Reencuadre y fotografía

En el video hago referencia al artículo donde leo la foto «El Guerrillero Heroico» de Korda. Aquí puede accederse a esa lectura. 

9 comentarios sobre “Reencuadre y fotografía”

  1. Buen tema, que desde luego queda a elección en parte de las propias circunstancias y momento, así como el uso que se vaya dar. Pero yo también soy de la opinión que solo se debe re encuadrar para editar cuando el formato original no se puede acoplar y sobre todo siempre que prevalezca la honradez y la sinceridad al decirlo claramente. Un saludo y buen artículo, como siempre.

    1. Muchas gracias José Manuel. Creo que, al final del día, siempre es importante buscar hacer las cosas bien (fotográficamente hablando y todas las demás) y saber cómo emplear esta estrategia cuando las condiciones en el momento de la toma no nos permiten otra cosa (como le ocurrió a Korda) ¡Un abrazo!

  2. Querido Óscar,
    En este tema concuerdo plenamente con tu interpretación final, primero ser honesto – y esto es innegociable – pero llegar al reencuadre puede ser inevitable y hay varios factores que pueden motivarlo y justificarlo. Cierto es que una toma sin modificaciones de este tipo es con lo que todos soñamos, ¿cuántas veces se nos dá esa imágen perfecta a la que solo tenemos que hacerle saturación y contraste? ¿Cuántas máquinas necesitaríamos llevar colgando del cuello listas para tomar los más frecuentes formatos, 3×2, 1×1, 4×3 y 16×9? ¿Lentes? ¿No limitaría los géneros fotográficos que pudiésemos trabajar en una jornada?
    Terminaríamos con el cuello hecho añícos, y encima probablemente hayamos perdido la foto de nuestras vidas o una que nos dé muchas alegrías.
    El precepto de Cartier-Bresson – con todo el merecidícimo respeto que se ganó, limita la creatividad y flexibilidad del fotógrafo para transmitir artísticamente su mensaje visual, a menos que sea un fotoperiodista y deba ajustarse – únicamente – a reproducir la realidad.
    Siempre y cuando el reencuadre haya sido hecho por el fotógrafo, me parece válido. Tampoco tratar de sacar una foto de donde nunca hubo una imágen que valiése la pena a base de cortes, pues casi nunca conduce a buen puerto.
    Estoy convencido de que el primer encuadre se hace en la mente – eso es indiscutible – no obstante – si tuviste la velocidad de reacción para tomar una imágen que sabes, o parece, imposible de repetirse – no lo dude, amigo, y apriete el obturador.
    Mi único tajante desacuerdo es con que alguién edite según su interés lo que yo he creado y adaptado según mi visión.
    Un abrazo enorme,
    Luis

    1. Muy estimado Luis, la reflexión que haces sobre las proporciones (3:2, 1:1, 4:3, 16:9) me parece muy interesante y otro motivo más que válido para reencuadrar. Por ejemplo, a mí no me gusta mucho el formato de 35mm de 3:2 y las razones por las que Oskar Barnack llegó a esa proporción no tienen nada que ver con la estética ni los puntos áureos, sino por haber usado una película estándar de 35mm de cine. Para mi gusto el formato 3:2 es demasiado a largado y funciona especialmente mal en retratos. Por el contrario, un formato estilo 8×10 o 5×7 me gusta mucho más, mas «cuadrado», es perfecto para retratos. Sin embargo, si hacemos fotos con una cámara cuya proporción es 3:2 como en el 35mm me parece perfectamente válido tu apunte respecto de que la decisión de reencuadrar para llegar a la proporción que quiera el fotógrafo es francamente muy pero muy interesante. Te agradezco el aporte, yo no había pensado en eso y me has hecho pensar mucho.
      También concuerdo en lo último que dices: la autoría de una imagen es de su creador, y el que lo reencuadre un tercero (diseñador, editor, etc.) siempre me parece una barbaridad. Amén de que, con el respeto que me merecen los diseñadores, cuando he entregado un cuerpo de obra a algún diseñador me he dado cuenta de que consistentemente eligen imágenes que para mí no son las más fuertes en ningún sentido, pero son las que ellos eligen. Generalmente uno siempre acaba «haciendo corajes» con los diseñadores cuando ponen en página nuestras fotos. ¿Qué le vamos a hacer? Mientras tanto también te mando un muy fuerte abrazo, querido amigo.

Deja un comentario