Una fotografía valiosa o una serie relevante posiblemente le interesará a algún editor. Pero nadie te lo garantiza. En caso de que no la publiquen o no la exhiban, al menos te quedará una fotografía o una serie terminada. Guárdala como un tesoro: podría motivarte a hacer otra.
Texto original de Alberto Salcedo*, adaptado y editado por Óscar Colorado**
Si no eres machacón, insistente, testarudo, pesado, tenaz, ofuscado, empeñado… olvídalo. Te dirán que no hay espacio, ni dinero, ni editores, ni observadores. En vez de perder tiempo quejándote, lánzate a la calle como proponía Cartier-Bresson. Y cuando empieces a trabajar escucha el consejo de Katherine Anne Porter: no te enredes en asuntos ajenos a tu vocación. A un fotógrafo lo único que debe importarle es hacer fotografías.
Una fotografía valiosa o una serie relevante posiblemente le interesará a algún editor. Pero nadie te lo garantiza. En caso de que no la publiquen o no la exhiban, al menos te quedará una fotografía o una serie terminada. Guárdala como un tesoro: podría motivarte a hacer otra. Si dejas de hacer fotos cuando los curadores te cierran las puertas, tal vez mereces que te las cierren.
Aunque tengas un trabajo de tiempo completo en una oficina o manejes un camión de carga, debes hacer fotos. Ninguna excusa es válida. Si solo atiendes los llamados del estómago, ¿para qué seguimos hablando?
Cree en los temas que te impulsen a hacer fotos. Ya lo dijo Mailer: cuando un tema atrape tu atención no lo sometas a la duda.
Puedes hacer fotos sobre lo que quieras: tu identidad, la calle, los postes de luz, tus amigos, los migrantes, los asaltantes de caminos, las enaguas de tu abuela, lo triste, lo folclórico, lo trágico, el frío, el calor, la levadura del pan. Pero por favor no aburras al observador. Hacer fotografías es narrar, narrar es seducir. Un buen fotógrafo ha de ser como don Vito Corleone: le hace al observador una oferta que no puede rechazar.
Algunos pretenden hacer fotos mientras bailan una cumbiamba o asisten a un partido de fútbol. Pero el trabajo es una cosa y el recreo otra. Concéntrate en tu oficio. Si no le dedicas a la foto toda tu atención, posiblemente el observador tampoco lo hará.
Hacer fotos es duro, te lo advierto, en especial cuando haces una serie de largo aliento. Sabes cuándo comienzas pero no cuándo terminas. Luego están las dificultades propias del oficio: en una jornada solo alcanzas a precisar una imagen medianamente decente, y al día siguiente la quieres destruir porque ya no te gusta. Aplicando a la fotografía lo que alguna vez dijo Dorothy Parker sobre escribir: “Odio fotografiar, pero amo haber fotografiado”.
Si cuidas la fotografía, si no te conformas con juntar solamente unas cuantas imágenes bonitas, lo más seguro es que tiendas a bloquearte. Bloquearse es un gaje del oficio. Indica que asumes el trabajo en serio. Sal a la calle a renovarte, o quédate en casa y haz fotografías de tu entorno cotidiano. Tomar distancia también es una forma de fotografiar.
Si eres de los fotógrafos que no quieren la influencia de otros, declárate perdido. Hay que tener buenos referentes en el oficio. Solo al oír las voces de los maestros –Eugène Atget, Walker Evans, Henri Cartier-Bresson, Robert Frank, William Eggleston– y mirar el mundo con curiosidad genuina aprenderás a encontrar tu propia voz.
Por mucho que algunos renieguen de la fotografía, tú tienes que creer. La foto le pone rostro y alma a tu mirada para atender a un tipo de observador que no solo quiere atragantarse de amaneceres, capuchinos y gatitos. FIN
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Totalmente de acuerdo estimado Oscar. Hay gente que desde que agarra una cámara piensa, sobre todo en nuestros días de comentarios y «likes» de Flickr y Facebook, que sus imágenes son dignas de galerías y ediciones encuadernadas. Nada más lejos de la realidad.
Tampoco podemos olvidar que la fotografía en casi todos sus géneros despierta interés de quién la aprecia en dependencia de sus creencias y valores estéticos. Lo que para mi puede ser una excelente foto, para otros no es más que un mero cliché mediana o pésimamente ejecutado y viceversa.
Pienso que es importante no solo seguir haciendo fotos si realmente nos gusta, es primordial que hagamos fotos que nos gusten y nos sintámos complacidos con el resultado final. Estoy convencido que hacer fotos para agradar a otros, tarde o temprano, irá en detrimento de nuestra apreciación estética del mundo que retratamos. Y algo más, debemos todos buscar, nutrir y desarrollar nuestro estilo propio.
Hace un par de días estaba yo inmerso en mi burbúja fotográfica, pasa mi esposa y me dice: «Tú y tus fotos». Me doy vuelta y le respondo con un poco de sarcasmo: «Estoy trabajando en tu herencia y la de nuestros hijos».
Estimado Luis, gracias por compartir tu experiencia. Efectivamente, concuerdo contigo. Yo estoy convencido que en el fondo hay que hacer las fotos porque lo necesita, porque le apasiona, porque le intriga, en pocas palabras: porque a uno se le pega la gana. Lo demás, como dicen, es lo de menos. ¡Un abrazo! Óscar
Interesante el articulo como todos los que publicas. De todas formas te envío este enlace para que le des un vistazo y a quien pueda interesar.
http://sientateyobserva.com/2012/03/07/carta-de-sebastiao-salgado-a-los-jovenes-fotografos/
Saludos desde el País Basko
vargass
¡Mil gracias Antonio! Un aporte muy útil, sin duda. Un abrazo, Óscar Colorado
Se que es un comentario de hace 9 años, pero si hay alguien el día de hoy que le de click, no lo haga. El enlace ya no sirve y redirecciona a un sitio no seguro con spam y indeseable para bastantes personas.
me refiero al enlace de sientateyobserva.com
esto abre mis ojos… gracias!!
Gracias a ti Rubén por participar en este espacio. ¡Un abrazo!
Hola maestro, me gustan mucho sus artículos y me han servido de mucho, pero le tengo una pequeña critica, creo que no toma en cuenta a los grandes exponentes de la Fotografía en México, me gustaría saber un poco más de ellos por medio de usted, saludos.
Estimado Eurípides, gracias por el comentario. Me imagino que se me aplica un poco aquello de «en casa del herrero…». Desde luego he publicado material de grandes de la fotografía mexicana como Graciela Iturbide, Manuel Álvarez Bravo, Héctor García, Nacho López, Francisco Mata Rosas, Lourdes Grobet, Eniac Martínez, Enrique Bostelmann… Sin embargo agradezco el comentario y tomo nota. ¡Muchos saludos!
¡Cómo me gustaría que entre los nombres de los grandes maestros en las artes hubiese también mujeres! Y no dudo que se debe más a falta de curaduría a nivel internacional que a falta de talento entre ellas… Espero que en este siglo ello se logre solventar. Por lo demás es un gran artículo… si la fotografía no te desangra y te hace renacer, tal parece que no es fotografía. Saludos desde Venezuela!
Estimada Yuliana, en este mismo blog encontrarás muchísimos nombres de mujeres que son grandes maestras de la fotografía: Graciela Iturbide, Francesca Woodman, Diane Arbus, Imogen Cunningham,Gertrude Kassebier, Yva, Claude Cahun… En la fotografía la presencia femenina no solamente es abundante: es imprescindible.