El fotógrafo israelí narra en «Intended consequences» una historia de venganza y reconciliación, de muerte y vida, de odio y amor.
Por Óscar Colorado Nates*
El genocidio en Ruanda
En Ruanda (África oriental) un millón de tutsis fueron masacrados por los miembros de la milicia Hutu en 1994. Como el asesinato resultaba insuficiente, las violaciones sexuales masivas fueron un paso de indecible crueldad. Ultrajaron entre 250,000 y 500,00 mujeres hasta matarlas, algunas en el momento mismo de la deshonra, otras posteriormente al ser contagiadas de SIDA.

Algunas sobrevivientes quedaron embarazadas por los mismos hombres que asesinaron a sus padres, hermanos, maridos e hijos.
El fotógrafo Jonathan Torgovnik narra en su serie Intended Consequences la historia de algunas de estas mujeres, víctimas de la violencia sexual utilizada como arma contra ellas. El resultado fue el nacimiento de 20,000 niños. [i]
Torgovnik nació en Israel (1969) y su trabajo ha sido expuesto en numerosas publicaciones como Newsweek, Aperture, GEO, Sunday Times Magazine, Stern por mencionar solamente algunas.[ii]
Las fotografías de Torgovnik incluidas en su ensayo Intended Consequences son un ejemplo claro de la fuerza que tiene la fotografía como agente de cambio social. Intended consequences narra una historia de venganza y reconciliación, de muerte y vida, de odio y amor.
El dilema
El trabajo de Torgovnik es de una gran complejidad emocional: ¿Cómo hacerse cargo de los hijos del violador? El autor permite que sean las propias mujeres las que narren al mundo su tragedia y su proceso de recuperación emocional.[iv]
Aunque algunas mujeres decidieron matar a los bebés cuando nacieran, no pudieron ejecutar su venganza porque se enamoraron de sus hijos. Los retratos de estos niños hablan del poder del amor y la reconciliación por encima del odio y el deseo de venganza. Son íconos de una masacre y ultraje inimaginables transfigurados en los rostros de niños inocentes.
Torgovnik expresa:
“Mi mayor esperanza es que, al leer estas historias y ver las imágenes de las mujeres y sus hijos en este trabajo, la gente sea inspirada para actuar y trabajar para asegurar que actos de violencia similares jamás ocurran nuevamente, y que estas familias puedan tener un futuro más promisorio.”[v]

Jonathan Torgovnik empleó la fotografía como un medio de activismo y conciencia social. Este fotógrafo es co-fundador de la Foundation Rwanda dedicada a proveer de educación a estos niños producto de la violación y brindar ayuda psicológica y médica para sus madres porque la tragedia continúa, como lo explica el fotógrafo:
“[estas mujeres] son juzgadas equivocadamente por lo que les ocurrió. Son las personas más inocentes, hermosas y fuertes que haya conocido. Fueron violadas, sus familias asesinadas, tienen VIH, son madres de estas criaturas y aún así la gente está en su contra debido al estigma. En estas culturas la gente las rechaza, no las ayuda.”[vi]
Aunque el genocidiopodría parecer cosa del pasado porque ocurrió hace casi 20 años, la tragedia permanece pues las mujeres “Están totalmente aisladas porque en Rwanda la violación es considerada una vergüenza extrema. Viven solas y no obtienen ayuda de nadie.”[vii]
Un llamado a la acción
Torgovnik mantiene la difusión de su mensaje mediante las fotografías y el activismo porque la violencia sexual sigue siendo utilizada en otros lugares como la República del Congo o Darfur, entre otros.[viii] Las fotografías de Torgovnik permanecen como una denuncia de violencia sexual , SIDA, pobreza, humillación extrema y tortura psicológica, pero sobre todo un testimonio de una “fortaleza incomprensible y el bálsamo del amor materno.”[ix]
Este trabajo en particular ha sido exhibido alrededor del mundo. Su creador explica:
“Cuando estás en la exposición, ves retratos pero en cuanto lees de qué se trata es cuando quedas sorprendido o en estado de shock. Es lo que pretendía: Utilizar este medio, la fotografía, para despertar la conciencia y, espero, difundir un mensaje acerca de este tema.”[x]
Las propias palabras de Torgovnik son una descripción clara de la naturaleza documental que puede tener la fotografía:
“Soy un fotoperiodista y me interesan mucho los temas sociales. Me motiva la curiosidad acerca de la humanidad.”[xi]
Desgraciadamente la desigualdad y la injusticia siguen prevaleciendo en el mundo y casos como el de Ruanda no han cesado. En la población de Bhabunda, República del Congo, el 70% de las mujeres han sido violadas, se calcula que existen más de 27 millones de personas en condiciones de cuasi esclavitud, más de un millón de menores sufren el abuso del comercio sexual.[xii]
Jonathan Torgovnik mantiene una intensa agenda de encuentros con diferentes grupos que puedan ayudar a la Foundation Rwanda, a las mujeres y a sus hijos para tratar de ayudar a sanar heridas que pueden lucir como cicatrices, o estar escondidas en el alma.
El trabajo de este fotógrafo israelí nos hace reflexionar sobre las posibilidades de trascender al clásico ensayo fotográfico donde el autor busca un tema, encuentra la historia y la desarrolla con un sentido formal y emotivo. Nuevamente, la pregunta en el documentalismo social no es únicamente cuáles son las posibilidades estéticas de la fotografía de registro, sino una que sigue igual de punzante desde hace 175 años ¿Puede el fotógrafo cambiar al mundo? Testimonios como los de Jacob Riis, Lewis Hine y Jonathan Torgovnik demuestran que la respuesta es un rotundo «sí».
Las fotografías de Torgovnik son un punto de partida para su cruzada. El espíritu que lo anima no es muy diferente de Riis y Hine. Sin embargo el reto de Jonathan es de naturaleza distinta en un entorno global donde los cambios son complejos frente a regulaciones de derecho internacional difíciles de navegar y donde es necesario apelar no a un gobernador ni a un congresista, sino a una comunidad internacional de la que incluso nosotros formamos parte. La gesta de Torgovnik es, en el fondo, contra la indiferencia internacional.
Usted puede ayudar a las mujeres e hijos de Ruanda: visite hoy mismoel sitio web de la Foundation Rwanda.
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* Óscar Colorado Nates es Profesor/Investigador titular de la Cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana (Ciudad de México). Es autor de los libros El Mejor Fotógrafo del Mundo (2010), Fotografía de Documentalismo Social (2013) entre otros.
Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las opiniones y/o posturas de la Universidad Panamericana.
Inspirador!!!
Gracias por dar a conocer esta impresionante labor.
Gracias a tí Juan por seguir este blog. Cuando conocí el trabajo de Torgovnik fue un gran impacto ¿Y qué hacemos cada uno de nosotros por los demás? ¡Saludos! Óscar
Gracias por darnos a conocer un testimonio de amor tan excepcional y tan poco adecuado a la línea del pensamiento imperante. Los retratos, además, son hermosísimos.
Gracias María José. El trabajo de Torgovnik es de una gran profundidad y, como bien dices, muy bello. Espero que puedas compartirlo para que se difunda más. ¡Saludos!
Ya he tuiteado alguna cosa para que se conozca la fundación. A mis alumnos se lo enseñaré también. Aprovecho para darte las gracias en general, porque mis clases son a menudo deudoras de tus artículos… MIs alumnos te conocen.
Muchas gracias María José. ¡Muchos saludos!