te mando un abrazo y espero que nos sigamos encontrando por aquí. ¡Saludos hasta Varsovia!

      1. Muchas gracias Oscar por tus palabras y apoyo. La verdad que ayudan mucho a seguir progresando en la fotografía y esta lucha interna de la que no mucho se habla. Como bien comentas, hay que seguir haciendo fotos para crecer como fotógrafos y tambien como personas. Voy a tener muy en cuenta tu recomendación sobre proyectos concretos. Estoy en ello con la fotografias a abuelas polacas y voy juntando fotos de a poco para contar una historia concreta. Gracias de nuevo por el enlace, lo voy a leer porque me parecio justamente lo que necesito 😉 Te mando un fuerte abrazo y seguimos en contacto Oscar !

  3. Solo quiero agradecer lo que aquí leo.
    Un gran artículo que recomendaré a partir de ahora.
    Gracias Óscar Colorado.
    .
    Una pregunta… ¿Podrían ser compatibles las dos cosas? ¿Podría existir alguien así?

    1. Hola Juan. Claro que se pueden las dos cosas, pero eso es lo verdaderamente difícil de encontrar. Por supuesto hay fotógrafos talentosos y con una gran humildad y un ánimo de trabajo enorme. Así es que tampoco es una utopía: solamente es poco frecuente. ¡Saludos y gracias por recomendar el artículo!

  4. Hola Oscar, buen artículo y certero, el orgullo y el creer que uno ya lo sabe todo, es la mayor torpeza en la que se puede caer. No hay crecimiento, sin ganas de crecer y aprender cada día un poco más. Yo desde luego tengo claro, que cada día, sé un poco menos… Un abrazo y gracias.

  5. Muy interesante esa reflexión que podríamos trasladar a otros ámbitos profesionales, como bien dices, el entusiasmo, la ilusión, el sentirte enamorado de lo que haces y una gran cantidad de trabajo; aportan finalmente sus frutos, saludos desde España.

    1. Estimado Ángel, estoy convencido de que la fotografía no es el único ámbito donde se puede dar este tema. En el fondo, no importa si es escribir poesía, ser Chef o compositor, la clave, comparto contigo, es sentirte enamorado de lo que hace. ¡Muchos saludos, siempre es un gusto estar en contacto!

  6. Hola Oscar…totalmente de acuerdo contigo, y una de las razones por las que te sigo desde que descubrí tu blog es por tus virtudes como docente, me recuerdas mucho a mi formador académico…El maestro Luis Caballo, aun que, me considero autodidacta,aprecio mucho los comentarios de todas las personas y aprendo de todos ustedes, a mi me apasiona la fotografía, no pasa un día sin que yo haga foto o vea fotos, soy totalmente anónimo me encanta la fotografía conceptual y cada día trato de aprender mas y mas de este oficio, que me ha venido a cambiar la persepcion de la vida, tengo ocho años como aprendiz y sigo con la misma hambre de aprender como en un principio, no se, en que grupo puedo quedar. Soy independiente y hago mis proyectos y series, trato de documentar lo que veo y contar mi manera de abordar mi entrono, desde mi persepcion, y en este quehacer me he encontrado a personas que se creen saber todo en relación a la fotografía y lo ven a uno con menos precio, como fotógrafo de segunda por que uno no trabaja para alguna agencia o no es egresado de alguna Universidad…hay de todo en esta vida…pero bueno, gracias Oscar por seguir nutriendo y compartiendo tu conocimiento….Saludos !!!

    1. Muy estimado Armando, gracias por todo lo que compartes. Yo, en definitiva, creo que el no haber egresado de una universidad o no pertenecer a una agencia no significa nada. La lista de grandes fotógrafos que nunca tomaron una clase o que se fueron formando sobre la marcha es enorme. Y nadie tiene derecho de ver con menosprecio a otro. Como escribía, todo mundo tiene su camino, y cada quien aprende este arte de una forma distinta. A veces se tiene la fortuna de contar con un buen maestro, a veces se aprende a tumbos y buscando respuestas por todos lados. Pero, al final del día, lo que importa es la pasión y el amor que le ponga uno a ese proceso de aprendizaje y crecimiento que es personalísimo. No hay recetas, ni atajos. Cada quien a de seguir su camino a su paso, por las veredas que se le vayan presentando. A veces uno acaba dando un gran rodeo para llegar a un sitio, pero entonces el proceso, y no el resultado, es lo que cuenta. Muchas gracias por leer mi artículo y por haber escrito este comentario que nos comparte tu propia experiencia. ¡Te mando un abrazo muy fuerte!

  7. ¡Buen día, Oscar!

    Excelente artículo y muy ad hoc también para estos tiempos en que con un simple clic en una aplicación gratuita en nuestros dispositivos móbiles se pueden lograr muy buenos efectos y adornos sobre las fotografías, y hacer sentirnos que todo lo podemos.

    Definitivamente concuerdo contigo. Desde mi perspectiva como un «no talentoso», lo que nos permite sobresalir es el trabajo y estudio constante, y, en definitiva, la humildad, evitando que se nos suba a la cabeza cuando nuestra familia y amigos nos manifiesta su aprecio y admiración por nuestras fotografías y nos llaman «artistas», o cuando alcanzamos una cierta cantidad de «likes» en nuestras redes sociales. No, esos no son los parámetros adecuados para medir nuestro crecimiento y «talento». Creo que debemos ser muy objetivos e imparciales con nosotros mismos y tomar nota de nuestros profesores y compañeros con mayor trayectoria y experiencia, y practicar y practicar y practicar. Por algo se dice que «la práctica hace al maestro.» Personalmente, cada vez que termino un curso o taller, y creo haber avanzado mucho, me doy cuenta que fue como haber llegado a la cima de una colina, y que esa colina tan solo es una de muchas a las faldas de una enorme montaña, y que esa enorme montaña es tan solo el inicio de toda una coordillera.

    Tu artículo me recordó a la fábula «La liebre y la tortuga» donde ésta vence a la liebre en una carrera. La liebre arrogante, al saberse «talentosa» y hábil, no se esfuerza, mientras que la tortuga sigue avanzando, lenta pero segura, hasta cruzar la meta.

    En fin, a seguir trabajando por lo que tanto amamos hacer.

    ¡Saludos!

    1. ¡Exacto! En esta era, siempre le digo a mis alumnos, cualquier puede levantar una imagen, pero no cualquiera sabe hacer una foto. Y es que, como bien dices, hoy la moneda de cambio parece ser el «like», pero necesitamos la retroalimentación seria de otras personas que no sean nuestros amigos o familias. Saber escuchar no siempre es fácil, porque a veces nos dicen cosas que quizá ya sabemos pero no reconocemos o simplemente no queremos oír. Hablas con mucha certeza cuando dices que «la práctica hace al maestro». Siempre digo que un fotógrafo debería practicar tanto como un concertista o como un atleta olímpico. Trabajar mucho, para ir alcanzando esas colinas que mencionas sin importar que al llegar a esas pequeñas cimas se asoman otras colinas más grandes o incluso montañas. Lo importante es seguir la marcha, disfrutar el paseo. Que lo importante no es llegar a ser un gran fotógrafo, sino vivir con un gran amor a la fotografía.
      ¡Un abrazo fuerte y agradecido!

  8. Concuerdo en lo que planteas. El creer saberlo todo es un «síndrome» bastante peligroso pues todos en algún momentos podemos contagiarnos de él. Pienso que la diferencia entre el talento y la virtud está en lo que se quiere lograr con la fotografía; si «lo que se quiere» es repetir lo que ya muchos han hecho y complacer a esa gran masa ignorante (en el buen sentido), pues ya está completa la tarea, pero si «lo que se quiere» es hacer un aporte personal al arte entonces el camino del aprendizaje y el esfuerzo es infinito. GRACIAS por seguir compartiendo. Saludos, Óscar.

    1. Ernesto, un gusto saludarte como siempre. Pues sí, ese aporte personal es ese pedacito de alma que ponemos en nuestras fotos, esas fotos que pueden parecer locura y que solamente nosotros tenemos la insensatez de hacer. Sí, tienes toda la razón, el camino del aprendizaje y el esfuerzo no tiene fin, y creo que eso es lo que dota a la práctica fotográfica de tanta hondura, de ser una fuente inagotable y de mantenernos, o al menos mantenerme, permanentemente intrigado y más aún: enamorado.
      ¡Muchos saludos como siempre!

  9. A lo largo del camino me he encontrado con muchísimos sabelotodos de esos que comentas, se les llena la boca con su saber hacer, es mas no es que se consideren fotógrafos si no artistas,llevo muchísimos años en este maravillosos mundo de la fotografía, incluso durante bastantes años me gané la vida así,profesional, que mal me sonó siempre esa palabra por que lo cierto es que siempre fui un aprendiz, un aficionado, esos son los motores que me movieron al apretar el disparador de la cámara, a meterme en el laboratorio con ese olor que llevo grabado en el alma . Saludos
    http://vargass.zenfolio.com/p83958390/slideshow#h4a61c77b

    1. Estimado Antonio: Tienes razón, no importa qué tan poco o largo tiempo se tenga en la fotografía, uno no deja nunca de ser un aprendiz y me parece que lo más importante es esa motivación de seguir apretando el obturador. Gracias por el comentario y por compartir tu portafolios: se nota el amor y los años de trabajo y oficio. ¡Una gran lección visual para todos! Un abrazo

  10. Sigo sus publicaciones desde España. Es una colección de temas tratados con sabiduría. Las gracias adelantas por lo que me ha enseñado en estos primeros contactos con sus textos. Fotografío desde los 15 años a intervalos hasta llegar a estos 63 actuales. He pasado por todas las innovaciones hasta ahora. Creo que lo digital ha sido un gran descubrimiento para no enfarragarse en líquidos, tiempos y sales de plata.Aunque la alquimia del cuarto oscuro tiene su encanto, las nuevas técnicas y cámaras dejan un gran margen a la creación personal. Muchas gracias por el conocimiento que me entrega con generosidad.

    1. Estimado Javier, la verdad no creo que sean temas tratados con sabiduría, al menos sí con amor, con sinceridad y con el compromiso de compartir este camino donde todos estamos aprendiendo. Es genial que lleves todos estos años trabajando y que hayas vivido esta transición digital. Al final la fotografía puede tener otro apellido, pero su nombre, su esencia, permanecen. ¡Muchos saludos y gracias por seguir este espacio!

  11. Oscar! hace mucho que pienso en escribirte por este medio. Hace mas de tres años que sigo tus artículos, es muy difícil encontrar en nuestro idioma buen material. Todo lo que pude leer en este blog me resulto didáctico y de gran ayuda en lo que refiere a mi aprendizaje personal. Intente sin exito seguir carreras fotograficas a veces por mi propio egocentrismo de creer en que no era necesario, algunas otras por no tenerme demasiada fe o porque simplemente no me encontraba comodo en el lugar o con los profesores. Este ultimo me a dado cierta motivacion interna, hace mucho estoy pensando en esto de las virtudes y vos justo haces este post. Es muy importante para algunos como yo poder leer o escuchar semejantes palabras, realmente hacen bien.
    Te has convertido en un profesor a la distancia y aprecio mucho tu trabajo.
    Muchas gracias por todo!
    Un gran abrazo desde Argentina
    Andrés

    1. Estimado Andrés, no sabes cuánto me motivan tus palabras para seguir trabajando y escribiendo estos contenidos. Me da mucho gusto que mis artículos te sirvan. Yo creo que en la carrera fotográfica la pasión y la motivación son una clave fundamental porque lo demás se puede ir aprendiendo, pero si se apaga la llama entonces el camino termina.
      Gracias por acompañarme en esta aventura. Espero seguir escribiendo artículos que te funcionen para seguir tu camino fotográfico. ¡Un abrazo grande desde México hasta Argentina!

  12. un artículo fantástico que me hace reflexionar sobre mi en estos últimos años, mi evolución y sobre la gente que he ido conociendo este tiempo que llevo en la fotografía.

    por desgracia, en mis inicios me junté con un grupo de sabelotodos, que dejaron mi fotografía por los suelos, minando mi autoestima fotográfica. Con el tiempo, me di cuenta que sin formación no iba a llegar a ningún lado, así que leí mucho, miré y estudié mucho, hice un postgrado (que termino este año) y me di cuenta que los sabelotodos, pese a tener más o menos talento, son eso, sabelotodos. mi autoestima ha crecido, sin desbordarse en un ego desmedido, pero si que tengo más seguridad en mi trabajo, y eso, sumado a la perseverancia y el trabajo, me ha facilitado abrir algunas puertas.

    de nuevo, gracias por el artículo!

    1. Hola Sergio. Es muy interesante lo que nos compartes. Todos tenemos un camino y la posibilidad de crecer. El problema de los sabelotodos es que creen que no pueden aprender y eso los limita. En cambio, quien conoce sus limitaciones aprende, crece y -eventualmente- sabe también de sus posibilidades pero con los pies en la tierra. Qué bueno que te gustó el artículo. Espero que puedas compartirlo con otros. ¡Un abrazo y gracias por compartir!

  13. Magníficas y claras reflexiones, llevo dos años de «aprendiz-autodidacta» y desde luego ni siquiera me pongo el título de Fotógrafo, cada vez que cojo mis cámaras y me voy a la naturaleza es un nuevo reto, e intentar no repetirme es lo más duro y más cuando se han hecho cientos de fotografías y se va a un lugar que se ha estado antes, pero siempre vuelvo diciéndome: un día más de aprendizaje…
    Un saludo y gracias por tus enseñanzas.

    1. Estimado Francisco, no tengas miedo en repetirte, lo que realmente importa es que uses la cámara para expresar eso que tú quieres decir acerca de aquello que te interesa. Y si lo haces obsesivamente, ¡Déjalo ser! Un saludo grande y mil gracias.

  14. Lo leí justo en el momento indicado. Llegue a tal grado de sentirme superior a varias personas que tienen años en este medio. Y esto me hizo darme cuenta que no solo hace falta tener talento, sino seguir preparándote. Y me llevo esta frase para toda la vida “El prepotente es poderoso un día; el humilde es poderoso toda la vida.”

  15. Gracias, muy interesante. al inicio me interesé a la fotografía porqe me di cuenta que la gente no leía lo que publicaba pero si les ponía una foto despertaba curiosidad en el texto. Del tablet pasé a la cámara fotográfica y empezé a tomar fotos frenéticamente..después me apunté a un curso de base. Adquirí algunas bases y otras no me entraron. Descubrí que lo mío no era la foto publicitaria, ni la foto de arte, ni la foto de paisaje. También me di cuenta que si lo hago por dinero no me interesa demasiado y que cuando lo hago en solitario me da mucha energía positiva aunque las salidas en grupo también me encantan. Un poco me desanimé. Aprendí que tengo que buscar un estilo proprio que me diferencie de los demás..en esas ando pero todavía me queda mucho camino…lo interesante de la fotografía es que es una búsqueda continua.

    1. Efectivamente Sandra, la fotografía es una búsqueda continua. No te preocupes por el estilo, eso es algo que surgirá con el trabajo. Creo que lo más importante es que identifiques qué cosas te intrigan, te interesan y que puedas explorar con tu cámara. Eso es lo verdaderamente crucial, porque el resto se aprende, se intuye; en suma: se trabaja. Muchas gracias por compartir. Espero que estos contenidos te sirvan en tu camino fotográfico.

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