Un día decidí empezar un blog para compartir mi pasión por la fotografía. ¡Jamás imaginé lo que ocurriría!
El 2 de octubre (no se olvida) de 2011 decidí iniciar un blog. Quise ponerle mi nombre porque es un espacio personal, pero en el que quería compartir con otros mi pasión por la fotografía, mis búsquedas y hallazgos. El primer mes recibí 9 visitas. Hoy, al ver mis estadísticas, encontré que rebasé la barrera de los 3 millones. ¡TRES MILLONES! Y es una barbaridad porque apenas en noviembre anunciaba que había alcanzado dos millones, de modo que el siguiente millón llegó en apenas cinco meses.
Dicen que la gente no lee…
Hay muchos documentos que indican que una entrada de un blog debería tener no más de una cuartilla de texto. En mi blog mis informes especiales alcanzan un promedio de 30 cuartillas. ¡Y dicen que la gente no lee! Esa no es mi experiencia.
Al realizar estos contenidos solamente he procurado dos cosas: escribir contenidos de calidad, que aporten, con una investigación seria; el segundo elemento es la constancia y publicar al menos cada semana un contenido nuevo, ya sea una galería, un infográfico o un informe especial. Se dice rápido, pero ya hay más de 400 piezas.
Cada día recibo comentarios que me alientan a seguir. Lo hago con mucho gusto y además pienso que es esencial compartirlos. ¿De qué me sirve quedarme con el conocimiento derivado de una investigación? Al final del día, para mí es un gran placer cuando me entero que en tal o cual país se reunirán un sábado para discutir algún tema y ponen como punto de referencia alguno de mis artículos, o cuando veo que llegan muchas visitas de algún centro educativo, o cuando un profesor me agradece porque estos contenidos le han servido a sus alumnos y en las clases.
Por todo esto, que son satisfacciones que no se pueden medir con dinero, es que realizo este blog.
De todo corazón agradezco a todos mis amables lectores la paciencia, a veces mi inconstancia en perseguir algún tema, pero es que yo no tengo una agenda editorial: publico lo que capta mi atención, lo que me causa curiosidad, la vida de alguna figura fotográfica que me parece cautivante… Y el precio es que, a veces, ya no sigo algún tema: por ejemplo ya publiqué dos artículos sobre los elementos de la fotografía y me faltan ¡Otros cincuenta! Gracias también por la paciencia.
A veces parece que siempre repito la misma cantaleta cada vez que respondo un comentario pero no importa: Estos contenidos los he escrito y publicado para que se compartan, así que la mejor manera de ayudarme a celebrar es haciéndole saber a otros que este espacio existe, que aquí hay (y espero que cada semana crezcan) contenidos interesantes, útiles, de calidad, serios pero entretenidos, profundos pero accesibles.
No quiero extenderme más, estoy muy feliz y emocionado. Jamás me imaginé que ocurriría esto, nunca fue mi propósito, y el mérito no es mío, sino de cada uno de los queridos amigos que siguen este espacio.
De todo corazón, ¡Tres millones de gracias!
Óscar Colorado
