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La crítica en la enseñanza fotográfica

La crítica es una herramienta valiosa en la educación fotográfica que puede ayudarnos a crecer como artistas.

Por Óscar Colorado Nates*

Introducción

 La crítica fotográfica es una práctica que vale la pena revisar, tanto para los educadores que pueden aprovecharla para comentar el trabajo de sus estudiantes, como de los fotógrafos que pueden contar con elementos para saber recibirla y sacarle un mayor provecho.

Sobre la crítica se pueden formular muchas preguntas: ¿Cuándo surge? ¿Qué la define? ¿Para qué sirve? ¿Cómo podemos sacar un mayor fruto al hacerla o recibirla? ¿Qué tipos hay? ¿Existe una manera para aprovecharla mejor?

El presente texto espera dar respuesta a estas preguntas y ofrecer información útil para poder dar o recibir críticas informadas, constructivas y significativas.


Primera parte. Definición, origen, naturaleza y tipología de la crítica

Definición

Dice Adolfo P. Carpio en su libro Principios de Filosofía que la palabra crítica proviene del griego “…κρίνειν krínein «discernir, analizar, separar» de las que deriva κριτικός kirtikós y κριτική kritikē «crítico, -a; algo relativo al juez, o árbitro.”[1] Rodolphe Gasché concuerda con esta etimología.[2]

De forma amplia, la crítica es un examen y juicio de una situación o de las obras o ideas de una persona.[3]

La crítica es “…un análisis racional de algún asunto sujeto o cosa, para evaluar sus aspectos positivos o negativos extrayendo una conclusión personal valorativa.”[4] Se trata de un juicio, una postura, una opinión.  Otros términos relacionados con la crítica son apreciación, tasación o comentario.

Según Joan M. Minguet i Batllori la crítica de arte es “…la opinión que un individuo expresa sobre una obra o un conjunto de obras de arte. Por tanto, la crítica es la emisión de un juicio. Ese juicio puede contener una valoración explícita o puede estar contenida en un discurso aplicado sobre aquella(s) obra(s).”[5]

Origen de la crítica

Igual que la estética, la crítica resulta bastante más reciente de lo que parece a primera vista: La palabra Kritik aparece por primera vez en la obra de Gottlieb Stolle (1673-1744) titulada Kurtze Anleitung zur Historie der Gelahrtheit (Breve guía de historia de la erudición).[6] En aquella época se entendía la crítica como una manera de comprender a los autores (auctores) antiguos en una suerte de hermenéutica que permitiera interpretarlos, pero también distinguir las atribuciones falsas o los pasajes corruptos o tergiversados que pudieran aparecer en una obra. Así, la crítica tenía un papel de enmendar y validar.[7]

Juan Acha (1916-1995)

Juan Acha, explica que respecto del arte ya existe crítica en el Renacimiento con personajes como Giorgio Vasari y Pietro Aretino y que también hay un antecedente importante en la crítica oral realizada por académicos en Italia o Francia desde 1648. Luego iniciaría la crítica en la era de la teorización de las artes con Lafont de Saint-Yenne hacia 1746.[8]  Denis Diderot sería otro erudito del arte que cubriría los Salones y, según los Goncourt, inauguraría la crítica artística. [9]

Aparejados a los Salones parisinos llegarían lo que Rocío de la Villa llama “instituciones complementarias”: los cafés londinenses.[10]

“A mediados de siglo [XVIII] se inicia el primer gran debate de la historia de la crítica, cuyo tema es precisamente la crítica misma: es decir, la cuestión de quién es capaz de juzgar e imponer su juicio y con qué criterios.”[11]

Es una época nueva donde la burguesía se convierte en la clase social dominante, pero cuya ignorancia exigía de iniciados y sabios que iluminaran con su sapiencia la ponderación de las obras de arte.[12] Y es que según Benjamin H. D. Buchloh, profesor en Harvard, “En el siglo XIX, la gente necesitaba un especialista para juzgar qué hacía de un objeto algo valioso.”[13]

Benjamin H. D. Buchloh

Sin embargo, eventualmente esta misma burguesía comenzaría a darle más importancia a contenido social, ético, político, incluso emotivo y humanístico del arte por encima de los criterios de valoración histórico-intelectuales elegantes y aristocráticos.[14]

Luego vendría la crítica modernista con Charles Baudelaire en el siglo XIX. El siglo XX tendría su propia galaxia de pensadores que examinarían el tema de la crítica: Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Michel Foucault o historiadores del arte como Ernst Gombrich.[15]

Críticos o artistas: Un camino de ida y vuelta

Actualmente la relación entre críticos y artistas se ha vuelto compleja y no pocas veces simbiótica. Por un lado, el crítico a veces se quiere convertir en artista, y el artista casi siempre es crítico –como mínimo- de los críticos.[16]

Gombrich otorga al crítico individual un papel cuasi-quijotesco de adalid frente a los medios de comunicación o la moda.[17]

En tiempos recientes, incluso la diferencia entre críticos e historiadores parece diluirse. Mientras que el historiador trabaja en el pasado, es metódico, suele ser reflexivo, extenso al comunicar sus ideas o evita a toda costa la subjetividad y el adjetivo, el crítico es la otra cara de la moneda donde brilla su capacidad de síntesis, es persuasivo, subjetivo, con un lenguaje más bien poético y donde se proyecta continuamente.[18]

Hoy existe una cierta división en la crítica, pues la hay de corte más bien académica, donde se alude a las referencias históricas, el raciocinio y la teoría (muy a lo Rosalind Krauss) y por el otro lado una crítica asimilada a lo más comercial (como en el caso de Clement Greenberg) con un extraño papel que puede manipular para aumentar o hacer crecer el valor de una obra de arte. [19]

Rosalind Krauss

Desde luego que también se ha generado otro exceso, el gremial. Raquel Tibol decía que: “La crítica de arte que se hace hoy día debería de ser más aguda, menos mafiosa. Muchos de los críticos escriben de sus amigos o de las corrientes que privilegian. Un verdadero crítico, hoy por hoy, en un panorama tan plural como el que estamos viviendo, debe girar 180 grados su mirada y abarcarlo todo…”[20]

Raquel Tibol

Sean O’Hagan explica que en la crítica fotográfica existe una notoria y peculiar agresividad entre el crítico y la obra que examina. Así, mientras que Pauline Kael o Greil Marcus escriben de forma analítica y crítica, pero con empatía. Por el contrario,  Susan Sontag, ensayista y crítica de la fotografía, llega a resultar incluso hostil.[21]

¿La crítica crea al artista?

¿El artista vale por sí mismo o porque lo valida la crítica? Peor aún ¿El artista es inventado por la crítica? Pensemos en John Szarkowski, el plenipotenciario director de fotografía del Museum of Modern Art neoyorkino. ¿Sin él habrían llegado a la cresta del Olimpo fotográfico figuras como Diane Arbus, Garry Winogrand, Robert Adams, Lee Friedlander o William Eggleston? Peor aún: ¿A quiénes dejó Szarkowski afuera?

El dilema no es nuevo, Arnau Puig dice: “…indudablemente, todos los artistas impresionistas son obra de los críticos; piénsese en Monet, Gauguin, Van Gogh, o en el cubismo, Picasso y Juan Gris. En la actualidad sin el sostén de los críticos muchos artistas no existirían…”[22]

Entonces el crítico se convierte en una figura monolítica, un dios que puede ser generoso y dar vida al artista, o vengativo y sancionarle con la muerte.

Dos personajes fantásticos parecen sintetizar el imaginario contemporáneo sobre el crítico: por un lado Anton Ego, el crítico culinario en la película Ratatouille (Brad Bird, 2007) o la menos caricaturesca Tabitha Dickinson, ficticia crítica teatral del New York Times en Birdman (Alejandro González Iñárritu, 2014).

Riggan Thompson encara a Tabitha Dickinson, la ficticia crítica en «Birdman» (Alejandro G. Iñárritu, 2014)

Sin embargo, el crítico, contra todo lo que el artista pueda increpar, es una figura humana y frágil. Raquel Tibol lo reconocía cuando hablaba sobre su papel como crítica de arte: “Polemizo, hago crónica, echo bronca, respeto un principio ético profesional, no doy el «maquinazo» ni soy profeta, ni sacerdotisa. Soy una comunicadora con todos los riesgos que la comunicación cultural tiene de no estar a la altura del público.”[23]

Anton Ego, el caricaturizado crítico en «Ratatouille (Brad Bird, 2007)

Es interesante que Tibol baje al crítico del pedestal y eleve al público, una actitud totalmente opuesta a la noción del crítico de la Ilustración que se convertía en genuino chamán mediador entre la plebe y el Gran Arte (así, con mayúsculas).

Sin duda, la figura del crítico de arte actual se ha empañado al verse involucrada como un actor más en el juego del mercado y el coleccionismo de arte. El crítico corre, entonces, el riesgo de servir al coleccionista millonario y súper poderoso o a instituciones tales como museos, fundaciones o ministerios de cultura. Entonces el papel del crítico ha de convertirse, para Patricia Martín, más que en un factor de mercado en una posibilidad para “…generar conocimiento, establecer juicios constructivos que alimenten distintos discursos, ser un punto de partida para dilucidar otras ideas, permitir al pensamiento dar saltos hacia otros pensamientos, cuestionar valores y paradigmas.”[24a]

Pablo Helguera explica: «Los críticos son sin duda un elemento clave en el proceso de evaluación de la producción artística. Sin ellos, toda obra se consideraría excepcional, sin posibilidad de mejoría alguna. Es necesario contar con voces críticas que pongan en tela de juicio aquellas obras que no tienen mérito, y que al mismo tiempo valoren aquellas que el público considere carentes de valor. Es verdad que, en la jerarquía artística, los críticos son las personas a la vez más despreciadas y más buscadas.»[24b]

Tipología

Hay muchos tipos de críticos y crítica. Hablamos de manera más específica de la crítica referida a la fotografía, desde luego.

La autocrítica: del auto-engaño a la auto-complacencia

Como ya dijimos, criticar significa juzgar. Sin embargo, recordemos a Julia Cameron cuando dice que el papel del artista es crear, no juzgar.[25]

Por otra parte, el fotógrafo siempre tendrá una conexión emocional con su obra de la cual será imposible desprenderse. Podrá tomar distancia, incluso aprender ciertos criterios para mirar a su propia obra con una cierta asepsia. Sin embargo, esa conexión entre fotógrafo y fotografía es imposible de erradicar. Y es que, además, la fotografía no puede ser indiferente, pues si ha de ser poderosa necesitará de una profunda conexión con el artista. El fotógrafo deberá tocar aquellos temas, hacer imágenes de los sujetos que le importen de manera más profunda. Pedirle a un fotógrafo que sea objetivo ante su obra es pedir un imposible. La autocrítica resulta, en muchos sentidos, tan idílica como utópica, aunque no necesariamente imposible.

La crítica de terceros

La fotografía, vista desde fuera, tiene la posibilidad de quitar de la ecuación la subjetividad y conexión emocional del propio fotógrafo. Por otra parte, tiene la posibilidad de ofrecer una mirada diferente y, con un poco de suerte, aún más informada que la del propio fotógrafo. Así, el fotógrafo puede recibir la crítica de un examinador profesional, pero también de un mentor o incluso de sus propios colegas y compañeros. Todos ellos, al menos idealmente, contarán con elementos de lectura, apreciación e interpretación que podrían brindar luces adicionales al fotógrafo.

Esta crítica puede ser individual (un crítico, un mentor) o colectiva ya sea en un grupo de examinadores o varios compañeros del fotógrafo.

Cuando se trata de una crítica con fines pedagógico-didácticos, el mentor puede hacer las veces de moderador para mantener un tono consecuente; su misión es mantener la unidad del grupo, generar confianza en el fotógrafo, fortalecer las relaciones, crear una inteligencia dialógica a partir de la sinergia y reconocer las aportaciones, capacidades y cualidades de cada artista examinado.

Ciertamente que una crítica colectiva reprobatoria o en tono de censura y ataque se convierte, rápidamente, en un linchamiento.

La crítica on-line ¿Cuenta?

No se puede pasar por alto que estamos en la era del Internet, las redes sociales y que existe todo un ecosistema crítico que va desde el “like” hasta el ataque más gratuito, rudo y muchas veces ignorante que pueda imaginarse.

En 2010, Andre Rebelo decidió someter a la crítica de otros “colegas” en Flickr una fotografía que tituló “Mario’s Bike”.[26] La crítica fue tan despiadada como ignorante: la hicieron pedazos.   Sin embargo, la fotografía presentada para las opiniones se trataba de “Hyères, France (1932)” por Henri Cartier-Bresson y es considerada una de las fotografías más importantes del siglo XX.[27]

«Mario’s Bike» o, mejor dicho «Henri Cartier-Bresson, Hyères, France (1932)»

La lección es evidente: No ha de darse mayor peso a la crítica on-line.[28] pues es necesario tener cuidado con la opinión anónima, irreflexiva, superficial e ignorante: componentes desgraciadamente comunes de la crítica en redes sociales.

Polarización crítica

Crítica positiva y negativa

Resulta imposible hablar de crítica sin aludir a ese lugar común, casi un cliché, de la crítica constructiva. Ciertamente que existe una orientación positiva hacia el proceso de la crítica que busca el crecimiento y aprendizaje del criticado, pero también puede darse con un ánimo revanchista, fruto de la envidia o en un ataque a partir de intenciones personales más o menos oscuras.

La crítica positiva es una observación que propone nuevas posibilidades, que se basa en un examen basado en hechos y cuya motivación se orienta hacia el bien (llámese bien moral, bien común, etc.) Es una crítica concreta, específica, que mira hacia el futuro y cuya base es un examen razonado, lógico. Es una crítica reflexiva y enfocada.

Su antítesis es la crítica negativa que destruye. Suele ser personal: no se critica a la obra sino a la persona y su comportamiento. Tiende a la generalización, busca encontrar culpable, hace uso de las generalizaciones y se centra en el pasado.

Utilidad de la crítica

¿Realmente sirve de algo la crítica? Ya hablábamos antes de los retos de la autocrítica y las bondades de recibir la apreciación de un tercero. La crítica tiene un papel que permita al fotógrafo el autoconocimiento a través de la información obtenida desde la percepción del otro. En otras palabras, lo que el fotógrafo no puede ver de su propia obra, sí lo pueden hacer los demás. En este contexto la herramienta conocida como Ventana de Johari[29] puede ser un auxiliar para otorgar utilidad a la crítica. La Ventana de Johari es un modelo de comunicación que fue desarrollado en 1955 por Joseph Luft y Harry Ingham (de ahí el nombre de Jo-Hari).[30]

El usar la Ventana de Johari implica que importa comprender el panorama de estudio como una ventana con cuatro cristales o cuadrantes.[31]

Primer cristal de la ventana: Área libre
En el primer cuadrante (cristal de la ventana), tenemos lo que el fotógrafo ve de sí mismo  y quiere mostrar y que es percibido por terceros, en este caso un crítico; se trata de dos cristales transparentes hacia ambas partes.

Segundo cristal de la ventana: Área Ciega
Aquí el fotógrafo no puede ver ciertos aspectos de sí mismo, cuando trata de verse se encuentra con un espejo. En cambio, los terceros sí pueden asomarse hacia adentro, como un cristal transparente.

Tercer cristal de la ventana: Área oculta
En este caso, para los terceros aparece un espejo: no pueden ver nada hacia adentro. Sin embargo, el fotógrafo sí puede verse y ver hacia afuera. Se trata de aquellos aspectos que él conoce pero que busca ocultar. Por ejemplo, el artista tal vez tenga un complejo de inferioridad oculta y que no muestra, que no es visto por los terceros, pero que él sabe que está ahí.  Este es el cristal que más interesa para efectos de la crítica, pues al fotógrafo le puede ofrecer luces sobre su trabajo: aspectos que están ahí pero que él mismo no ve. Aquí vale aquel proverbio Zen que dice que «no hay nadie peor calificado para hablar del agua que el pez», igualmente el fotógrafo es uno de los peor calificados para hablar de su propia obra porque hay aspectos que para él son tan naturales (como el agua al pez) que puede pasarlos por alto o darlos por hecho fácilmente.

Cuarto cristal de la ventana: Área desconocida
Aquí nos enfrentamos a dos espejos: nadie puede ver nada mas que su reflejo. Son los aspectos que el fotógrafo no puede ver de sí mismo, pero un tercero tampoco puede verlos. Son esos aspectos tan íntimos, muchas veces negativos, que se mantienen ocultos.

La Ventana de Johari nos permite entender y aceptar que la percepción de una fotografía será, siempre y necesariamente, limitada y sin embargo complementaria y enriquecedora para la comprensión del fenómeno en conjunto. Lo que nos queda es asomarnos a la fotografía a través de un par de ventanas y, aunque la vista sea parcial, el panorama que se abre es un vasto ecosistema con el cual podemos inspirarnos y, desde luego, nutrirnos.

Disposiciones en y para la crítica

La crítica fotográfica puede tener un papel activo o pasivo. Es decir, se puede ser el examinador o el examinado. Existen, entonces, un conjunto de disposiciones, de ánimos que permitan otorgar una crítica significativa. Desde luego, quien recibe la crítica necesita prevenirse y contar con herramientas que le permitan desprenderse del papel de víctima o buscar evitar la emoción al recibir el examen ajeno. En realidad, el criticado debe recibir con objetividad y frialdad la crítica.

A la vez, el crítico debe también ser reflexivo. Sin embargo, también hay que decir que la crítica no puede estar desprovista de subjetividad y emoción. El crítico puede, y debe, evidenciar su subjetividad y la respuesta personalísima que siente frente a una fotografía. Sin embargo, ha de ser explícito y reconocer cuando expresa un juicio desde su emoción o subjetividad.

Explicaremos más delante de la metodología para la crítica. Sin embargo, para el sujeto pasivo del examen (el fotógrafo) vale la pena resaltar que recibir una crítica requiere responder a varias preguntas: ¿Quiero recibir la opinión de esta(s) persona(s)? ¿Me sirve esta crítica? ¿Se trata sobre mi obra o sobre mí?


Segunda parte. Metodología de crítica propuesta

En preparación para la crítica

Antes de hacer una crítica, es importante tener en mente varios puntos que ayudarán a que sea útil, positiva y significativa.

Propósito de la crítica

Es fundamental saber para qué se hace la crítica y en qué contexto. No es lo mismo el ir a una exposición y escribir una crítica para un periódico que estar en un salón de clase y brindar a un estudiante una ponderación de su trabajo, sobre todo en la crítica pedagógica-didáctica a la que ponemos atención en este texto.

¿A quién se critica?

Cuando se critica, es importante informarse del fotógrafo, su nacionalidad, contexto, si es un fotógrafo casual, un principiante, un entusiasta amateur, un profesional, un consagrado. Incluso en el caso de ser un fotógrafo con experiencia, habría que encuadrar a qué época de su carrera fotográfica nos enfrentamos.

También habrá que tomar en cuenta las especificidades propias del género a que pertenezca la fotografía. No es lo mismo leer una fotografía construida que una hallada, una fotografía informativa que una fotografía de vida salvaje. En cada caso deberá tomarse en cuenta los cánones propios del género. También hay que tomar en cuenta si estamos leyendo una pieza unitaria o una fotografía que pertenece a un cuerpo fotográfico. Si se evalúa un foto-libro entonces también habrá que tomar en cuenta la edición, las secuencias, las construcciones de significado a partir de las yuxtaposiciones, el contraste, las similitudes, etc.

Modo/tono

Reza el refrán popular que “lo cortés no quita lo valiente.” Vale la pena tomar en cuenta que esto puede traducirse, al criticar fotografía, en ser firme, riguroso, con el fondo, pero expresarlo con gentileza en la forma.

Visión vs habilidad

El crítico ha de tener en cuenta, especialmente cuando se lee el trabajo de un principiante, que muchas veces la visión del artista excede su habilidad técnica. Es muy común encontrar autores que tienen una gran claridad sobre lo que desean lograr, referentes muy claros y de calidad, pero cuyo “hacer” se encuentra por detrás del “ver.” Así, vale la pena procurar identificar qué quería lograr el fotógrafo y, si no pudo, qué componentes podrían ayudarle para que este hacer esté a la par de la visión que tuvo como objetivo.

Evitar el “hubiera”                                  

Es muy común al hacer una crítica el caer en frases como “se hubiera quitado” o “hubiera dado un paso a la izquierda.” El crítico siempre puede pensar en el contexto y circunstancias en que se hizo la fotografía. Así, tal vez sea cierto que hubiera sido una mejor idea moverse un poco a la derecha, pero en el momento de la toma el fotógrafo tal vez estaba imposibilitado para ello. Entonces, vale la pena pensar en el contexto que tuvo el fotógrafo y cómo resolvió, en esas circunstancias, la imagen.

En lugar del consabido “hubiera” se pueden formular propuestas como “en un caso similar, y vistas las circunstancias de la toma, la composición de la fotografía se ve beneficiada si…”

Sobre el tono: de la crítica “políticamente correcta” a la crítica desconsiderada

Es muy fácil pasar de una crítica amable a una carnicería. Y si esto ocurre en una crítica colectiva (como la que se da en un aula) hay que estar prevenido de mantener siempre un tono positivo, constructivo. Incluso si hay errores evidentes, es importante plantearlos de manera que no ofendan al criticado.

La crítica más destructiva

Aunque parezca muy constructivo, el dar una crítica exclusivamente positiva es algo -paradójicamente- muy destructivo. Muy pocas veces se puede encontrar un trabajo absolutamente perfecto, que no tenga posibilidad de mejora alguna. Desde luego puede ocurrir, pero no es común. Siempre hay espacio para mejor y crecer. El dar una crítica absolutamente positiva puede privar al criticado de una oportunidad real de crecimiento y reflexión. Y, muchas veces, una crítica totalmente positiva es incompleta o, simplemente, no es honesta.

Lo mismo ocurre con una crítica totalmente negativa. Efectivamente, pueden existir trabajos terriblemente deficientes y plagados de errores y de horrores. Sin embargo, el simple hecho de haber hecho una foto ya tiene algo positivo, el haber practicado con la cámara, el atreverse al equívoco. Si aún fotos de aficionado pueden llegar a tener algún mérito, ¿Por qué desestimar como una total basura el trabajo de alguien que está buscando hacer un trabajo fotográfico significativo?

¿Crítica escueta o profusa?

Una crítica con monosílabos o escuetísima sirve de muy poco. Lo mismo caer en generalizaciones o reduccionismos. “No es mas que un pésimo ejemplo de fotografía deportiva” o “Es un trabajo muy bueno.” Si el fotógrafo se encontrase con un crítico de gran experiencia y recibiera ese tipo de ponderaciones acabaría con una tremenda frustración: ¿Por qué no me dijo más?

Y es que al hacer una crítica es importante explicarse, abundar en los aspectos específicos, tanto en lo positivo como en lo negativo. Siempre vale la pena extenderse en el por qué. El crítico tiene derecho a que algo le guste o le disguste, pero en todos los casos hará algo muy positivo si explica por qué le gusta tal o cual elemento o por qué le disgusta.

Empatía y crítica

Tratar al prójimo como a uno mismo no se trata únicamente de buena voluntad cristiana: Es un principio fundamental de empatía. A uno le disgustaría recibir solamente un comentario superficial como una palmadita en la espalda con un “¡Buen trabajo!” o lo contrario, un insulto.

Es fundamental, lo repetimos porque importa, procurar hacer comentarios completos, profundos, justos y proporcionados.

Los riesgos de la personalización

Una crítica no es una descalificación ni una valoración personal. “Eres una basura.” A esa crítica se le descalifica inmediatamente porque es ofensiva, inútil y vacía. Al criticar no se trata de atacar a la persona: “Tu exposición es deficiente…” Sino formularla en términos de “la exposición en esta fotografía…” “el encuadre en esta fotografía…” “la forma en la que se yuxtaponen las fotos en esta fotografía…” “el orden de estas imágenes…”

También vale la pena no mezclar aspectos técnicos, opiniones personales gratuitas o formular posturas identificándolas con el ser del fotógrafo.

Hacer crítica y recibirla: Quid Pro Quo

La idea de la empatía al criticar es importante. Ser honesto al criticar es una invitación a recibir, también, una crítica honesta. Hemos de recordar que la visión del mundo siempre es incompleta: la del fotógrafo, pero también la de quien lee la fotografía. De modo que al expresar una opinión también se ha de ser muy humilde, bajo ninguna circunstancia creerse un sabelotodo y buscar educarse. Siempre encontraremos alguien que sabrá más de fotografía que nosotros.

Algunos elementos de la crítica fotográfica

A continuación, hacemos una sugerencia sobre cómo puede ser una crítica. Desde luego siempre existirán elementos que puedan agregarse o mejorarse.

Observación

Lo primero es, desde luego ver, observar y mirar la fotografía. Ver es un hecho biológico, observar un acto intelectual y mirar un acto cultural.

Es necesario prestar atención a la fotografía. Existe siempre una impresión general de botepronto, aquello que salta a la vista de inmediato. También hemos de confiar en que vivimos y somos parte de un momento de la civilización en la que estamos altamente familiarizados con ver imágenes. Esto nos brinda una práctica sorprendente: Podemos ver cosas con apenas unas fracciones de segundo. Sin embargo, también es cierto que es muy fácil dar por hecho u omitir algo.

Entonces, hay que buscar aquello que subyace en la fotografía, lo que no es tan evidente. No hay prisa: se puede evitar el juicio precipitado. Si ya en algún momento hemos recomendado la técnica del “minuto de oro”, al hacer una crítica valdrá la pena hacer una observación aún más minuciosa, casi forense: Metódica y sistemática. Se puede dividir la fotografía en cuadrantes, leer la imagen siempre de izquierda a derecha y de arriba abajo, siempre siguiendo el mismo ritual. Ir de lo normal a lo anormal, de lo común a lo infrecuente.

Y luego hay que dejar que la fotografía “le hable a uno”. La contemplación no es pasiva, es dejar que algo ocurra en nuestro ánimo mientras observamos una fotografía.

Lectura morfológica

En general es necesario, para criticar, tener nociones de lectura fotográfica, tanto en los aspectos denotativos (lo que está ahí) como los connotativos (lo que significa, la interpretación). Ya hemos escritos otros textos sobre el tema, de modo que vale la pena revisar el apartado de Lectura Fotográfica, así como los Elementos Fotográficos. Recordemos que calificar una fotografía de buena o mala es demasiado vago e impreciso.

La lectura fotográfica puede ser tremendamente extensa y precisa. No es exageración decir que se podría formular una tesis doctoral con una sola foto.

Recordaremos algunos de los muchos criterios de valoración fotográfica:

Distancia

Hay que evaluar si el fotógrafo pudo y debió acercarse o alejarse más. Muy ligado a este aspecto está la elección de longitud focal en la óptica. ¿Qué habría ocurrido con la fotografía al usar un angular, un lente telefoto? ¿Cómo se habría afectado la profundidad de campo por la elección de la óptica?

Encuadre

Fotografiar es escoger, es elegir, y es dejar algo fuera. Entonces hay que examinar cómo funciona el encuadre, si la orientación (vertical, horizontal, holandés) afecta a la fotografía. También hay que determinar cuál es el punto de interés, buscar los pesos visuales. Luego el punto de vista del fotógrafo. La crítica es compleja porque se trata de identificar qué plano, ángulo o altura de cámara usó el fotógrafo, y luego el elaborar hipótesis visuales de qué hubiera ocurrido si hubiera utilizado otra estrategia. En ese sentido, sirve como una gran práctica observa la obra de fotógrafos como Sergio Larrain, que son auténticas cátedras de este tipo de elementos y preguntarse por qué hizo lo que hizo y cómo resolvió la circunstancia que tenía para hacer tal o cual fotografía.

Geometría

Las preguntas obligadas se relacionan con la geometría general de la foto y si el horizonte está caído o no, la disposición geométrica de las formas ya sea con la regla de los tercios o el método de las diagonales (rabatment). Habrá que apreciar si en la fotografía hay elementos que se repiten y generan ritmo o patrones. Desde luego está la perspectiva y el papel que juegue en el diseño de la imagen.

Relación plano / fondo

¿Cómo se relaciona el punto de interés con el fondo? ¿Existen yuxtaposiciones desafortunadas? ¿El fotógrafo pasó por alto elementos en el término de fondo? ¿Hay un fondo simple que se complemente bien con un sujeto complejo o compiten entre sí? ¿Cómo afecta la profundidad de campo a la relación sujeto/fondo?

Foco

La profundidad de campo es una característica fotográfica esencial, de la cual otras disciplinas gráficas carecen (como es el caso de la pintura) a menos que el artista quiera emular una propiedad propiamente fotográfica. Entonces importa la profundidad de campo y saber si lo que está en foco la fotografía es el sujeto o el punto de interés. El foco selectivo puede ayudar al sujeto y es necesario preguntarse sobre cómo usó el fotógrafo este elemento.

Exposición

Hay que decir que hoy en día estos elementos cobran menos importancia que en el pasado. En cierta época el hecho de hacer una foto correctamente expuesta era ya todo un mérito. Sin embargo, hoy por hoy es un elemento que tiende a tener menor importancia. Dicho lo anterior es importante ponderar si la imagen no está sub-expuesta o sobre-expuesta.

Errores

Vale la pena observar e indagar si hay errores como contaminaciones (formas que no deberían aparecer o con cortes molestos), cortes en articulaciones, elementos distractores, luces parásitas, yuxtaposiciones desafortunadas, falta de punto de interés, errores en el foco, imágenes vibradas por tiempos de obturación excesivos, etc.

Elementos compositivos

La composición fotográfica tiene un concepto muy sugerente: el del diseño. ¿Cómo está diseñada una fotografía? ¿Cómo conviven sus diferentes elementos?

Entonces cobra una gran relevancia el peso visual, las relaciones entre las distintas formas y cómo trabajan juntas. ¿Hay elementos que hubiera valido la pena eliminar? ¿La organización de los elementos es estática o dinámica?

Garry Winogrand

Contraste

El contraste es fundamental para una imagen dinámica. Pero también se pueden generar fotografías con un ánimo apacible. Entonces es importante identificar si es una fotografía de alto o bajo contraste y si nos enfrentamos también a casos como una clave alta o baja.

Y el contraste no solamente puede ser por tono: el color también es un elemento crucial: ¿Funcionan bien los colores juntos? ¿Contrastan? ¿Se complementan? ¿Son distractores? ¿El color ayuda a transmitir ideas o emociones?

La luz

Fotografiar es dibuja con luz. De modo que existen pocos elementos que determinen el resultado fotográfico de una manera tan importante como la luz. Ya hemos escrito un informe especial sobre el tema, y solamente vale la pena recordar que vale la pena ponderar la cantidad, calidad, dirección y color de la luz en la fotografía.

Creatividad/Originalidad

El tema de la originalidad ha provocado enormes debates. Desde la obsesión modernista por la originalidad hasta desestimar este elemento y despreciarlo en el posmodernismo, existe una gran polarización. Dejemos a un lado el debate sobre la originalidad y, simplemente, recordar que vale la pena preguntarse sobre una fotografía si es un cliché, o si hay algo diferente o que la distinga de otras fotos similares.

Interpretación/Cultura

La interpretación, de la mano de la exégesis y la hermenéutica, puede ser un terreno demencialmente complejo. Baste decir, para el caso de este texto, vale la pena centrarla en lo morfológico, lo que está en la foto y no está sujeto a discusión (por ejemplo, una foto esta en blanco y negro o no lo está, tiene un encuadre horizontal y no uno vertical). Sobre la interpretación, no obstante, siempre vale la pena tener en cuenta la cultura, sobre la cual hemos escrito también anteriormente, como un elemento de lectura que brinde luces adicionales a la crítica.

Aceptando la subjetividad

Ya hemos escrito justo arriba que hay elementos objetivos en la fotografía, morfológicos, y que no son tema de opinión. Sin embargo, en la crítica también hay que darle espacio a la subjetividad del crítico.

Se pueden expresar preferencias personales y describir la fotografía en términos de los sentimientos e impresiones que provocan en nuestro ánimo. Así, podríamos hacer una valoración muy completa y encontrar los méritos fotográficos en una pieza de Joel-Peter Witkins, pero encontrar que despierta en nosotros un sentimiento negativo, incluso de horror.

Y es que nuestra propia circunstancia podrá acercarnos o repelernos a una fotografía. Así, un crítico que tenga hijos pequeños podrá apreciar los méritos de una fotografía que se presenta en el World Press Photo, pero sentirse horrorizado ante la imagen del cadáver de un menor.

Joel-Peter Witkin

Entonces también hay que reconocer y expresar lo que sentimos y entendemos en términos de contenido, de significación y qué sentimos cuando la vemos. No está de más el preguntarnos si hemos entendido lo que el artista ha querido comunicar.

Un migrante afgano huye con su hijo en brazos de una protesta; los policías húngaros lanzan gases lacrimógenos en la frontera con Serbia. Foto por Sergey Ponomarev 

Una oportunidad para el diálogo

Para quien hace crítica de manera profesional, existen relativamente pocas oportunidades de diálogo. Esto es particularmente cierto para aquel momento en la comunicación cuando se escribía una crítica en el periódico y el diálogo llegaba hasta la réplica del airado artista enviada a la redacción. Con un poco de suerte el crítico y el criticado podían explicarse algo más al encontrarse en un cóctel o una fiesta, eso si antes no se liaban a golpes.

Sin embargo, hoy existen muchos más medios para la interacción y el diálogo.

Ahora bien, para fines pedagógico-didácticos, es muy importante propiciar el diálogo entre los diferentes críticos que se encuentren en un aula y, dado el momento, también dialogar con el fotógrafo y saber cómo o por qué resolvió lo que quería. Solamente es importante tomar en cuenta que los fotógrafos tenemos una gran tendencia a querer explicar nuestras fotos y perdernos en lo anecdótico del momento de la toma. En cierta forma en una crítica fotográfica el que menos puede hablar debería ser el fotógrafo, pues también siempre tendrá una tendencia a defenderse y establecer mecanismos de defensa.

La importancia de hacer sugerencias específicas y recomendaciones

Hacer simplemente un recuento de lo que está bien o está mal de una imagen no es suficiente. La crítica ha de generar recomendaciones, ampliar horizontes, exigir más, hacer sugerencias. Si el fotógrafo las toma en cuenta o no es otro tema.

Pero el crítico, especialmente el que busque el crecimiento del fotógrafo al que pondera, deberá ser específico en términos de qué recomienda al artista. ¿De qué nos sirve ir al médico para que nos diga “pues mire, a usted lo que le duele es el hígado”? Lo fundamental es la receta, entre más específica y completa mejor: “Escúcheme muy bien, ya se lo anoté en la receta para que vaya al farmacéutico y le pida una mezcla de veinte miligramos de ipecacuana en una solución al 20%, ni menos ni más. Se va a tomar tres gotas al despertar, catorce antes de comer y ocho a media tarde. Nada de comer irritantes, en especial carne de cerdo grasosa. Se toma las tabletas de Higadix Complex Forte de 40mg antes de dormir. Si siente una ligera molestia a media noche tómese media pastillita de Yanomedolol. Si al darse la vuelta le punza me llama por teléfono de inmediato. De cualquier forma nos vemos en dos semanas.” Y entonces,  uno siente que está a punto de estar declarado in artículo mortis, o que realmente le ha importado al médico.

A modo de conclusión

Hablar de una crítica positiva o negativa es polarizar y reducir un concepto sumamente complejo. Creemos que es mucho más completo hablar de una crítica informada, que se ha hecho con conocimiento de causa, una crítica constructiva que busca el crecimiento del artista y una crítica significativa, una crítica que vale la pena y que aporta. Así, no se trata de una crítica positiva o negativa. En realidad, algo mucho mejor es una crítica informada, constructiva y significativa.

A lo largo de este texto hemos visto de dónde surge la idea y proceso de la crítica, algunos de sus tipos, las disposiciones para darla y recibirla y una metodología parcial pero que busca ofrecer un mecanismo de ponderación útil, usable y usada. Útil, porque potencialmente pueda servir al darla o recibirla; usable porque no sea utópica, sino susceptible de ponerse realmente en práctica, y usada porque quienes lean estas líneas realmente puedan ponerlas en acción.

La crítica, no importa si se da o se recibe, siempre es un proceso que genera capacidad, la capacidad de poder hacer mejores fotografías.


Óscar Colorado Nates es crítico, analista y promotor de la fotografía. Doctor «cum laude» en Ciencias de la Documentación por la Universidad Complutense de Madrid y master en Narrativa y Producción Digital.

Titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México).

Autor de libros como Fotografía 3.0; El Mejor Fotógrafo del Mundo o Instagram, el ojo del mundo, entre otros.

Director y conductor del programa de radio Imagen Líquida.

Editor del blog de fotografía Mirada Universal en el diario El Universal (Cd. de México)

Miembro del Seminario de Imagen y Cultura, la Asociación Mexicana de Estudios de Estética, el Seminario Permanente de Análisis y Crítica Cinematográfica (SEPANCINE) de The Photographic Historical Society (Rochester, NY).

Las opiniones vertidas en los artículos y producciones audio-visuales son personales.
© 2017 by Óscar Colorado Nates. Todos los Derechos Reservados. Esta publicación se realiza sin fines de lucro y con fines de investigación, enseñanza y/o crítica académica, artística y científica. 


Fuentes de investigación

Notas

[1] Carpio, Adolfo P. “Principios de Filosfía: Una introducción a su problemática.” https://es.scribd.com/doc/16977709/Carpio-Adolfo-P-Principios-de-Filosofia Consultada el 23 de septiembre de 2017

[2] Gasché, Rodolphe. “The Honor of Thinking: Critique, Theory, Philosophy.” Stanford: Edit. Stanford University Press, 2007.  Pág. 12

[3] Collins. “Definition of ‘critique’” https://www.collinsdictionary.com/dictionary/english/critique Consultada el 23 de septiembre de 2017

[4] Deconceptos.com “Concepto de crítica.” https://deconceptos.com/ciencias-sociales/critica Consultada el 23 de septiembre de 2017

[5] Minguet Batllori, Joan M. “De la crítica de arte a la práctica curatorial. Algunas reflexiones.” http://www.disturbis.esteticauab.org/DisturbisII/Minguet.html Consultada el 23 de septiembre de 2017

[6] Raunig, Gerald. “¿Qué es la crítica? Suspensión y recomposición en las máquinas textuales y sociales.” http://eipcp.net/transversal/0808/raunig/es Consultada el 23 de septiembre de 2017

[7] Gottlieb Stolle, Anleitung zur Historie der Gelahrtheit, denen zum besten, so den Freyen Künsten und der Philosophie obliegen, Jena, Meyer, 1736, p. 117. Citado por Raunig, Gerald. Op. Cit.

[8] Acha, Juan. Crítica del arte: Teoria y práctica. 2006: Edit. Trillas, México. Pág. 12

[9] Gracia Noriega, Ignacio. “Diderot: la Ilustración y la Enciclopedia.” http://www.lne.es/sociedad-cultura/2013/11/14/diderot-ilustracion-y-enciclopedia/1499255.html Consultada el 23 de septiembre de 2017

[10] De la Villa, Rocío. “El origen de la crítica de arte y los salones.” https://es.scribd.com/document/104713541/Origen-Critic-A Consultada el 23 de septiembre de 2017

[11] Ibídem

[12] Ibídem

[13] Seisdedos, Iker. “«La crítica de arte ha perdido totalmente su función»” https://elpais.com/cultura/2016/03/18/actualidad/1458314006_007665.html Consultada el 23 de septiembre de 2017

[14] De la Villa, Rocío. Op. Cit.

[15] Gasché, Rodolphe. “The Honor of Thinking: Critique, Theory, Philosophy.” Stanford: Edit. Stanford University Press, 2007.  Pág. 12

[16] Minguet Batllori, Joan M. Op. Cit.

[17] Colorado, Alfonso. “El crítico de arte.” http://literalmagazine.com/el-critico-de-arte/ Consultada el 23 de septiembre de 2017

[18] Albelo, Javier. “Diferencias entre el crítico de arte y el historiador del arte.” https://www.cromacultura.com/diferencias-critico-de-arte-historiador-del-arte/ Consultada el 23 de septiembre de 2017

[19] Martín, Patricia. “El problema de la crítica de arte hoy” http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/el-problema-de-la-critica-de-arte-hoy.html Consultada el 23 de septiembre de 2017

[20] Martín, Patricia. “Adiós, Raquel Tibol; el problema de la crítica de arte, hoy.” http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/adios-raquel-tibol-el-problema-de-la-critica-de-arte-hoy.html Consultada el 23 de septiembre de 2017

[21] O’Hagan, Sean. “Phtography so good it hurts.” https://www.theguardian.com/artanddesign/2010/nov/16/criticism-critics-photography-susie-linfield Consultada el 23 de septiembre de 2017

[22] Perera, Marga. “El crítico de arte. ¿Cuál es su influencia en el mercado?” http://www.tendenciasdelarte.com/el-critico-de-arte-cual-es-su-influencia-en-el-mercado/ Consultada el 23 de septiembre de 2017

[23] Garduño, Blanca. “El arte de la crítica de arte.” http://www.proceso.com.mx/397264/el-arte-de-la-critica-de-arte Consultada el 23 de septiembre de 2017

[24a] Martín, Patricia. “El problema de la crítica de arte hoy”. Op. Cit.

[24b] Helguera, Pablo. Manual de estilo del arte contemporáneo. 2013: Edit. Tumbona Ediciones, México. Pág. 64

[25] Cameron, Julia. “El camino del artista.” Buenos Aires: Edit. Troquel, 1996

[26] Rabelo, Andre. “Mario’s Bike” https://www.flickr.com/photos/andrerabelo/70458366 Consultada el 23 de septiembre de 2017

[27] Tate. “Henri Cartier-Bresson. Hyères, France. 1932, printed later.” http://www.tate.org.uk/art/artworks/cartier-bresson-hyeres-france-p13112 Consultada el 23 de septiembre de 2017

[28] Zhang, Michael. “Why You Shouldn’t Give To Much Weight to Anonyumous Online Critics.” https://petapixel.com/2011/07/13/why-you-shouldnt-give-too-much-weight-to-anonymous-online-critics/ Consultada el 23 de septiembre de 2017

[29] Castelló Araceli. La ventana de Johari. Disponible en http://comunicacionencambio.com/la-ventana-de-johari/ Consultada el 23 de septiembre de 2017

[30] Champan Alan, Johari Window. Disponible en https://www.usc.edu/hsc/ebnet/Cc/awareness/Johari%20windowexplain.pdf Consultada el 23 de septiembre de 2017

[31] Hill Ruth, The Johari Window: Using self-Discovery and Communication to Build Trust. Disponible en http://www.mindtools.com/CommSkll/JohariWindow.htm Consultada el 23 de septiembre de 2017


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