Adiós Kodak

Kodak Instamatic 44. Igual a mi primera cámara que no tuvo un buen final.

Mi primera cámara

Recibí mi primera cámara en 1977. Lo he escrito por doquier: era una Kodak Instamatic 144. Con ella hice mis primeras fotografías. Solía salir al mini-jardín que estaba frente a mi casa, alineaba a mis muñecos de peluche y clic-clic-clic, les hacía fotos. Yo tenía 8 años.

Un sábado por la noche regresamos después del obligado paseo de fin de semana y la puerta del garaje estaba abierta de par en par. Mi papá bajó primero y nos anunció que habían entrado a la casa a robar.

Una de mis primeras fotos de la infancia. Espero que se hagan tan famosas como las de Lartigue. (Hecha con una Kodak Instamatic 44). © 1977 by Óscar Colorado

Las cámaras llevaron la peor parte: robaron una Minolta sub-miniatura 16mm de mi padre (regalo de mi abuelo), una Bell & Howell, regalo del Sr. Odinotte (el mismo generoso francés que me regaló mi cámara) y también desapareció para siempre mi Kodak Instamatic 44.

La mítica empresa con sede en Rochester (NY) estuvo conmigo en mis primeros momentos de fotógrafo. Con el tiempo las japonesas coquetearon más y me acabaron seduciendo con sus múltiples encantos. La americana era fiel, pero poco sofisticada. Y uno a cierta edad se deslumbra fácilmente.

Desde entonces hasta ahora han transcurrido 35 años, exactamente. La fotografía me ha acompañado durante todo ese tiempo y realmente no sé qué balance se obtiene. Ignoro si he tenido más satisfacciones que sinsabores, pero supongo que nos pasa lo mismo a todos los artistas. Como decía Cartier-Bresson, en la fotografía uno sabe en qué se ha equivocado justo cuando ya es demasiado tarde.

Kodak quiebra

Kodak Brownie, la cámara que puso en la cima a George Eastman. © by Óscar Colorado

Hace exactamente un mes me enteré de la  bancarrota de la Eastman Kodak Co. Nunca pensé que me afectaría tanto. Así pasa siempre: aunque se visulmbre un resultado nefasto, una vez que ocurre es peor de lo que se anticipaba.

La agonía lucía muy mal desde finales del año pasado. Nada pintaba bien para esta empresa legendaria, y para ser sinceros, hacían bastantes años que había comenzado el final.

Es todo un caso de management para las escuelas de negocios. Kodak no supo adaptarse a los nuevos cambios en el mercado. Resulta irónico que Steven Sasson hubiera desarrollado la primera cámara digital en los propios laboratorios de Kodak.

La Apple QuickTake fue la primera cámara digital para el consumidor. Era fabricada por Kodak.

Kodak: pionera de la fotografía digital ¡Qué ironía!

Desgraciadamente el negocio de las películas y el papel eran demasiado grandes en aquellos tiempos como para que Kodak tomara en serio lo que parecía una moda pasajera. Otra ironía extraña es que la propia Kodak produjera algunas de las primeras cámaras digitales disponibles al consumidor promedio, entre ellas la Apple QuickTake 100. Un brillante ejecutivo de Apple decidió, de un plumazo, darle fin al proyecto de las cámaras digitales pues tenía otras «ideas revolucionarias» en la cabeza. Aquel señor se llamaba Steve Jobs.

Kodak comercializó un modelo idéntico a la QuickTake 100 con su propia marca,  la Kodak DC40.

¿El último momento Kodak? Eso pensaba The Economist justo cinco días antes del anuncio final de la quiebra. © 2012 by The Economist

Para cuando las cámaras digitales se popularizaron y se convirtieron en un mercado masivo, y el verdadero futuro de la fotografía, Kodak no hizo nada. Sus directivos estaban demasiado preocupados con otras áreas de negocios y en diez años perdieron todo el terreno que habían dominado durante otros cien.

But it’s too late baby, now it’s too late…

Esta empresa, tal vez la más famosa en la historia de la fotografía, buscó muchas formas para mantenerse a flote, pero ya era demasiado tarde: a Kodak y a sus directivos se les agotó el combustible. Sus tácticas nunca lograron articularse dentro de una estrategia sólida. Aunque quisieron vender algunas de sus valiosísimas patentes, el hundimiento era imparable.

A principios de 2012 el final de Kodak era, como el del Titanic, cuestión de poco tiempo. Al menos tuvimos juntos un bonito recuerdo. ¿Verdad, Kate? © by Paramount Pictures

El futuro de Kodak aún es incierto. Algunos otros gigantes ven con ojos golosos las dichas patentes y tampoco es despreciable la marca misma, cuyo valor es de aproximadamente $1 billón de dólares. La compañía espera sobrevivir este 2012 con sus impresoras y consumibles. Parece un remake de una película que ya fracasó.

«But it’s too late baby, now it’s too late, though we really did try to make it…» © Lyrics by Carole King @ Album cover by Sony Music

L empresa ya cerró sus divisiones de cámaras digitales. Kodak no descarta la posibilidad de otorgar su nombre en licencia para que alguna otra empresa fabrique las cámaras. Aunque este podría ser el fin de las cámaras Kodak, como ocurrió con las cámaras digitales  Epson o HP.

Au revoir, Kodak.

A pesar de las pifias de Kodak, para millones de seres humanos (yo entre ellos) fue la facilitadora para preservar recuerdos muy felices. Aunque suene a cliché (y a uno sensiblero que es aún peor), una cámara Kodak nos acompañó en muchos momentos importantes y felices como una graduación, boda, bautizo, vacaciones, o simplemente uno de esos maravillosos momentos de un niño a quien le fascinaba hacer fotografías de sus peluches.

Gracias, míster Eastman. Vamos a extrañar sus Kodaks.
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Lectura fotográfica: división en módulos

Por Óscar Colorado Nates*

La lectura fotográfica precisa de un análisis metódico y sistemático de la imagen. Con el objeto de poder identificar áreas concretas de una fotografía y contar con un sistema de notación propongo la división del encuadre en 16 módulos dispuestos de la siguiente manera: en cuatro columnas identificadas con los números 1 al 4 de izquierda a derecha y cuatro renglones de las letras A a la D de arriba hacia abajo.

Se toma como ejemplo e ilustración del sistema de notación propuesto el siguiente esquema:
(NOTA: Se indica como ejemplo de un módulo al que se desea hacer mención con un color diferente, en este caso el A3 es decir, primero renglón de arriba a abajo A, tercera columna de izquierda a derecha 3).


Fotografía: © 2012 Rafael Olivares. Todos los derechos reservados en favor de su autor.

Este sistema de notación modular permite identificar zonas concretas de la foto haciendo referencia al módulo correspondiente. En el ejemplo anterior, si queremos decir «la cara del sujeto está arriba a la derecha un poco centrada» resultaría impreciso. Usando el sistema de notación de módulos que propongo se diría «la cara del sujeto se encuentra en A3″, una localización mucho más específica.

Debido a que es necesario hacer análisis aún más detallados, propongo la posibilidad de una subsecuente subdivisión de cada módulo siguiendo el mismo criterio: 16 módulos en cuatro columnas y cuatro renglones. Cuando se trate de un segundo módulo (un submódulo) propongo que la notación los separe con dos puntos » : » (espacios en blanco a izquierda y derecha para aumentar la claridad)   e indique la posición del siguiente módulo colocándolo a la derecha. Por ejemplo A3 : D3. La notación se leería de izquierda a derecha, sabiendo que cada módulo a la derecha va indicando una subdivisión adicional.

Si quisiéramos ser más precisos y describir la posición más exacta de la cara diríamos que se encuentra en los módulos A3 : C3 y A3 : D3 como se muestra en el siguiente ejemplo.

La notación de módulos puede hacerse de izquierda (módulo dominate) a derecha (módulo subordinado) dividiendo tanto como se quiera en tantos niveles como haga falta. En una imagen con módulos en tres niveles podría haber una notación para determinar con precisión dónde se encuentran los ojos del sujeto en la fotografía de ejemplo  A3 : D3 : A3

Rangos de módulos. 

Si se quisiera determinar dónde se encuentra la cara del sujeto, que abarca más de un sub-módulo, se utilizaría una notación como la que sigue:

«La cara del sujeto abarca A3 : D3 : A3 // A3 : D3 : D4»  o bien «Desde A3 : D3 : A3 hasta A3 : D3 : D4». Para denotar módulos en una misma diagonal se usaría el signo «/». Propongo el uso de signos «//» para indicar un rango que va de una esquina a otra, el signo «|» si se trata de un rango de módulos en columna y el signo «-» para los rangos de módulos en renglones. Por ejemplo:

Grupo de módulos en un mismo renglón: A3 : D3 : A1 – A3 : D3 : A:3
Grupo de módulos en una misma columna: A3 : D3 : A1 | A3 : D3 : D:1
Grupo de módulos en diagonal: A3 : D3 : A1 / A3 : D3 : D:4
Grupo de módulos con un rango cuadrangular que incluya todas las columnas y renglones dentro de un rango dado:  A3 : D3 : A1 // A3 : D3 : D:4

Conclusión

Este sistema puede aplicarse a procesos de lectura fotográfica morfológica (denotativa), pero también puede ser de utilidad para el análisis de fotografía forense donde se agregaría únicamente el cotejo módulo por módulo siguiendo siempre un orden preciso de izquierda a derecha, de arriba a abajo y de lo normal a lo anormal.

El sistema de notación permite una subdivisión que podría llegar incluso más allá de la división del pixel y llegar a 1/16 de pixel. Los niveles de módulos dependerían de la resolución original de la imagen.

El método propuesto permite identificar cualquier zona de una fotografía de una manera precisa, consistente y sistemática evitando confusiones y vaguedades al hacer referencia a puntos concretos de una imagen. Haré uso de este sistema de notación para la lectura de fotografías.

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Óscar Colorado Nates es Profesor/Investigador titular de la Cátedra “Fotografía Avanzada” en la Universidad Panamericana (Ciudad de México) donde encabeza la Academia Audiovisual. Es director general de la Agencia de Imagen FotoUP, integrante de MediosUP. Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las opiniones y/o posturas de la Universidad Panamericana.