¿Qué retos enfrentan los fotógrafos de documentalismo social en la web 2.0?
Por Óscar Colorado Nates*
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La era de la conectividad 1 en la fotografía como en todos los ámbitos ha supuesto un profundo cambio de paradigma en el recuento de la sociedad. Dos de los grandes motores de la fotografía documental en el siglo XX fueron las revistas ilustradas (como la clásica Life) o las agencias de imagen (Magnum, Rapho). Las revistas ilustradas están en crisis y la relevancia de las agencias es muy distinta al escenario que plantearon sus fundadores.
Por otra parte, la propia estructura de la industria mediática se ha alterado irremisiblemente. Ya no es necesario convencer a los gigantes de los medios para que publiquen un trabajo.
“La tecnología nos ha dado una caja de herramientas con la que cualquiera puede convertirse en periodista a un costo mínimo y, en teoría, con alcance mundial. Nunca antes esto fue ni siquiera remotamente posible… El aspecto económico de la difusión noticiosa creó instituciones enormes y arrogantes […] que trataban las noticias como un discurso unilateral.” 2
Gracias al Internet, las estructuras mediáticas y de comunicación ya no son verticales, sino horizontales. Figuras como Tom Brokaw o Jacobo Zabludovsky pontificando desde el altar televisivo son obsoletas en el tercer milenio.

Ya no es necesario pedir la venia de las grandes televisoras, estaciones de radios o revistas para obtener un espacio de difusión. Cualquier persona conectada a Internet puede publicar una noticia, una opinión o una fotografía. En tal sentido, el fotógrafo cuenta hoy con un vasto repertorio de medios para difundir su mensaje.
Sin embargo la utopía de la democratización pura del contenido en Internet se ha ido desvaneciendo. Primero porque canales como Flickr, YouTube, Facebook o Twitter se han convertido en grandes corporativos. Segundo, porque estas plataformas cuenta con sus propios algoritmos para brindar relevancia a ciertos usuarios.

“Poco a poco, el estratificado sistema de estrellas de los viejos medios se complementó con un ecosistema igualmente estratificado en los medios de comunicación conectivos [connective media], donde algunos usuarios son empujados hacia la cima. Autores profesionales de contenidos en YouTube o influyentes usuarios de Wikipedia generan una mayor influencia en sus respectivos micro-sistemas que los aficionados o autores ocasionales.” 3
A pesar de esto, en los inicios del siglo XXI la comunicación masiva ya no es un discurso de una sola vía; hoy estamos frente a una conversación global de foto-documentalistas sociales donde cada uno tiene voz y canal para plantear su punto de vista sobre el mundo. Como apunta Dan Gillmor en su libro We the Media, las fronteras entre productores y consumidores de mensajes se están borrando 4 y hoy todo apunta hacia una relación simbiótica emisor-receptor, vendedor-comprador.
Profesionalismo, calidad y relevancia: Los nuevos retos para el documentalista social
El hecho de que cualquiera pueda crear contenidos en Internet no significa necesariamente que sean fácilmente accesibles para el público. Según Popular Photography, la mayor publicación de fotografía en el mundo, en febrero de 2012 se subían a Facebook diariamente 250 millones de fotos.5 La presencia de un fotógrafo en Internet puede ser fácilmente irrelevante antes la inconmensurable oferta visual que hay en Internet.

Aunque ha primera vista parecería que el máximo reto es hacerse notar entre la competencia, hoy el desafío para el foto-documentalista social contemporáneo no es lograr un espacio, ni siquiera ser visto, sino lograr un nivel elevado de profesionalismo, calidad y relevancia.
En la era de las revistas ilustradas el editor decidía qué publicar y tenía la última palabra. Ciertamente que los criterios de los grandes medios muchas veces (por no decir generalmente) obedecen a razones económicas 6 e incluso a las agendas no siempre transparentes de sus dueños. Sin embargo también es cierto que la labor del editor era un filtro de calidad y pertinencia sumamente eficaz.

Por otra parte, un gran fotógrafo no es necesariamente un buen editor. El foto-documentalista social de hoy precisa de la visión informada de un tercero que pueda juzgar el corpus fotográfico de manera más objetiva y desapasionada. Como explica Steve Simon, “El arte de la edición es una tarea fundamental y desafiante para cualquier fotógrafo, casi tan importante como el propio acto de fotografiar.” 7 Un riesgo con la auto-publicación y la democratización de los medios es que nos enfrentamos a una masa indiscriminada de trabajo que no ha pasado por un proceso mínimo de curaduría, es el material crudo, silvestre, y la labor para encontrar fotografías relevantes en la red es más difícil que nunca.
Daremos a continuación un breve esbozo de algunos canales en Internet para la difusión de la fotografía de documento social. Aunque Facebook y Twitter son dos de las plataformas fundamentales en la era de las redes sociales, y ambas cuentan con posibilidades para compartir imágenes, pondremos énfasis en las plataformas específicamente creadas para la difusión fotográfica.
Flickr ¿Una opción viable todavía?

Flickr nació en 2004 como un sub-producto de la empresa canadiense Ludicorp como una herramienta para su juego Game Neverending. Yahoo adquirió la plataforma un año después.8 Al momento de cerrar esta edición, y a pesar de los altibajos financieros de Yahoo, Flickr sigue manteniéndose como una plataforma líder en el ámbito de las redes sociales.
Al hacer una búsqueda con los términos social documentary, Flickr presenta más de 400 grupos formados por sus propios usuarios. El mayor de ellos al realizar esta investigación 9 es el denominado social documentary photography 10 con unos 20,000 miembros y un acervo de 40 mil fotografías. Es importante apuntar que en este grupo las imágenes son moderadas por un administrador.

Existen en Flickr otros grupos dedicados a homenajear fotógrafos como Garry Winogrand 11 o Robert Doisneau 12 o que rescatan temas clásicos en el documentalismo social como la fotografía humanista.13
500px ¿El nuevo Flickr?


Debido a la falta de actualización en términos gráficos y usabilidad, muchos fotógrafos están abandonando Flickr para sumarse a la apuesta de 500px más en el terreno de la fotografía con alta carga estético-icónica y con un aire más actual. 14
En 500px no hay una estructura de grupos como la de Flickr, aunque cuenta con su propio algoritmo para crear súper estrellas donde destaca, en el foto-documentalismo social, Thomas Leuthard 15 con millares en sus cifras de visitas, likes y el algoritmo de 500px llamado “afecto” que llega a casi 40,000. A pesar de la desbandada hacia esta red fotográfica, las cifras sobre documentalismo social en 500px son mucho más modestas que las de Flickr, con menos de 100 fotógrafos etiquetados en este género.
Una plataforma para fotógrafos de documentalismo social: SocialDocumentary.net[xvi]
Aunque Flickr o 500px son sitios para compartir fotografías, son espacios indiscriminados donde todo cabe, desde fotografías de amaneceres, los ubicuos gatitos hasta las imágenes del fotógrafo de la Casa Blanca, Pete Souza.17
SocialDocumentary.net (abreviado SDN) es una plataforma específicamente dedicada a difundir el trabajo de fotógrafos documentalistas sociales.

Glenn Ruga, director ejecutivo del Photographic Resource Center en Boston, fundó SDN en octubre de 2008, sitio web espacio dirigido a “fotógrafos, ONGs, editores, periodistas y amantes de la fotografía así como cualquiera que crea que la fotografía juega un papel importante en la educación de las personas en nuestro mundo.”18
Ruga fundó SDN dentro de la tradición de Roy Stryker.
“El objetivo de SocialDocumentary.net es conectar e informar a la gente de todo el mundo a través de la fotografía y proporcionar un registro visual del siglo XXI. Está diseñado para ser un recurso para profesores, estudiantes, políticos y consumidores que están preocupados e interesados en aprender sobre el mundo y cambiarlo […] Yo quería crear una colección en línea de exposiciones de fotografía de calidad que crearan una nueva forma de ver el mundo y una mayor comprensión de la humanidad -agricultores que luchan en Darfur, adolescentes suburbanos de Filadelfia, los huérfanos del SIDA en Mozambique después de la guerra de Bosnia y Kosovo, o la vida en Siberia y Moscú.”
SDN es una plataforma en la que los fotógrafos pueden compartir su trabajo en línea. Difiere de otros sitios como Flickr o 500px en dos sentidos: primero porque está orientado específicamente a la fotografía de documentalismo social y segundo porque las galerías creadas por el usuario no están disponibles al público de forma automática, deben pasar por un proceso de curaduría que asegura cualidades estéticas, integridad documental y calidad técnica.
SDN cuenta con comité de asesores que incluye a Barbara Ayotte (estratega en comunicación) así como los fotógrafos Lori Grinker, Reza (National Geographic), Steve Horn o Ed Kashi (VII Photo Agency).
El sitio “muestra fotografía documental de todo el mundo y textos dedicados enteramente a la exploración de la humanidad, la cultura y las sociedades…” 20

Actualmente SDN cuenta con más de 700 exposiciones de medio millar de fotógrafos y los trabajos que se exponen han sido realizados en más de 114 países.
SDN se ha convertido en sus cinco años de existencia en un espacio relevante para la fotografía documental en la era de la conectividad. Cualquier fotógrafo que cumpla con las premisas establecidas por los organizadores del sitio tiene libre acceso a la comunidad mundial y las características de moderación de contenido aseguran un trabajo serio por parte de sus participantes. En el sitio comparten espacio fotógrafos de todos los niveles: tanto profesionales que publican en National Geographic como amateurs.
Una ventaja fundamental de SDN es la posibilidad de dar una mirada específica y en tiempo real a los temas contemporáneos que interesan a su comunidad.
Temas contemporáneos del documentalismo social en SDN
El análisis de categorías de foto-ensayos en SDN nos ofrece un panorama que puede ser una señal de las inquietudes contemporáneas en la fotografía de documentalismo social. Es una visión fragmentaria, cierto, pero un indicio que ofrece interesantes posibilidades de análisis. Tomemos esta muestra solamente como un barrunto para reflexionar sobre las presencias y ausencias de los temas que abordan los foto-documentalistas sociales a inicios del siglo XXI.
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Salud. Resulta muy notable que una de las grandes preocupaciones en el ambiente contemporáneo y globalizado se encuentran afincadas en el acceso a la salud, los retos de la discapacidad, la salud mental, pandemias, etc. Los temas económicos, torales tras la Gran Depresión o de acomodo social, tan propios del Nuevo Paisaje Social, han sido desplazados por la mirada hacia el proceso salud/enfermedad.
Sociedad. El tema más abordado en este apartado es el de comunidad. Si bien hay tópicos compartidos a nivel internacional, la necesidad por expresar cuestiones locales que afectan a regiones concretas es muy notable. En el mundo contemporáneo, la revaloración de comunidad se ha vuelto más apremiante que nunca.
Justicia. Es notable que los fotógrafos contemporáneos examinan los derechos humanos y civiles, los hechos discriminatorios, las prerrogativas laborales, la corruptibilidad, el tráfico de personas, la prostitución y la violencia sexual, entre otros temas.
Cultura. Los dos temas dominantes en la cultura son religión, espiritualidad y educación.
Guerra. La guerra dominó la historia del fotoperiodismo desde los trabajos de Roger Fenton en la Guerra de Crimea hasta las invasiones a Iraq. Hoy resulta una de las materias menos abordadas por los fotógrafos en SDN. Además, resalta el tema de las consecuencias de la guerra más que el propio conflicto bélico. El tópico armamentista e incluso el terrorismo son de interés marginal a pesar de los acontecimientos como el 11 de Septiembre en Nueva York para los fotógrafos en SDN.
Grandes ausencias. Temas de los que se está haciendo poca fotografía documental (al menos entre los fotógrafos en SDN) son Ciencia y Tecnología, Terrorismo, Ecología o Narcotráfico.
Países
Los principales países en donde los fotógrafos de SDN han realizado ensayos de documentalismo social son:
No es de extrañar que en Estados Unidos, país con más de 300 millones de habitantes y el ingreso per cápita más alto del mundo se concentre la realización de documentales. Fuera de la Unión Americana, el resto de los países económicamente privilegiados están fuera de la mira de los fotógrafos en SDN. Siguen resaltando, como a finales del siglo XIX, los destinos exóticos donde India acapara una parte importante de la atención. Resalta el número de países del continente africano.
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La tendencia que ya se veía entre los países preferidos para el documentalismo social se repite a nivel regional: África como mayor foco de atención, seguido cercanamente por Asia y luego una baja importante hasta Latinoamérica, prácticamente en la misma posición que Europa. Medio Oriente se ubica como la región en la que menos documentalismo social se realiza, quizá porque entre el extremismo religioso y los conflictos bélicos no sea una zona accesible para los foto-documentalistas sociales.
A manera de conclusión
Los nuevos creadores se encuentran frente a una inusitada posibilidad para hacer llegar su mensaje a una audiencia mundial, pero también tienen el reto de lograr un trabajo de alta calidad con exigencia técnica, discursiva y conceptual.
Mellanie Light inspira con sus palabras a los fotógrafos de documentalismo social contemporáneos:
“en esta era de secularismo, los medios visuales del periodismo y la fotografía documental también pueden servir como un vehículo para encontrar nuestra humanidad, las conexiones humanas y espirituales que nos unen. Nos recuerda que a pesar del tsunami de imágenes, somos retados por cada encuentro visual para examinarnos a nosotros mismos, tocar base con nuestras intenciones y tal vez construir un mundo más inteligente y humanista.”
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Gracias Oscar, como siempre muy aprovechable.
Muchas gracias Arturo, qué bueno que te gustó, espero que te sirva. Si algún día vienes al DF avísame para tomarrnos un café y echar plática. ¡Muchos saludos! Óscar