Lartigue: el amo del tiempo

Por Óscar Colorado Nates*

Retrato de Jacques-Henri Lartigue por Jeanloup Sieff, 1972.
Retrato de Jacques-Henri Lartigue por Jeanloup Sieff, 1972.

«¡Es maravilloso! ¡Maravilloso! Nada será nunca tan divertido… Voy a fotografiarlo todo ¡todo!»
Jacques-Henri Lartigue a los 7 años al observar su primera fotografía.

Suele pensarse en Henri Cartier-Bresson como el célebre creador del concepto fotográfico del “instante decisivo”, esa acción de presionar el obturador en el momento justo, ni antes ni después para hacer una rebanada de tiempo y espacio. Aunque Cartier-Bresson identificó claramente este concepto y lo puso en práctica continuamente, Jacques-Henri Lartigue fue el precursor de esta idea.

Lartigue estaba obsesionado con atrapar el tiempo y una parte importante de sus experimentos juveniles cámara en mano se referían a congelar el movimiento. Sin embargo, no le interesaba tanto la acción del congelamiento en cuanto a obtener curiosos efectos, sino a esa obsesión por atrapar lo fugaz, el instante.

Este fotógrafo tan joven como acaudalado obtuvo el éxito en su cacería de tiempo en dos sentidos. El primero, más obvio, era lograr con sus congelados arrancar un instante del devenir temporal de la existencia. Una de sus imágenes más conocidas es la titulada “Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París, 1905”.

Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París, 1905. Jacques-Henri Lartigue. © Ministère de la Culture - France http://www.lartigue.org / AAJHL
Mi prima Bichonnade. 40, Rue Cortambert, París, 1905. Jacques-Henri Lartigue. © Ministère de la Culture – France http://www.lartigue.org / AAJHL

Esta fotografía es un ejemplo importante en muchos sentidos. Para comenzar, desde el punto de vista narrativo la imagen nos asalta con preguntas como “¿qué ocurrió antes? ¿Saltó? ¿Tropezó? ¿Estaba haciendo una payasada? Y luego ¿Cuál sería el desenlace? ¿Cayó graciosamente? ¿Se desplomó y se rompió un hueso? No conocemos la respuesta. Esta fotografía es exclusivamente una pregunta.

Por la fecha sabemos que el autor tenía 9 años. Este es el tipo de datos que siempre apasionan cuando se observa la obra de Lartigue. Aunque sus fotografías posteriores son interesantes, es esa mirada infantil, curiosa, punzante la que ofrece lo mejor de su trabajo. Casi podemos imaginar al pequeño preguntando “¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?” incesantemente, como hacen los niños. Sin embargo Lartigue no pregunta verbalmente, sino con su cámara. Una y otra vez pregunta, dispara y busca una respuesta.

Pero Lartigue hizo mucho más que hacer simpáticos congelados y graciosas instantáneas. En realidad, supo capturar el espíritu de su tiempo, una Francia desahogada, donde la prosperidad, el ocio y el placer eran parte de la esencia gala. Como todos sabemos, el sueño duró poco, pues la llegada de la Primera Guerra Mundial alteró al mundo irremisiblemente. Sin embargo existe una narrativa extendida en el corpus fotógrafico de esta etapa juvenil. En conjunto, la obra de este tiempo captura el espíritu de la sociedad francesa adinerada y su ocio. Como narrativa, el corpus nos habla de un “antes”, una Francia compleja y asentándose como estado después de todos los zipizapes napoleónicos.

Avenue du Bois de Boulogne, Paris 1911. Jacques-Henri Lartigue. © Ministère de la Culture - France http://www.lartigue.org / AAJHL
Avenue du Bois de Boulogne, Paris 1911. Jacques-Henri Lartigue. © Ministère de la Culture – France http://www.lartigue.org / AAJHL

Un “antes” de asentamiento social, democratización y acceso a la riqueza. Y en cierta forma la fotografía “Mi prima Bichonnade” es una síntesis de toda la obra juvenil de Lartigue. Nos preguntamos si la prima no acabaría rodando por el suelo. Y cuando vemos el conjunto de álbumes de este autor, pensamos que le ocurría lo mismo a Francia, captada en un instante de tranquilidad, prosperidad y recreo, pero a punto de sumirse en la guerra y darse el gran sopapo. En tal sentido, el niño Jacques-Henri también plantea una punzante pregunta con sus fotos inocentes sobre los ires y venires, venturas y desventuras del mundo.

Además de ser un amo del tiempo, Lartigue destaca porque en sus motivos siempre aparece un ser humano. Parece tenerle sin cuidado el sujeto fijo: no hay en sus primeras obras paisajes ni bodegones. Siempre hay un humano. Quizá esta sea otra razón por la cual sus fotografías son tan fascinantes, pues siempre, inmediatamente, hay un punto de enlace. El observador puede apelar a alguna fracción de su historia de vida, o claramente identificarse con el motivo y, claro está, proyectarse con aquella alegría y prosperidad.

Renée Perle 1930. Jacques-Henri Lartigue © Ministère de la Culture - France / AAJHL http://www.lartigue.org / AAJHL
Renée Perle 1930. Jacques-Henri Lartigue © Ministère de la Culture – France / AAJHL http://www.lartigue.org / AAJHL

Dando una vistazo aún más acuciado, las imágenes de Lartigue no solamente tratan del espíritu humano. En particular, la mayor parte de sus imágenes incluyen figuras femeninas. Puedes ser un retrato o un plano conjunto, pero en la gran mayoría de sus obras la mujer es el motivo central. Aquí cabrían numerosas preguntas de índole freudiano, que será de interés para los psicólogos pero no necesariamente para los observadores de sus fotografías. Lo que sí queda claro es que las mujeres de Lartigue están dotadas de una sencillez alegre y desenfadada, de una sensualidad sutil y generalmente presente, pero también de una belleza y elegancia constantes.

Jacques-Henri Lartigue se obsesionó con la captura del tiempo. Sus congelados son un éxito en la preservación de los momentos. Sus imágenes previas a la guerra también atrapan a un tiempo de forma más amplia: el tiempo de la Francia antes de la cruenta participación bélica. En cualquiera de los dos casos, podemos imaginar al niño pequeño acechando al tiempo, cámara en mano.

¿El propio Lartigue sintió haber logrado su cometido? Muy en el fondo, solamente él lo supo. Visto desde fuera, asomándonos a la ventana que son sus fotografías, todo indica que su impecable intento por atrapar el tiempo fue un éxito.

El autor es titular de la cátedra de Fotoperiodismo Avanzado en la Universidad Panamericana (Ciudad de México) y Jefe de la Academia Audiovisual de la misma institución. Dirige el programa binacional Origins realizado con la DePaul University (Chicago). Las opiniones vertidas en los artículos son personales y no reflejan necesariamente las opiniones y/o posturas de la Universidad Panamericana y/o d ela DePaul University.

Documentales en video:

> Reportaje sobre Lartigue en  «Para todos la2»

Masters of Photography – Jacques-Henri Lartigue (en inglés)
Primera parte  | Segunda Parte  |  Tercera Parte  |  Cuarta parte

BBC. The boy who never grew up
Primera parte  |  Segunda Parte

> Slideshow «The Art of Photography»

3 comentarios sobre “Lartigue: el amo del tiempo”

Deja un comentario