En esta charla muestro, a través de los ojos de Koudelka, Paul Fusco, Robert Frank y Manuel Gutiérrez Paredes «Mariachito», las posibilidades de la fotografía para mostrar al mundo o para revelarse uno mismo.
En esta charla muestro, a través de los ojos de Koudelka, Paul Fusco, Robert Frank y Manuel Gutiérrez Paredes «Mariachito», las posibilidades de la fotografía para mostrar al mundo o para revelarse uno mismo.
Por Óscar Colorado Nates*
John Szwarkoski, el legendario curador de fotografía del Museum of Modern Art (MoMA) planteó dos metáforas que resultan interesantes para poder acercarse a la fotografía, tanto para leerla como para producirla. Se trata de la fotografía entendida como ventana y como espejo. [1][2]
La fotografía como ventana
La fotografía ofrece la posibilidad de ver el mundo de una forma distinta. Es muy famosa la postura de Garry Winogrand cuando dice que hace fotografías porque le gusta ver cómo luce algo cuando es fotografiado. Un niño también puede sorprenderse por la magia de ver la realidad a través de la cámara: Es un auténtico acto de redescubrimiento del mundo que nos rodea.
Un ejemplo de la fotografía como ventana es Jacques-Henri Lartigue. Cuando tenía siete años y observó el mundo a través de una cámara exclamó “¡Es maravilloso! ¡Maravilloso! Nada será nunca tan divertido… Voy a fotografiar todo ¡todo!” [3]