CHINA. Jiangsu. Nankin. Abril de 1949. Uno de los últimos señores de la guerra, el general Ma Hung-Kouei, llegó a Nankín justo antes de su caída para brindar su apoyo al general Chiang Kai-shek. En el momento en que esta fotografía fue realizada, Ma Hung-Kouei reinó supremo en el noroeste de China. Pero, poco después, su ejército personal lo abandonó. En la pared detrás de él cuelgan algunos refranes antiguos, tales como: «.. Un buen general debe desempeñar un papel hermoso en la historia y debería ser elogiado por cien generaciones. Debe cuidar de sus tropas y también de su pueblo.»